Todo sobre el masaje perineal: ¿puede ayudar a evitar una episiotomía en el parto?

Mucho se ha hablado sobre los beneficios de los masajes perineales durante las últimas semanas de embarazo pero, ¿realmente pueden evitar la episiotomía?
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En este artículo descubriremos qué es el masaje perineal, su objetivo y beneficios, y si realmente puede reducir la incidencia de episiotomías, proporcionando información clave para las mujeres embarazadas que desean tomar decisiones informadas sobre su atención perinatal.

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Hoy vamos a tratar de desmontar uno de los mitos más extendidos sobre el masaje perineal:

¿Puede el masaje perineal evitar una episiotomía?

Antes de contestar a esta pregunta vamos a hacer un breve repaso de qué es el masaje perineal y de cuáles son sus funciones:

¿Episiotomía o desgarro? - Istock

El masaje perineal es una técnica utilizada durante el embarazo para preparar y fortalecer el área del perineo, que es la región ubicada entre la vagina y el ano.

Consiste en aplicar presión y estiramiento suave en el tejido del perineo para aumentar su flexibilidad y elasticidad. El masaje perineal se realiza introduciendo uno o dos dedos lubricados en la vagina y aplicando presión hacia abajo y hacia los lados de manera gradual.

Al fortalecer y flexibilizar el perineo, se espera que éste se estire más fácilmente durante el parto, permitiendo una salida más suave del bebé sin causar daños significativos en el tejido perineal.

Se recomienda realizarlo generalmente a partir de la semana 34 o 35 semanas de gestación, aunque es conveniente consultarlo primero con tu matrona o ginecólogo para determinar el momento adecuado para comenzar (y si en tu caso concreto existiría alguna contraindicación para realizarlo).

Se sugiere realizarlo diariamente durante unos 5 a 10 minutos. Es importante llevar a cabo el masaje con suavidad y respetando la tolerancia de la mujer, evitando causar dolor o molestias excesivas. Lo puedes realizar tú misma o pedirle a tu pareja que te lo haga con cuidado.

Además de ayudar a preparar el perineo para el momento de la salida del bebé, el masaje perineal puede tener otros beneficios. Al realizarlo, la mujer embarazada puede familiarizarse con las sensaciones de estiramiento que notará en la vagina y el periné a lo largo del parto, lo que puede contribuir a una mayor confianza y relajación durante el proceso. También puede ayudar a reducir la ansiedad relacionada con la posibilidad de sufrir desgarros perineales.

El objetivo principal del masaje perineal es reducir la probabilidad de desgarros perineales durante el parto vaginal y disminuir la profundidad y extensión de los mismos (se estima que aproximadamente el 80-85% de las mujeres tienen alguna forma de lesión perineal durante el parto vaginal)

Si bien el masaje perineal puede ser beneficioso en muchos casos, es importante tener en cuenta que no garantiza completamente la prevención de estos desgarros ya que cada mujer es única y puede responder de manera diferente al masaje. La efectividad de esta técnica puede depender de factores individuales, como la anatomía de la mujer, la flexibilidad del tejido perineal y las circunstancias específicas del parto.

Y ahora vamos a responder a la pregunta que hemos lanzado al principio… ¿Puede el masaje perineal disminuir la incidencia de episiotomía durante el trabajo de parto?

Pese a que en las preparaciones al parto muchas veces se os dice que si esto NO es del todo real, ya que la episiotomía sólo está indicada en casos muy concretos:

  • Que se evidencie que el bebé tenga algún tipo de sufrimiento (o se prevea que sus reservas para afrontar el final del parto sean muy justas) y que por tanto se necesite acelerar su salida.
  • Casos muy concretos de vulvas con cicatrices totalmente rígidas (por ejemplo, tras algunos casos de ablación genital femenina)

El masaje no puede proteger frente a estos factores que, en principio, son impredecibles hasta que llegue el momento del nacimiento.

Recuerda

Los desgarros son lesiones naturales que ocurren durante el parto, mientras que la episiotomía es una intervención quirúrgica planificada y controlada que se debe realizar en casos muy concretos. La episiotomía, aunque a veces necesaria, conlleva riesgos y una mayor recuperación posparto, y es por ello que no se debe realizar de forma sistemática en todos los partos.

Por otra parte, existen algunas contraindicaciones que limitarían el masaje durante el embarazo:

Si existe algún tipo de infección vaginal activa, si se ha roto la bolsa de líquido amniótico (cuánto más manipulemos la zona mayor riesgo de infección), si la placenta se encuentra ocluyendo el cuello del útero (placenta previa), si existiese algún tipo de lesión vaginal previa y por supuesto si existiese riesgo de parto prematuro del bebé.

¿Y en caso de cesárea programada sería necesario realizarlo?

 

Realmente no, ya que tu periné no va a sufrir ese estiramiento (pero sí será igual de importante trabajar a posteriori el fortalecimiento del suelo pélvico tanto si el parto es por vía vaginal como abdominal).

¿Y el postparto tiene algún tipo de beneficio?

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Si tu parto ha sido vaginal y tienes algún tipo de cicatriz (por desgarro o episiotomía) sí. Una vez tu matrona o ginecólogo te haya dado el visto bueno, podrás comenzar poco a poco a volver a realizarlo extremando la higiene y ayudándote de algún aceite lubricante como la rosa de mosqueta. De tal manera que, poco a poco, irás aportando elasticidad al tejido y tratando las adherencias que hayan podido quedar.

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