La crianza de los hijos es una etapa vital tan intensa de la vida que a menudo, de forma puntual o durante un tiempo prolongado, no es sencillo encontrar la ansiada felicidad. Las emociones están a flor de piel, el cansancio mental y físico se acumulan por momentos y aparecen entonces las emociones negativas. No hay que culparse por ello porque son muchos los padres y madres que se sienten así en algún momento de la crianza, pero sí es conveniente intentar ponerle remedio.
Cuando las emociones negativas parecen imponerse y encontramos un camino hacia la felicidad lleno de trampas, los adultos tratamos de buscar soluciones —pedimos ayuda profesional, buscamos bajar el ritmo, cambiamos nuestros hábitos…—. Pero al mismo tiempo, es importante entender durante la crianza de los hijos que los niños también pueden pasar por épocas complicadas a nivel emocional. De hecho, psicólogos como Álvaro Bilbao comparten trucos para que los niños aprendan a sobrellevar emociones negativas.
También lo hacen en el artículo divulgativo ‘Ser padres no es fácil: dos habilidades importantes pueden ayudar’ los expertos en salud de la universidad de Harvard, cuyos psicólogos valoran así el papel de los padres en el desarrollo emocional de los niños. Estos inciden precisamente en cómo se puede ayudar a los hijos a gestionar las emociones negativas en esas etapas convulsas que pueden experimentar. Lo hacen compartiendo dos herramientas eficaces en la gestión de las emociones negativas durante la crianza de los hijos. Habilidades que son aplicables a todas las etapas de la vida hasta la edad adulta: infancia, preadolescencia y adolescencia.

La primera de las habilidades en las que insisten los expertos en salud de la universidad de Harvard que los padres debemos poner en práctica de forma habitual en la crianza de los hijos es la validación.
El Dr. Chase Samsel,profesional del departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento del Boston Children's Hospital, un centro afiliado a Harvard, afirma que “cuando los padres utilizan la validación, le están afirmando a su hijo que está bien sentir emociones y que no deben reprimirse".
Además, continúa el doctor, de esta forma también demuestran los padres a los hijos que “comprenden sus sentimientos y su punto de vista, y establece confianza”. Todo esto es esencial, según el profesional de Harvard, “porque puede ayudar a que el niño se sienta apoyado y abierto a discutir soluciones".
Los expertos en salud de Harvard, con el doctor Samsel a la cabeza, insisten en la importancia de la validación. “Si se repite la validación cuando surgen crisis emocionales, el niño pronto se sentirá más cómodo expresando sus emociones. Una vez que reconozca que sus padres lo aceptan y no lo reprenderán, estará abierto a compartir detalles", apunta este último.

Por otro lado, la segunda habilidad para que los padres desarrollen y pongan en marcha durante la crianza de los hijos para ayudarles a gestionar sus emociones negativas y acercarles así un poquito más a la felicidad es practicar el reconocimiento.
Esto significa, en términos de gestión emocional, significa que desde Harvard nos animan a ayudar a nuestros hijos a reconocer eso que están sintiendo. "Puede resultar difícil para los padres reconocer la emoción genuina que está atravesando su hijo", afirma el Dr. Samsel, que recuerda la dificultad natural que tienen los niños para explicar lo que les está sucediendo. "Muchas veces, los niños tienen una reacción emocional pero no pueden explicar lo que está sucediendo, o no quieren hacerlo, o expresan varias emociones a la vez", dice.
En este sentido, el doctor de Harvard recuerda que las emociones en los niños que afloran pueden esconder otras emociones, sobre todo en la adolescencia. "En estos casos, basta con reconocer que están pasando por algo difícil", señala el Dr. Samsel al respecto.

Además de estas dos habilidades, los expertos en salud de Harvard, los mismos que recomiendan estos tres recursos para que las familias gestionen el estrés, mencionan algunas otras que, de manera secundaria, también impactan en la gestión emocional de los hijos y, por ende, en su camino hacia la felicidad. Dar ejemplo a nuestros hijos es una de ellas. Y es que, para el doctor Samsel, “es fundamental que los padres adopten estas estrategias cuando afronten sus propias emociones porque es una excelente manera de demostrar que las habilidades de afrontamiento ayudan a todos”.
El doctor de Harvard, a modo de conclusión, hace hincapié en que “los niños observan lo que hacen sus padres y, a menudo, imitan su comportamiento", por lo que “Si ven que usted trabaja constructivamente con sus emociones, estarán más dispuestos a hacer lo mismo".