A las personas con altas capacidades intelectuales, tanto niños como adultos, se les conoce como cebras, un apelativo positivo, para nada peyorativo, que tiene su origen en una reflexión de la psicóloga especialista en superdotación Jeanne Siaud-Facchin en su publicación Demasiado inteligente para ser feliz.
Reconozco que he llegado tarde al concepto de “cebras” en las altas capacidades pese a haber leído mucho sobre ello y haber asistido a congresos especializados. Han sido las psicólogas especializadas en altas capacidades intelectuales Anaïs Rodríguez y Mari Carmen Gutiérrez, del gabinete Altascapaciqué, quienes me han puesto detrás de la pista de esta forma de referirse en el ámbito de la superdotación a las personas con altas capacidades (y superdotadas).
Rodríguez y Gutiérrez, a modo de curiosidad, han publicado un post en las redes sociales de su gabinete que ha atrapado mi curiosidad, curiosidad que vuelco en estas líneas. “¿Por qué se utiliza el término cebra para referirse a las personas superdotadas o de altas capacidades?”, se preguntan en un post en el que responden lo siguiente: “La respuesta la encontramos en el libro Demasiado inteligente para ser feliz de la psicóloga francesa Jeane Siaud-Facchin, que en su sus textos nos describe con la metáfora de la cebra a estas personas tan distintas, tan únicas”.
Por qué una cebra
Para saber por qué Jeanne Siaud-Facchin escoge la cebra como animal para describir metafóricamente a las personas con altas capacidades lo mejor es acudir a la fuente directa, de la que por cierto citan palabras literales en el post las dos psicólogas especialistas en la materia. También lo hace otra psicóloga experta en superdotación, la autora del blog Vida de Cebra, que como. ya estarás imaginándote, no se llama por casualidad.
“Seguiré prefiriendo ‘cebra’ como el término que he escogido referirme a estas personas, para desvincularlo así de denominaciones cargantes”, dice la doctora Siaud-Facchin sobre su elección. “La cebra —continúa la psicóloga—, ese animal diferente, ese équido que el humano no ha sido capaz de domesticar, que en la sabana se distingue claramente de los demás gracias a sus rayas que le permiten camuflarse, que necesita a los demás para vivir y cuida muy celosamente de sus crías, que es a la vez tan diferente y tan parecida a sus congéneres…”.
De la cebra, Jeanne Siaud-Facchin también destaca la peculiaridad de sus rayas, que son únicas en cada individuo. “Al igual que ocurre con nuestras huellas dactilares, las rayas de las cebras son únicas y les permiten reconocerse entre sí. Cada cebra es diferente de las demás”, recalca.
Por ello, compara a las personas con altas capacidades con cebras, y las describe como “personas rayadas”. Dice de ellas Jeanne Siaud-Facchin que les seguirá explicando “que sus rayas son también formidables particularidades que pueden salvarlas de numerosas trampas y peligros. Que son magníficas y que pueden estar orgullosas de ello”. Para la psicóloga, las personas con altas capacidades, en referencia a los niños y niñas que las tienen, “necesitan toda nuestra atención para vivir en armonía en este mundo tan exigente”

El término cebras, aunque quien esto escribe lo haya descubierto tarde, se utiliza de forma amplia como metáfora para describir a las personas con altas capacidades.
Además del citado blog, otro ejemplo de ello es la película documental Las cebras, una obra audiovisual firmada por José Reguera en el que aborda la superdotación y las altas capacidades. Obra que está disponible en el catálogo de Filmin.