Si alguna vez has pensado que tu hijo “te está provocando” —lo entrecomillo porque en la crianza es una frase que se dice o, al menos, se piensa mucho—, que lo hace a propósito o que te está desafiando porque quiere llevarte la contraria, no eres un bicho raro. Son ideas que surgen con frecuencia cuando la crianza nos pone a prueba y sentimos que perdemos el control. Cosa, esta última, la de tener la sensación de estar a punto de perder el control (o perderlo), tampoco es cosa de unos pocos padres. Sin embargo, la ciencia del desarrollo infantil y la neuropsicología aportan una mirada muy diferente, que ayuda no sólo a entender a los niños, sino también a regular nuestras propias emociones como madres y padres. Y ahí juegan un papel importante divulgadores como el neuropsicólogo Álvaro Bilbao.
El reconocido experto en psicología infantil y crianza, autor de El cerebro del niño explicado a los padres, ha compartido recientemente una explicación sencilla y directa sobre por qué los niños parecen “desafiarnos” a diario. Lejos de tratarse de un comportamiento malintencionado o de una falta de respeto, muchas veces estos actos tienen un origen más profundo y legítimo que tiene que ver con su etapa de desarrollo, su necesidad emocional o sus habilidades aún en construcción.
Bilbao recuerda que “desafiar” no siempre es una cuestión de voluntad. A menudo interpretamos ciertas actitudes como rebeldía cuando, en realidad, responden a una necesidad evolutiva o a una carencia de recursos internos para gestionar situaciones concretas. Esto es especialmente importante en la etapa de los 2 a los 6 años, cuando el cerebro infantil está madurando y el niño (o niña) necesita explorar, experimentar, y sí: también equivocarse.
Es interesante la aportación de Álvaro Bilbao porque puede ayudarte a entender que no existen esas intenciones tan profundas y arraigadas que, como adultos, solemos ver en algunas actitudes de nuestros hijos e hijas hacia nosotros.
Por eso, en lugar de recurrir al castigo o al juicio rápido, el enfoque que propone el neuropsicólogo para tratar con niños desafiantes invita a mirar con curiosidad y comprensión. Desde esta perspectiva, entender el motivo del comportamiento es la base para acompañar con firmeza y afecto. Porque, como el propio Álvaro Bilbao dice, “el objetivo no es que obedezcan porque sí, sino que aprendan a autorregularse y a respetar los límites desde el vínculo”.

Por qué te desafían tus hijos: seis razones distintas, según Álvaro Bilbao
Álvaro Bilbao enumera hasta seis posibles causas por las que los niños y niñas parecen desafiar a sus padres. Todas ellas invitan a ver el comportamiento infantil desde una mirada comprensiva, sin caer en planteamientos propios de las relaciones entre personas adultas, una mirada basada en la neurociencia.
Puede ser sólo una etapa
La primera razón que da Álvaro Bilbao se aleja completamente de lo grandilocuente: puede ser que tu peque, simplemente, esté pasando por una etapa pasajera en la que desafía a sus padres.
“Entre los dos y los cuatro años los niños necesitan desarrollar su identidad. Es difícil de aceptar para los padres pero durante esta etapa necesitan hacer lo que ellos quieren, no lo que tú quieres”, apunta el neuropsicólogo.
Puede ser por falta de habilidad
“En muchos casos los desafíos no ocurren por voluntad sino por falta de habilidad”, dice Álvaro Bilbao.
El experto en el cerebro de los peques explica que “si tu hijo no sabe gestionar bien la frustración responderá de forma desafiante a límites que son normales para su edad”.

Puede ser por su forma de aprender
A veces, dado que aprenden más cuando experimentan, y dado que “los niños y niñas con un carácter no aprenden escuchando ni observando”, tensan más de la cuerda… para aprender.
“¡Es su manera de aprender! Eso quiere decir que cuando les dices ‘no’, tienen que comprobarlo por sí mismos…”, reflexiona Álvaro Bilbao.
Puede ser necesidad de atención
“Algunos niños están desesperados por recibir un poco de amor y lo buscan de la única forma que sus padres les prestan atención”, expone Álvaro Bilbao sobre la cuarta razón por la que se desafía a los padres en la infancia.
La solución es sencilla según el experto: “Con frecuencia, aumentar la atención y conexión es el 50% de la solución. Los niños prefieren ser regañados a totalmente ignorados”.
Puede ser tan sólo tu percepción
Esta es la razón más interesante —esto es opinión, no información— de cuantas expone Álvaro Bilbao porque implica un cambio de mirada: a lo mejor, el motivo no está en nuestro hijo o hija, sino en nosotros, los adultos de referencia.
Así lo expone Álvaro Bilbao: “A veces los padres creen que sus hijos les desafían cuando no apagan la tele cuando se lo pedimos, pero es que les cuesta dejar de hacer algo que estaban haciendo. O cuando se ríen mientras les corrigen, pero es una reacción nerviosa al miedo. A veces es sólo tu percepción”.
Puede ser necesidad de dominación
En ocasiones también, por feo que pueda sonar, existe una necesidad de dominar en niños y niñas más desarrollada de lo habitual, según Álvaro Bilbao. “Puede sonar feo pero la realidad es que la necesidad de dominación es un rasgo de carácter y algunos niños lo tienen más desarrollado”, argumenta.
En estos casos, dice el experto en el cerebro de los niños, “simplemente quieren mandar y eso está genial, pero tienes que enseñarles cuándo y dónde no pueden mandar y que, ante todo, tienen que respetar a los demás”.