Una de las mayores preocupaciones de los padres es poder conocer bien a sus hijos e hijas. No tanto cuando son muy pequeños, porque en esa etapa suelen compartirlo todo y al ser sus progenitores su gran figura de referencia, el vínculo, a partir de la observación y la comunicación, suele ser muy estrecho. En cambio, a medida que crecen y maduran, y que también se expanden sus relaciones sociales, puede que los niños y niñas se guarden sus ideas, pensamientos o preferencias y no los compartan. Y es ahí donde puede resultar difícil encontrar la manera de seguir conectando con ellos y ellas, de obtener información de manera natural y cero invasiva. Si te ocurre, este truco del neuropsicólogo Álvaro Bilbao te ayudará.
Dice Álvaro Bilbao que, como padres y madres, es esencial “no confundir el respeto con la desprotección”. Lo apunta en relación a la dificultad que entraña en ocasiones la conexión con nuestros hijo y convertirnos en un lugar seguro para ellos y ellas, especialmente a medida que van creciendo y su personalidad se va volviendo, como es natural, más compleja, alimentada y afectada por factores diversos, desde la propia madurez a las relaciones sociales.
En este sentido, Álvaro Bilbao incide en que “los niños y niñas tienen un mundo interior muy rico”. Experimentan pensamientos, emociones y preferencias que no siempre comparten. Y no lo hacen, a menudo, porque tampoco nadie les ha preguntado por ellos. Ya sea por entender que se traspasa una línea roja personal, por dejadez y desinterés o porque no se encuentra la forma o el momento de hacerlo. Esta última razón suele ser la más habitual.
Por ello, para ayudar a todos esos padres y madres que se sienten así, ir son incapaces de derribar la barrera imaginaria que se opone en la comunicación con sus hijos e hijas, Álvaro Bilbao comparte un consejo efectivo que, al menos a él, le sirve para conocer mejor a sus hijos: escoger un momento determinado del día para hacerles preguntas concretas, con un tono y un contexto determinado.

El mejor momento para preguntar a un niño
Si queremos acercarnos a un niño o niña de forma natural, hay dos factores que importan, según Álvaro Bilbao: el contexto y el tipo de mensaje que utilizamos.
Sobre esto último, el experto en el cerebro de los niños aconseja hacerles preguntas personales sobre sus ideas, pensamientos y sentimientos formuladas de manera amable, sin intimidar y sin forzar. “Estas preguntas ayudan a los niños a conocer su mundo interior y a ti te ayudarán a conocer un poco mejor a sus hijos”, dice.
Son preguntas —después te damos doce ejemplos distintos— que Álvaro Bilbao recomienda hacer a los niños y niñas en un momento muy concreto del día: "cuando se van a dormir”. Y es que, el reset nocturno es perfecto para conectar con tu hijo con estos gestos sencillos.
Bilbao, aunque sea una buena idea casi siempre ponernos a su altura y mirarles a los ojos al hablar con los niños, desaconseja hacerles las preguntas mirándoles firmemente a los ojos. “No hagas estas preguntas mirándoles de frente porque son muy íntimas y les pueden intimidar”, dice. En su lugar, el neuropsicólogo recomienda hacerlas tras generar un ambiente relajado, amable e íntimo: “Será más fácil si te acuestas a su lado como si estuvieras con tu mejor amigo o amiga hablando de la vida, mientras miráis las estrellas”, apunta.

Doce preguntas para conocer mejor a tu hijo
Sabiendo el truco y cómo ejecutarlo, en qué contexto, solo queda conocer qué tipo de preguntas recomienda hacer Álvaro Bilbao a los hijos e hijas para conocerlos mejor.
El neuropsicólogo diferencia entre preguntas sobre preferencias, sobre emociones y sobre sentimientos. En concreto, comparte cuatro ejemplos de cada. Los reproducimos de forma literal a continuación.
Preguntas sobre sus preferencias
- ¿Cuál es tu cuento favorito?
- ¿Cuál es la cena que más te gusta?
- ¿Qué postre recomendarías a tu mejor amigo?
- ¿Cuál es tu muñeco de peluche favorito?
Preguntas sobre sus ideas
- ¿Tienes alguna invención en tu cabeza?
- Vamos a estar callados 10 segundos. ¿Qué has pensado?
- Si tu muñeco de peluche hablara, ¿qué crees que pensaría?
- ¿Con qué crees que vas a soñar esta noche?
Preguntas sobre sus sentimientos
- ¿Cuál es tu recuerdo más feliz?
- ¿Qué es lo que más te enfada?
- Dime una cosa que te haga sentir triste
- Dime una cosa que podría pasar mañana y que haría que te levantaras muy contento o contenta