Esta semana ha saltado a los medios de comunicación la noticia de un fichaje de relumbrón, que dirían los periodistas deportivos, aunque no se trata de la nueva estrella del Real Madrid, sino de una serie infantil histórica: Barrio Sésamo ha fichado por Netflix: 10 aprendizajes prácticos para tus hijos con la histórica serie de televisión. Una serie que ha educado y con la que han aprendido generaciones y generaciones de niños y niñas; muchos de ellos, padres y madres en la actualidad.
¿Recuerdas a Epi y Blas discutiendo sobre las cosas más absurdas? ¿A Coco explicando lo que está cerca y lo que está lejos mientras corría a lo loco por la pantalla? Barrio Sésamo es historia de la televisión, pero también es presente. Desde hace años, Max seguía emitiendo capítulos nuevos de la icónica serie familiar de Netflix, que en su versión original, la anglosajona, sigue teniendo una gran audiencia y un enorme impacto en las familias. No en vano, las grandes estrellas de la música, el cine o el deporte siguen aceptando la invitación del programa para participar.
La novedad, que se ha conocido esta semana, es que Barrio Sésamo se incorpora al catálogo de Netflix gracias a un acuerdo con Warner Bros. La plataforma, según adelantó IndieWire, sumará a su catálogo la mítica serie infantil, y no solo eso: incluirá tanto episodios clásicos como nuevos contenidos adaptados a la actualidad. ¿Una alegría para los nostálgicos? Sin duda. ¿Una herramienta educativa con potencial para nuestros peques? También.
Esta alianza entre Sesame Workshop (la organización educativa sin ánimo de lucro detrás de la serie) y Netflix representa un paso estratégico para acercar contenidos educativos de calidad a las nuevas generaciones, allí donde más consumen en la actualidad, las plataformas de streaming.
Con más de 50 años de historia, Barrio Sésamo ha sido una cantera de aprendizajes básicos envueltos en humor, canciones y personajes entrañables. Y ahora más que nunca, con niños y niñas hiperconectados y rodeados de contenidos de todo tipo, se agradece que se recupere un formato que entretiene... y enseña.

La historia de Barrio Sésamo, en nuestros salones durante medio siglo
Todo comenzó en 1969, cuando Joan Ganz Cooney y Lloyd Morrisett idearon un programa de televisión que combinara entretenimiento con educación preescolar, en un contexto en el que muchos niños y niñas estadounidenses no tenían acceso a la escuela infantil. Así nació “Sesame Street”, con marionetas creadas por Jim Henson (el creador de los Teleñecos) y una estructura basada en estudios de psicología cognitiva y desarrollo infantil. Algo que luego también hizo Pixar en su película de éxito Del Revés.
El impacto fue inmediato. No solo cautivó a millones de familias, sino que se convirtió en un modelo de televisión educativa replicado en todo el mundo. En España aterrizó en 1976 como parte de la programación de TVE bajo el nombre de Barrio Sésamo, adaptando personajes y contenidos al contexto local.
¿Te suenan Espinete, Don Pimpón o la panadera Chelo? Son parte de esa versión española que se mantuvo hasta mediados de los 90, y que muchos recordamos con una sonrisa… la sintonía pegadiza todavía resuena en la cabeza.
En los últimos años, Barrio Sésamo ha sabido reinventarse: se ha aliado con plataformas como YouTube, ha creado contenidos sobre salud emocional o diversidad, y ha sumado personajes que reflejan realidades sociales actuales. Su llegada a Netflix en español promete acercar este universo a nuevas audiencias... y a padres que, reconozcámoslo, vamos a poner un capítulo “para que lo vean los niños y niñas” y acabaremos viéndolo nosotros casi con más emoción que ellos y ellas.

10 aprendizajes prácticos que tus hijos pueden incorporar viendo “Barrio Sésamo”
Son muchos los aprendizajes que nos ha dejado (y sigue dejando) una serie como tan longeva y bien hecha como Barrio Sésamo desde el punto de vista de la infancia y la crianza. Hemos seleccionado diez, pero seguro que a ti, fan de la serie, se te ocurren muchos más:
Educación emocional desde lo cotidiano
Personajes como Elmo, Abby o el Monstruo de las Galletas ayudan a los peques a identificar emociones básicas, a ponerles nombre y a gestionarlas con recursos sencillos.
Rutinas y autonomía
Desde cómo lavarse las manos hasta cómo prepararse para dormir, muchos episodios incorporan pequeñas rutinas que los niños pueden imitar en casa.
Diversidad y respeto
La serie siempre ha promovido la inclusión de manera natural. Hay personajes de distintas etnias, capacidades y formas de ser, lo que favorece el desarrollo de la empatía.
Resolución de conflictos
Las peleas entre Epi y Blas no solo hacen reír: muestran cómo llegar a acuerdos, pedir perdón o expresar desacuerdos sin agresividad.
Alfabetización temprana
Canciones, rimas y juegos con letras y sonidos fomentan el desarrollo del lenguaje y la conciencia fonológica.

Numeración y lógica matemática
¿Quién no recuerda al Conde Draco contando hasta el infinito entre truenos? A través de la repetición y el humor, se asientan conceptos matemáticos básicos.
Pensamiento crítico y curiosidad
Muchos episodios parten de preguntas (“¿Por qué flota un barco?”, “¿Cómo se hace el pan?”) que promueven la observación y el razonamiento.
Cuidado del cuerpo y hábitos saludables
Desde comer frutas hasta moverse cada día, los mensajes sobre salud están muy presentes, siempre en clave de juego.
Conciencia social
En los últimos años se han abordado temas como la pérdida, el racismo o la pobreza con delicadeza y lenguaje adaptado a la infancia.
Coeducación y roles igualitarios
Aunque no siempre ha sido así, la serie ha evolucionado hacia modelos más equitativos, mostrando a niños y niñas con los mismos derechos, emociones y capacidades.
Para muchas familias, recuperar Barrio Sésamo será como abrir un viejo álbum de fotos y encontrar una postal del futuro: la infancia de tus hijos e hijas puede nutrirse de lo mismo que te hizo crecer a ti, pero con nuevos matices, nuevas voces, nuevos contextos.