¿Qué es el parto de riñones?
Al parto de riñones se le conoce como tal porque su nombre técnico, como pasa tantas veces con el lenguaje científico, es hasta difícil de pronunciar: occipitoposterior. Este tipo de parto no es otro que el más habitual dentro de aquellos en los que se considera que el feto está mal colocado pese a estar en posición cefálica, es decir, “de cabeza”. El parto de riñones significa que el bebe está mal posicionado y el dolor se manifiesta principalmente en los riñones.
Lo que hace que un parto de riñones sea complicado es que el bebé sitúa su cabeza hacia el sacro o la parte posterior de la pelvis cuando se coloca en el canal del parto, de manera que impide que la pelvis se flexione como debería, lo cual alarga mucho el proceso de dilatación. Esto, a su vez, dificulta el parto vaginal, por lo que aumenta el porcentaje de cesáreas en este tipo de contextos, aunque no es improbable que pueda llegar a término de forma natural.

Síntomas del parto de riñones
Los síntomas del parto de riñones hacen referencia a la presencia de dolor que las mujeres denominan "contracciones de riñones" durante el parto en bajo de la espalda. Aunque la mayoría de las mujeres sienten un grado de dolor o leves calambres en la espalda en algún momento durante el parto, alrededor de una cuarta parte de las mujeres refieren molestias muy intensas en la parte baja de la espalda, el cual es más intenso durante las contracciones del parto de riñones pudiendo llegar a ser incluso mas doloroso que las propias contracciones.
Pero, ¿cómo son las contracciones del parto de riñones?: con gran frecuencia el patrón de contracciones es irregular, una lenta progresión y una prolongación de la etapa del explosivo.
Sí es habitual que este tipo de partos sean más largos y, por lo tanto, más exigentes para la madre, que además suele tener dolor riñones intenso durante el parto, que si el parto fuera de tipo occipitoanterior; es decir, aquellos en los que el bebé sitúa su cabeza hacia la sínfisis del pubis o la mitad anterior de la pelvis de la madre.
Por qué sucede y qué implica
Debido a la postura anómala del feto, en los partos de riñones se sobrestimulan los nervios sacros, lo que provoca en la mujer gestante que la sensación de necesidad de pujar aparezca antes incluso de que se inicie la fase del expulsivo durante el parto.
Además, debido a la postura del bebé en el canal del parto, se puede requerir la aplicación de oxitocina de forma externa a la que genera por sí misma el cuerpo humano durante el parto, y también es más alto el riesgo de desgarros y la necesidad de recurrir a instrumentos de ayuda para facilitar el nacimiento del bebé. Esto último también explica que sea mayor el porcentaje de recién nacidos con traumatismos obstétricos, ya que está relacionado directamente con el uso de instrumento durante el expulsivo por parte de los profesionales sanitarios.
Cómo empieza el parto de riñones
El comienzo del trabajo de parto de riñones es exactamente el mismo al de todas las mujeres, es decir, no varia por tratarse de una posición anómala del bebé.

No obstante, es muy frecuente que las mujeres refieran un dolor continuo intenso en la zona baja del abdomen, lo cual puede hacer que el trabajo de parto sea muy desagradable por las molestias intensas que presentan las mujeres.
Cómo evitar el parto de riñones
Cómo evitar parto de riñones depende en gran medida del manejo del profesionales una vez se ha confirmado la posición anómala por exploración o por estudio ecográfico.
Por lo tanto, facilitar la movilidad de la madre durante el proceso de dilatación, evitar permanecer en la cama acostada durante todo el tiempo de dilatación y cambios posturales frecuentes, algo que no debe verse limitado por la utilización de la analgesia epidural (la matrona, el acompañante y el ginecológo te pueden ayudar en todo momento a hacer estos cambios), son fundamentales para intentar que el bebé adopte la posición adecuada en el canal del parto y favorecer su descenso