En los últimos meses, se han detectado 11 casos de niños en la comunidad foral de Navarra afectados por el llamado “síndrome del hombre lobo” o hipertricosis, un trastorno poco frecuente caracterizado por el crecimiento excesivo de vello en todo el cuerpo.
La causa, sorprendentemente, no se encuentra en una condición hereditaria, sino en la exposición indirecta a un medicamento muy conocido, usado por sus progenitores para tratar la calvicie.
¿Qué es el síndrome del hombre lobo?
El síndrome del hombre lobo o hipertricosis, es una condición médica rara en la que se produce un crecimiento desmesurado de vello en todo el cuerpo, incluidas zonas en las que habitualmente no existe tal cantidad de vello, excepto en las palmas de las manos y los pies.
En casos extremos, el vello puede alcanzar longitudes de hasta 25 centímetros. Aunque puede tener causas hereditarias, en estos casos específicos detectados en Navarra se ha identificado una relación directa con el minoxidil, un medicamento indicado para la alopecia androgénica.
Aunque el síndrome del hombre lobo es extremadamente raro, estos casos han puesto en evidencia la importancia de considerar los posibles efectos secundarios no solo en los usuarios directos de los medicamentos, sino también en quienes conviven con ellos. El minoxidil, seguro en general cuando se usa de manera correcta, puede tener consecuencias inesperadas si no se toman las precauciones adecuadas.

Minoxidil, un tratamiento seguro
El minoxidil es uno de los medicamentos más usados para tratar la pérdida de cabello. Lleva disponible en el mercado desde 1986, se administra de forma tópica en concentraciones del 2% o 5% y se utiliza tanto en fórmulas comercializadas como en fórmulas magistrales personalizadas.
España, es el segundo país con más hombres calvos de todo el mundo, el 42,6% de la población masculina española sufre alopecia, por lo que es uno de los mayores consumidores de este producto. Sin embargo, estos recientes casos detectados han llevado a las autoridades sanitarias, a realizar una revisión de su seguridad, especialmente en hogares con niños pequeños para garantizar la seguridad de los niños en casa.
¿Cómo afecta el minoxidil a los bebés?
Según el Centro de Farmacovigilancia de Navarra, la exposición al minoxidil en los bebés ocurrió de manera indirecta. Los padres que usaban este tratamiento por vía tópica estuvieron en contacto cercano con sus hijos, lo que permitió que el medicamento se transfiriera a los pequeños, posiblemente a través de la piel o incluso pudo ser al “chupar” accidentalmente objetos contaminados.
La piel de los lactantes es más permeable que la piel de los adultos debido a su menor grosor y a una proporción mayor de superficie/peso corporal, lo que facilita la absorción de medicamentos aplicados de forma tópica y puede provocar efectos sistémicos, como en este caso, el crecimiento excesivo de vello.
Este incidente también subraya la necesidad de una vigilancia farmacológica rigurosa y de una comunicación clara entre los profesionales de la salud y los pacientes. Con las medidas preventivas adecuadas, el uso del minoxidil puede continuar siendo una opción eficaz para tratar la alopecia sin poner en riesgo a los más pequeños.

Qué ha pasado en Navarra
El primer caso que se reportó en esta comunidad es de abril del año pasado, cuando un bebé comenzó a desarrollar un crecimiento progresivo de vello en la espalda, las piernas y los muslos. Tras investigar, se descubrió que el padre del menor usaba minoxidil al 5% y había estado de permiso laboral cuidando al niño. Al suspender el contacto con el medicamento, los síntomas del bebé desaparecieron por completo.
Posteriormente, en los últimos meses, se han identificado otros 10 casos más con un patrón muy similar. Y se ha podido comprobar que todos los padres de los niños afectados usaban minoxidil y, tras la retirada del medicamento o la reducción del contacto, los síntomas en los menores remitieron.
Ante esta situación, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha actualizado las fichas técnicas y prospectos del minoxidil, alertando sobre el riesgo de transferencia y absorción en niños pequeños. Además, se han lanzado campañas para concienciar a los usuarios sobre el correcto manejo del producto.
Cómo evitar riesgos
Es importante evitar el contacto directo, es decir, si usas minoxidil, asegúrate de lavarte bien las manos después de la aplicación y evita el contacto piel con piel con el bebé y con los menores en general. Ten especial cuidado con los objetos compartidos, es mejor no compartir almohadas, toallas u otros objetos porque pueden estar en contacto con el medicamento.
Muy importante siempre seguir las instrucciones de uso del producto, aplicar solo las dosis recomendadas y evitar siempre aquellas áreas de la piel que estén fuera del cuero cabelludo. Y por supuesto ante la más mínima sospecha o duda, lo mejor es consultar al médico o al pediatra de manera inmediata.
