Habrás oído alguna vez, incluso si vives en Oviedo o Lanzarote y no has pisado Madrid en tu vida, que esta es una ciudad “horrorosa” en verano por su calor infernal. Es probable que también te hayan quitado las ganas de venir en invierno porque “hace demasiado frío”, aunque no pensamos lo mismo muchos de quienes hemos crecido aquí —sus días soleados de invierno, aunque cortos, son una maravilla—. ¿Qué nos queda entonces para disfrutar de Madrid? Sin duda alguna, la primavera. Y, especialmente, Semana Santa, un momento estelar de la ciudad. Tanto que para nosotros, quedarnos en Madrid esta semana es uno de nuestros planes en familia favoritos.
Desde que montamos la asamblea familiar en casa para decidir qué planes hacer en Semana Santa que nos gusten a todos, ya estamos disfrutando de los beneficios que aporta Madrid en esta época del año. Es una forma inmejorable, quedarse en ella (o cerca, como es nuestro caso) para cultivar esa ‘slow live’, que diría Sara Carbonero, que tanto nos gusta.
Lo es, entre otras muchas cosas, porque media ciudad y media periferia se escapan pitando a la playa, deseosos de olerla y pisarla tras seis meses sin hacerlo. Sí, para los que nos gusta el mar pero no tanto la playa, esto se convierte en una ventaja cuando llega el calendario a semanas como esta. ¿Qué estaría bien acercar el mar a Madrid? Por supuesto, pero yo no cambio por (casi ) nada la posibilidad de quedarme con mi familia en Semana Santa.

Planes de ocio, deporte, cultura y hasta de gastronomía
Y es que en Madrid, en Semana Santa, se puede disfrutar de la ciudad de cabo a rabo del día. No hay un calor sofocante que te impida salir a la calle en las horas centrales del día. A cambio, hay 20-25 grados de días soleados (al menos este año) que contagian de buen rollo a la ciudad. Es difícil no cruzarse con personas sonrientes por sus calles y espacios en Semana Santa: la ciudad para el reloj, la prisa se aparca, y eso ayuda a que sea todavía más estimulante quedarse en Madrid en Semana Santa.
Encima, si tienes niños y niñas pequeños, es en primavera cuando Madrid ofrece más alternativas de ocio, deporte y cultura. Puedes coger las bicis, los patines o los patinetes y perderte por sus parques, que están envueltos en la explosión de color característica de la primavera ya estos días. El parque Juan Carlos I, Madrid Río, el parque Tierno Galván y tantos y tantos otros espacios verdes que en Semana Santa son una gozada recorrer con niños.
Por supuesto, a ellos añado el Retiro, en el que estos días no hace falta pedir la vez para tumbarte en sus praderas, aunque gente, en el Retiro, siempre hay. Pero es un disfrute pasearlo en Semana Santa, y más con peques, que se lo pasan igual de bien viendo a los pavos reales en los jardines de Cecilio Rodríguez que haciendo “el mono” en sus muchas áreas infantiles, que montando en barca u observando a los artistas urbanos que nutren de vida y cultura este espacio emblemático de la ciudad.

Qué decir, además, de la oferta gastronómica de la ciudad, con sus restaurantes, pastelerías y mercados en ebullición, gozando de una salud de hierro en este momento. Un brunch, unas tapas, una comida más familiar o una cena con amigos y amigas, hasta un café en sus terrazas sabe especial en estos días primaverales de Semana Santa.
Esta se suma, por supuesto, a la propuesta cultural de Madrid, que siempre es inabarcable. Lo que falta habitualmente es tiempo para disfrutar de ella, y afortunadamente en Semana Santa lo que no falta es tiempo (aunque tampoco sobra). Nosotros aprovechamos estos días para tachar de la lista de pendientes varios planes familiares que teníamos apuntados desde hace tiempo.
Y a todo lo mencionado falta añadir un detalle más como atractivo de Madrid con niños en Semana Santa: la ciudad se convierte estos días es espacio de convivencia. Turistas y locales, creyentes y curiosos, se juntan en las calles del centro para disfrutar con las procesiones de Semana Santa que recorren estos días la ciudad. Sin duda alguna, aunque hay la fama es para Sevilla, Málaga o Valladolid, la Semana Santa religiosa de Madrid también es un atractivo para quedarse si practicáis la fe.
Prometo que no trabajo en Turismo del Ayuntamiento, y prometo también que no esto no lo digo como consuelo de tontos porque no nos vamos de vacaciones: Madrid en Semana Santa, con niños y sin ellos, en familia o con amigos, es un plan difícil de superar.