Por nuestra naturaleza propia todos los seres humanos deseamos y necesitamos amar y sentirnos amados, sería algo innato, algo que nos acerca a la felicidad, lo sabemos aunque no seamos conscientes de ello.
La cuestión es aprender la diferencia entre “amar” y “querer” porque siendo dos verbos muy semejantes, realmente no son palabras sinónimas. No quieren decir exactamente lo mismo.
Querer y amar
Querer tiene un punto de posesión, cuando quiero a alguien tengo expectativas y si la otra persona no está a la altura de mis expectativas es probable que deje de quererla.
Cuando amas a alguien tienes una confianza plena y sientes que pase lo que pase vas a estar para esa persona, no le debes nada, no es una sensación de posesión, es saber que vas a estar sean cuales sean las circunstancias en las que te encuentres. Amar es incondicional y solo puedes amar lo que conoces realmente, con sus más y sus menos.
Robert Sternberg es psicólogo, fue profesor de la Universidad de Yale y expresidente de la American Psichology Association. En sus años de investigación llegó a describir hasta siete formas distintas de amor que definió como:
- Cariño
- Encaprichamiento
- Amor vacío
- Amor romántico
- Amor de compañía
- Amor fatuo
- Amor maduro
Con tanta literatura e investigaciones sobre amar o querer, sobre como nos motivan estos dos sentimientos y como condicionan nuestras vidas, es interesante hablar con los niños sobre ello, plantearlo y conocerlo.
Por eso volvemos a recurrir a un libro teóricamente dirigido al público infantil como es El Principito de Antoine de Saint-Exupèry, porque en sus páginas encontramos ejemplos muy gráficos de lo que son ambas realidades, la que sentimos cuando amamos y nos aman y la que sentimos cuando queremos y nos quieren.
Amar y querer en El Principito
- Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.
- Él se enamoró de sus flores y no de sus raíces, y en otoño no supo qué hacer.
- El amor no consiste en mirar al otro, sino en mirar juntos en la misma dirección.
- Si vienes a las cuatro de la tarde, estaré contento desde las tres.
- Amar es la confianza plena de que, pase lo que pase, vas a estar; no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.
- Al primer amor se le quiere más, a los otros se les quiere mejor.
- Me creía rico con una flor única y resulta que no tengo más que una rosa ordinaria.
- Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
- No era más que un zorro semejante a cien mil otros pero yo lo hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
- Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, es suficiente para que sea feliz.

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