El pediatra Carlos González: “No insistas a tu hijo en que coma cosas sanas, las odiará a muerte”

“Insistiendo en que tu hijo coma cosas sanas, lo único que consigues es que las odie”, dice el pediatra Carlos González en una reflexión que te hará pensar en cómo enfocar la educación alimentaria de tus hijos.
Una niña se niega a comer una ensalada. En la imagen pequeña, el pediatra Carlos González
Una niña se niega a comer una ensalada. En la imagen pequeña, el pediatra Carlos González (RG)

Si quieres que tus hijos coman verdura y fruta, dales un poco de tregua, un poco de espacio, sé flexible… déjales en paz incluso. Así, pero otras palabras, a excepción del “déjales en paz”, se expresa el pediatra Carlos González acerca de la educación alimentaria de los hijos e hijos. Tiene claro el pediatra que recomienda esta dieta perfecta para bebés de 6 meses que durante la infancia, si insistes a tu hijo o hija en que coma cosas sanas, “las odiará a muerte”

En su interesantísimo canal de Youtube, donde comparte episodios completos de su vídeo pódcast, y en redes sociales, donde comparte píldoras con experiencias, reflexiones y consejos de experto, el pediatra Carlos González es muy directo y muy claro —como siempre que expone su parecer, por otra parte— acerca de la alimentación y la dieta de los niños y niñas pequeños. En concreto, acerca de la comida saludable y de los alimentos malsanos, y de la relación de la infancia (y de los padres) con ello. 

De entrada, el pediatra Carlos González, que en otro de los episodios recientes habla de cómo pedir perdón a un hijo, deja claro su posición al respecto: “Insistiendo en que tu hijo coma cosas sanas, lo único que consigues es que las odie, dice. 

En todo caso, añade González, en lugar de insistir e insistir a tu hijo o hija en la alimentación saludable, lo que recomienda el pediatra como hábito más efectivo es que te mires el ombligo. Sí, porque los hijos aprenden de lo que ven, los niños aprenden imitando. Por eso, dice el doctor González, “lo que tienes que hacer es comer tú cosas sanas”. En definitiva, si tu hijo no come bien, no les des cosas que no debe comer.

Una niña con una fruta cítrica en sus manos
Una niña con una fruta cítrica en sus manos (RG)

La única forma eficaz de restringir alimentos malsanos

Además de predicar en el ejemplo con tus hijos manteniendo en el tiempo una alimentación sana, hay otra medida que puedes tomar para que no se excedan con los alimentos malsanos: limitarles el acceso a ellos. 

Pero no prohibiéndoles comerlos, porque lo harán en cuanto te des la vuelta, sino limitando su cantidad en casa. Dicho de otro modo: no comprándolos. “Mientras tu hijo sea pequeño, no va a haber más en casa que lo hayas comprado tú”, argumenta el pediatra Carlos González. “Que no quieres que coman galletas, pues no compres galletas”, añade. 

González no se moja a la hora de recomendar si limitar los alimentos ultraprocesados como se va a hacer en los colegios españoles o si prohibirlos. “Tú decides”, concluye al respecto. Pero sí deja entrever claramente su postura al respecto: “Alguna galleta de vez en cuando tampoco hace daño”. 

Un niño comiendo una galleta
Un niño comiendo una galleta (RG)

“Las odiará a muerte”

En lo que sí se posiciona claramente Carlos González es en cómo gestionar que los hijos e hijas coman alimentos saludables que de entrada no les gustan, al menos a la mayoría, como las verduras. 

Más allá de que hay razones que explican por qué a los niños pequeños no les suele gustar la verdura, Carlos González tiene claro lo que ocurre si les presionamos e insistimos para que se las coman: “El resultado va a ser que al cabo de meses y años de ese tratamiento, el niño al que al principio las verduras le gustaban poco al final las odia a muerte porque cada vez que hay verduras mis padres se ponen insoportables”, afirma. 

En cambio, si les dejamos espacio en este sentido durante la infancia, que tampoco significa no ponérselas en el plato y llenarlo de nuggets y patatas fritas cada noche, cuidado, Carlos González tiene claro que a largo plazo comerán de todo. “Si dejamos al niño en paz, probablemente cuando sea adolescente tardío o adulto joven volverá a comer de todo. Incluso volverá a tener interés por probar cosas nuevas y sorprendentes”, expone. 

Una niña, con cara de pocos amigos, delante de una ensalada
Una niña, con cara de pocos amigos, delante de una ensalada (RG)

Además, el pediatra pone el ojo en la adolescencia para dejar una de sus habituales reflexiones, de esas que te dejan pensando un buen rato en lo que significan: “Cuando tu hijo sea mayor, va a ser el menor de los problemas (la alimentación). Esperemos que no fume, que no beba, que no compre drogas… no te preocupan ni las galletas, ni los zumos, ni los helados”, concluye.

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