Japón se enfrenta a lo que podría empezar a ser una nueva pandemia, la que hace que los estudiantes no quieran ir al colegio.
No se trata de que no les apetezca por cualquier motivo como nos puede pasar cualquier día en cualquiera de nuestras casas, el problema es tal que el inicio del curso académico coincide con el periodo en el que más suicidios se producen en el país.
Hasta llegar a ese desenlace hay todo un proceso que empieza por el absentismo escolar durante más de treinta días, lo que han definido en Japón con el término “futoko”. Niños y niñas que no van a la escuela, no es que tengan ningún problema de salud puntual que pudiera justificarlo o que vivan en una situación de precariedad económica. No es así según los datos que manejan las autoridades del país.
Clases sin niños
Durante el curso del 2022, el número de niños y niñas que no acudieron a clase sin tener un motivo justificado llegó a las cifras más altas conocidas, más de 100.000 estudiantes sólo de educación primaria y casi 200.000 estudiantes de centros de educación secundaria.
Según los datos del Ministerio de Educación de Japón, son cifras que suponen que más del 3% de los estudiantes del país no fueron a clase durante más de 30 días durante el pasado curso. Un tanto por ciento que no deja de crecer si se comparan las cifras de los años anteriores.
Un problema a largo plazo
Los niños que no acuden a clase, que no van al colegio, los llamados “futoko” en Japón, suelen presentar dificultades de aprendizaje, pueden llegar a mostrar signos de ansiedad importantes e incluso distintos problemas psicológicos y a todo ello hay que añadirle que el hecho de abandonar sus estudios puede acarrearles problemas a largo plazo en su vida personal y profesional.
Otro de esos problemas a los que se están enfrentando las familias y las autoridades niponas es el alto riesgo que presentan estos niños y niñas de aislarse de la sociedad por completo encerrándose en sus dormitorios.
La soledad es otra de las vertientes sobre las que están trabajando las administraciones en Japón, de hecho han creado recientemente un Ministerio de la Soledad con el que pretenden frenar el avance de la que parece una nueva pandemia en este país.

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