Cada vez es menos habitual que un niño no asista a la escuela infantil, y muchos padres se preguntan si eso supone una desventaja. ¿Será menos sociable? ¿Llegará al colegio con menos conocimientos? ¿Se pondrá enfermo con más frecuencia? Lo cierto es que no acudir a la escuela infantil no implica retrasos ni problemas en su desarrollo.
Muchos padres sienten la presión social de matricular a su hijo en la escuela infantil, convencidos de que allí aprenderá más, se inmunizará antes o se relacionará mejor con otros niños. Sin embargo, los especialistas aseguran que ninguna de estas creencias es determinante. La infancia temprana está llena de aprendizajes cotidianos que ocurren tanto en casa como en cualquier otro entorno.
Lo que de verdad marca la diferencia es la interacción diaria con los adultos de referencia: los padres, los abuelos o las personas que le rodean. Y también es bueno regalarle juego libre con sus iguales, a medida que va creciendo y socializa más, en el parque, la mejor extraescolar en la infancia temprana. A través de conversaciones, juegos, paseos por el parque o visitas a la frutería, el pequeño va ampliando su vocabulario, aprendiendo rutinas y desarrollando su capacidad para comunicarse y entender el mundo.

No va a coger un montón de enfermedades de golpe
Respecto a la salud, tampoco es cierto que no ir a la escuela infantil implique enfermar más tarde de golpe. El sistema inmunológico se va fortaleciendo poco a poco, enfrentándose a virus y bacterias presentes en cualquier ambiente. Por eso, los niños que no han ido a la escuela infantil llegan al colegio igualmente preparados para afrontar infecciones comunes.
Durante estos primeros años va desarrollando su inmunidad de forma natural, enfrentándose a los virus que hay en el parque, en casa, en todas partes. Puede ir inmunizándose con pequeños resfriados apenas sintomáticos pero que igualmente le ayudan a desarrollar su protección.
Los niños desarrollan su inmunidad entre el año y los cuatro años. Después de esta edad su cuerpo está mucho más preparado para afrontar las infecciones. Hay enfermedades, además, que solo afectan a los niños pequeños, y pasados los dos o tres primeros años de vida ya no se pueden coger.
Por lo tanto, es falso que el niño o niña que no va a la escuela infantil coge bastantes menos enfermedades que los que sí van a la guardería, pero esto no quiere decir que las tenga que coger luego todas de golpe.
👉Más información en la guía Estimulación y aprendizaje temprano (0-6 años)

No va a tener problemas por integrarse con otros niños
En cuanto a la socialización, los primeros vínculos se forman en el hogar y se amplían de manera natural con primos, vecinos o compañeros de juegos en el parque. La escuela infantil puede ser un espacio más de convivencia, pero no es imprescindible para que el niño o niña aprenda a relacionarse.
De hecho, durante los primeros dos años de vida aproximadamente, un niño o niña juega de manera solitaria y, poco a poco, desarrolla lo que se conoce como juego paralelo.
Por lo tanto, es falso que por no ir a la escuela infantil un niño o niña tenga problemas de socialización en el colegio. Si tu hijo no interactúa con otros niños al jugar en el colegio, las causas pueden ser múltiples y variadas; casi nunca, no haber ido a la escuela infantil será la responsable.
No va a llevar retraso con respecto al resto
También es falso que exista un retraso académico por no ir a la escuela infantil. Entre otras cosas, porque el comienzo de la lectoescritura se potencia sobre todo a partir de 3 años, en el primer curso del segundo ciclo de Educación Infantil.
La madre que dice esto suele ser porque su hijo de dos años y medio dice los números del uno al diez. Pero el niño o niña que se queda en casa encuentra en cada rincón de la vida cotidiana una oportunidad para aprender. Y lo que se aprende acompañando a mamá, papá o los abuelos no se olvida nunca.
Tu pequeño aprenderá los colores, los nombres o las formas en el día a día: con los coches, comiendo fruta, yendo al mercado, cogiendo el transporte público. No es casualidad que en España cada vez tengan más acogida las denominadas casas de niños y también alternativas como las escuelas bosque.

¿Cuándo es mejor la escuela infantil que quedarse en casa?
De todos modos, si te preguntas cuándo es mejor la escuela infantil que quedarse en casa, no necesariamente tiene por qué ser así. Todo depende de las obligaciones y las trabas a la conciliación en la familia, que son las que están verdaderamente detrás de esta medida que, lógicamente, es también beneficiosa para los niños y niñas pequeños porque están atendidos y estimulados en un ambiente positivo.
Estos problemas de conciliación, y las políticas para aumentar las plazas gratuitas en la escuela de 0-3 años han disparado en España la escolarización temprana, que está cada vez más cerca del 100%, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación.
Pero vaya o no a la guardería tu peque, recuerda que nosotros somos el mejor ejemplo de socialización de nuestro hijo o hija, y que somos su ejemplo: por enden, su conducta y actitud se parecerá bastante a la nuestra.