Tiempo de vacaciones, tiempo de descanso, de levantarse tarde y en muchas familias, demasiado tiempo delante de las pantallas para muchos niños y niñas.
¿Cómo conseguir que no lo ocupen todo los dispositivos móviles, las pantallas y las redes sociales, en el ocio de nuestros hijos cuando llegan las vacaciones? ¿Cómo lograr que dejen algo de espacio para la lectura que les va a aportar tantos beneficios, aunque ellos no sean conscientes todavía?
María Russo ha sido durante un tiempo editora de libros infantiles en el New York Times, es coautora junto con Pamela Paul del libro “How to rise a reader” y está convencida de que aunque las pantallas estén casi dominando la vida de nuestros hijos, aún podemos reconducirlos hacia los libros, aunque no sea una tarea fácil.
Pasión por leer
Siempre hay cerca casos inspiradores como el de María Lorenzo Valero, una adolescente de 16 años apasionada por la lectura que ha escrito su primera novela y con ella se ha llevado nada menos que el XIX Premio Jordi Serra i Fabra para jóvenes escritores.
A María si le das a elegir a la hora de pasar el rato en verano, lo tiene clarísimo, ella se decanta por un libro, de hecho ahora mismo está enfrascada en la lectura de “Un día en la vida de Abdel Salama. Anatomía de una tragedia en Jerusalén”, de Nathan Thrall. Un libro que ganó el Premio Pulitzer 2024 en la categoría de no ficción, un relato de esos que te remueven por dentro, sobre la vida diaria de la población palestina bajo la ocupación israelí.
“Mi pasión por la lectura y la escritura surge desde que era muy pequeñita. Recuerdo que mi madre se sentaba conmigo a leer y a partir de ahí he devorado libros durante toda mi infancia y ahora, siempre que tengo oportunidad”, comenta María.
Si le preguntan por un libro o una autora con la que ella sintiera que pasó de la lectura infantil a empezar a transitar por los libros de adultos, María habla de Laura Gallego, “mi primer contacto con la fantasía, tanto Las memorias de Idhún como Las crónicas de la Torre.”
Y ya puestos, le pedimos que nos diera tres de sus recomendaciones más personales, esos tres libros con los que alejar de las pantallas estas vacaciones a nuestros hijos o hijas, al menos durante un tiempo y ella nos recomendó:
- El fabricante de muñecas, de R.M. Romero
- La luz que no puedes ver, de Anthony Doerr
- El nombre de la rosa, de Umberto Ecco
Más libros y menos pantallas
“Si quieres que los niños se conviertan en lectores tienes que ayudarles a encontrar libros que les gusten”, apunta la ex editora de libros infantiles María Russo, “eso quiere decir que tu trabajo no es tanto darles la lata para que lean, ni quitarles los dispositivos, sino ayudarlos a descubrir el tipo de libros que más les gustan”.
A veces, el empujón a la lectura o a la escritura puede venir de donde menos lo imaginamos. A María Lorenzo, le vino por ejemplo de una actividad que les propusieron a los alumnos de su clase, una actividad que consistía en acudir a charlar y a escuchar a los ancianos que viven en las residencias de su ciudad.
Allí, escuchando se encontró con la historia con la que construyó su primera novela, “El muñeco del maestro”, una historia inspirada en la vida y los recuerdos de una de las ancianas con las que compartió tiempo y memoria.
“Disfruté mucho porque sobre todo lo que hice fue recoger historias de las personas de la residencia”, nos comenta la propia María, “me llamó especialmente la atención el relato de esta anciana que hablaba con muchísimo cariño de su profesor, algo que me llamó mucho la atención y es que a pesar de que la mujer tiene alzheimer recordaba perfectamente a su maestro, así que pensé que ese maestro tuvo que hacer algo muy especial para que ella lo recordase con tanta vividez.”
“El muñeco del maestro”, de María Lorenzo Valero, puede ser una lectura perfecta para este verano, para sacar un poco las pantallas de las manos y las cabezas de nuestros hijos.

TAMBIÉN PUEDES LEER: