¿Te cuesta que tu hijo te haga caso? ¿Estás harta o harto de gritar? ¿Estás desesperado y lo has dado por perdido? Tenemos algo importante que contarte: es un hábito comunicativo que recomienda el psicólogo infantil Javier de Haro, que nos ilustra en sus redes sociales con consejos tan útiles como este para crear complicidad con tus hijos.
El día a día con niños está lleno de pequeñas batallas: recoger los juguetes, quitarse las zapatillas, lavarse las manos antes de comer… A veces, las peticiones se convierten en discusiones, amenazas o, directamente, los padres acaban haciéndolo todo por cansancio. Si te suena familiar esta escena, el psicólogo infantil Javier de Haro propone una técnica sencilla y efectiva que puede ayudarte a cambiar esta dinámica. “Es una técnica supersencilla y muy efectiva que te puede ayudar con eso”, afirma De Haro.
Se trata de la técnica popularmente conocida como “Cuando… Entonces”, también conocida como secuencia positiva. Su punto de partida es simple: subordinar una acción deseada por el niño a otra acción necesaria. Sin amenazas, sin castigos, simplemente estableciendo un orden lógico en la rutina.

¿En qué consiste la técnica “Cuando… Entonces”?
La clave de esta técnica está en el tono y la estructura de la frase. No se trata de decir “Si no te lavas las manos, no hay merienda”, porque eso sigue siendo una amenaza. En su lugar, se reformula de manera positiva: “Cuando te laves las manos, entonces prepararemos la merienda”.
Javier de Haro pone el siguiente ejemplo práctico siguiendo este hábito de comunicación: “Imagina que llegáis a casa y, en lugar de quitarse las zapatillas y lavarse las manos, tu hijo se va corriendo a ver Bluey. En este caso, la respuesta sería: ‘Javier, cuando hagas tus cosas, entonces puedes poner Bluey’. Como elemento facilitador, puedes decirle: ‘Te dejo aquí el mando con Bluey en pausa para que cuando termines puedas seguir viéndolo’.
El elemento facilitador al que se refiere el psicólogo infantil es una de las condiciones para que la técnica comunicativa funcione.

Condiciones para que funcione el hábito comunicativo
El psicólogo Javier de Haro explica las cinco condiciones para que la técnica comunicativa funcione:
No abusar de la técnica: tres acciones clave
No conviertas todo en un “Cuando… Entonces”, o perderá efectividad. Elige tres acciones importantes y céntrate en ellas. “Cuando las haya interiorizado, podrás pasar a otras”, aconseja el psicólogo.
Aplicarlo en acciones compartidas
Si al principio solo pides a tu hijo que haga algo, puede percibirlo como una imposición. En cambio, si lo aplicas en tareas que todos hacen en casa, será más fácil que lo comprenda. Por ejemplo: “Cuando terminemos de recoger juntos, entonces vemos una peli”.

Reforzar positivamente sin necesidad de premios
Cuando tu hijo lo haga solo, reconócelo: “Me encanta que te hayas lavado las manos sin que te lo diga”. No hace falta un premio material, pero sí destacar lo positivo para reforzar el hábito. “Y es que a veces estamos demasiado pendientes de lo negativo y pasamos por alto este tipo de cosas positivas”, dice Javier de Haro.
Utilizar elementos facilitadores
Si anticipas que algo le va a costar, añade un elemento que facilite la transición. Este sería un ejemplo práctico: “Javier, si necesitas ayuda, dímelo y recogemos juntos. Así terminamos antes y vamos prontito a merendar”. En esta línea va el consejo de Álvaro Bilbao para evitar una rabieta que muchos padres desconocen.
Cumplir con la estructura: no ceder
“No dejamos que haga su acción deseada hasta que haga la necesaria”, dice el psicólogo. Si tu hijo se salta la parte necesaria y va directo a lo que quiere, no cedas. En lugar de enfadarte, simplemente pon en pausa la acción deseada y repite la estructura: “Cuando… Entonces”.
¿Por qué funciona esta técnica?
Según el psicólogo infantil Javier de Haro, hay dos motivos por los que funciona la técnica que le gustan especialmente:
- Fomenta la responsabilidad en los niños, ayudándolos a entender el orden natural de las cosas sin sentirse castigados.
- Evita discusiones innecesarias y conflictos entre padres e hijos.
Así que ya sabes, si estás harto o harta de que te ignoren o de gritar a tus hijos e hijas, prueba la técnica del ‘Cuando… Entonces’, cuyo nombre formal es secuencia positiva.