Uno de los aprendizajes más valiosos que podemos obtener de un hecho tan doloroso como puede ser el que ha provocado la DANA en Valencia, es sin duda aprender a ser más solidarios, más amables y más empáticos con los demás. Es una de las enseñanzas que podemos dar a nuestros hijos e incluso una forma de enfocar sus sentimientos y sus sensaciones.
Una vez que hemos podido resolver sus dudas y responder a sus preguntas, quizás haya llegado el momento de hablarles sobre la importancia que tiene en situaciones de crisis tan tremendas como estas, el ser solidarios.

Cómo enfocar una tragedia con esperanza
Explicarles qué ha pasado, responder a sus preguntas hasta que queden resueltas, ha sido el primer paso. Ahora puede haber llegado el momento de ofrecerles herramientas para enfocar esa tristeza que pueden sentir, de una forma constructiva.
Vamos a enseñarles a poner el foco en la esperanza y el apoyo, la solidaridad. Es una forma de entender que de las situaciones más tristes, también podemos encontrar modos de ayudar, de apoyar o simplemente de acompañar a quien más lo necesite. Es una perspectiva esperanzadora que les puede ayudar a recomponerse y a crecer desde el punto de vista emocional.
“Explicarles que no están solos y que cuentan con el apoyo de su familia y amigos es fundamental para que se sientan acompañados y reconfortados” señala la psicóloga Conchita Sisí, directora de las clínicas de psicología Salud en Mente.
También es importante mostrar el trabajo que se está haciendo por profesionales como bomberos o médicos en la zona afectada por la DANA, ayudando a las personas y a las familias que más lo necesitan. Y si hablamos con niños que puedan entender un poco más la situación, no está de más mantener conversaciones en distintos momentos del día o de la semana, que les permitan reflexionar por sí mismos sobre lo que ha pasado y lo que está pasando, sobre el desastre y la empatía hacia quienes lo han sufrido en primera persona, sobre lo que de verdad significa ser solidario.
“Este tipo de diálogo fomenta su sentido de responsabilidad social y la empatía, ayudándolos a desarrollar un pensamiento crítico y una postura positiva ante la adversidad” apunta la doctora Sisí.

Sencillos ejemplos
Quizás estos son los más importantes porque ya sabemos que los niños aprenden sobre todo observando a los adultos que tienen como referentes. Observan como se comportan, como manejan sus propias emociones, como gestionan y procesan su tristeza. De este modo ellos también aprenden a manejar mejor sus propias emociones y a desarrollar a su modo la empatía.
Además, con nuestro ejemplo aprenden a ser solidarios también. Puede que este sea el momento de que aporten su granito de arena, sin forzarles, sin que sientan que es una obligación, pero sí haciendo que entiendan la situación y ofreciéndoles la oportunidad de formar parte de la solución, de ayudar a quien más lo necesite.
- Que envíen mensajes de ánimo, puede ser a algún contacto personal que tengáis o pueden ser cartas con textos o dibujos, dirigidas por ejemplo a los centros escolares de las zonas afectadas.
- Dona ropa o juguetes en buen estado: que ellos participen en la elección de algunas prendas o juguetes.
- Participad en campañas de ayuda, en colectas de alimentos, agua, materiales escolares o medicinas.

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