Siete frases de El Quijote para hablar con los niños sobre lo que de verdad importa

Sin duda se trata de la novela más importante en español de todos los tiempos y entre sus páginas sigue guardando multitud de consejos y enseñanzas, tantas que merece la pena que las revisemos con nuestros hijos.
El Quijote

Un libro de caballería y de aventuras, una comedia que encierra muchas más cosas detrás de la aparente locura de su protagonista, un personaje que ha inspirado decenas de personajes después, héroes y sobre todo anti héroes.

Todo eso es lo que vuelca Miguel de Cervantes en su obra y merece la pena que nos detengamos al menos en algunas de las enseñanzas que guarda entre sus páginas, “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, para nuestros hijos, para hablar con ellos sobre lo que de verdad importa en la vida, en el siglo XVII cuando se publicaba el libro y ahora, en el siglo XXI cuando los molinos de viento han cambiado tanto.

El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.

Al personaje del libro, al protagonista, a Alonso Quijano le encantaba leer, en concreto libros de caballería y con esta frase, Cervantes deja claro que los libros son perfectos para conocer, para aprender, para soñar, para viajar pero no son lo único.

También es importante caminar, moverse, visitar a los amigos, conocer sitios nuevos porque no todo está en los libros o en las pantallas, que diríamos ahora.

¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!

La envidia es una de esas emociones que hay que aprender a gestionar desde la infancia. Hay psicólogos que no hablan de emociones negativas porque consideran que todas son necesarias para aprender y para crecer pero sin saber gestionar algunas de ellas, como es la envidia, podemos convertirnos en personas tristes y sentirnos siempre infelices.

Al bien hacer jamás le falta premio

Es muy importante que siempre hagamos las cosas correctamente, igual que nuestro comportamiento porque aunque nadie nos vea, aunque nos dé la sensación de que pasa desapercibido, el premio lo encontramos en nosotros mismos, en nuestra autoestima.

El valor reside en el término medio entre la cobardía y la temeridad

Saber encontrar ese término medio es lo que importa, no se trata de lanzarnos siempre sin medir los riesgos, ni de negarnos siempre por sistema. Se trata de valorar, de medir y de ser consecuentes con los riesgos que podemos asumir.

Más vale un toma que dos te daré

Porque las buenas intenciones tienen que ir siempre acompañadas de buenas obras para que realmente tengan valor, lo fácil es hablar, donde se demuestra la calidad humana de las personas es en los hechos, en sus obras, en sus actos y en su comportamiento.

Sábete Sancho que no es un hombre más que otro si no hace más que otro.

Y en una época como la actual en la que las apariencias parece que son lo que más nos importa, es el momento de pensar que las acciones son lo que de verdad merecen nuestro respeto y la valoración de los demás.

El que cae hoy, mañana puede levantarse.

No importa las veces que nos caigamos, lo que importa son las veces que nos levantamos para volver a intentarlo o para cambiar de rumbo o para hacer algo nuevo. El valor del esfuerzo y del trabajo es lo que de verdad nos importa y es lo que debemos enseñar a nuestros hijos también.

Madre e hija leyendo - iStock

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