La maternidad en el siglo XXI ha evolucionado hacia un rol multifacético que exige a las mujeres ser cuidadoras, profesionales, gestoras del hogar y mucho más. Este ritmo frenético, tiene un costo muy importante que es el estrés crónico y todo lo que se ve afectado en la salud física, emocional y psicológica por este estrés crónico en el que viven la mayoría de las madres. Según un estudio publicado en el Journal of Oral Medicine and Oral Surgery, las madres trabajadoras con altos niveles de estrés tienen un 65% más de probabilidades de desarrollar problemas periodontales, una afección que puede comprometer seriamente la salud bucal y general.
El estrés no solo afecta nuestra mente, también tiene consecuencias físicas profundas. La doctora Irene Esteve, odontóloga especializada en estética dentofacial, explica que el estrés crónico debilita el sistema inmunológico, creando un entorno propicio para que las bacterias dañinas proliferen en la boca. Esto puede desencadenar enfermedades como la periodontitis, una inflamación severa que destruye progresivamente el hueso que sostiene los dientes.
Además, el estrés reduce la producción de saliva, lo que provoca xerostomía o "boca seca". Sin esta protección natural, los dientes son más vulnerables a la desmineralización y al deterioro acelerado. Este fenómeno se agrava cuando las madres descuidan su higiene bucal debido a las múltiples responsabilidades diarias.
Más allá de los aspectos físicos, la salud bucal también tiene implicaciones emocionales y sociales. Una sonrisa saludable no solo es estética; es un reflejo de bienestar integral. La doctora Esteve subraya que cuidar nuestra salud dental no debe considerarse un lujo sino una necesidad básica. Sin embargo, muchas madres priorizan otras áreas de su vida antes que su propio autocuidado.

Bruxismo: el enemigo (no tan) silencioso
Uno de los efectos más comunes del estrés es el bruxismo, o rechinar los dientes, especialmente durante la noche. Según datos recientes, hasta el 47% de las madres modernas experimentan este problema. El bruxismo puede causar desgaste prematuro del esmalte dental, sensibilidad extrema e incluso fracturas dentales. A largo plazo, este hábito inconsciente puede derivar en dolor mandibular y problemas funcionales.
La relación entre el estrés y la salud bucal ha sido ampliamente estudiada. Un análisis publicado en Oral Health & Preventive Dentistry demostró que las intervenciones para manejar el estrés pueden reducir significativamente los problemas periodontales en mujeres. Entre estas intervenciones destacan técnicas como el mindfulness, ejercicios de respiración y chequeos dentales regulares.
Por otro lado, investigaciones realizadas por la Universidad de California han señalado que el cortisol—la hormona del estrés—no solo afecta las encías directamente sino que también altera los mecanismos inmunológicos del cuerpo, aumentando la susceptibilidad a infecciones e inflamaciones.

La necesidad de cuidarse
El estudio realizado por el Journal of Dental Research no solo arroja luz sobre los efectos físicos del estrés; también invita a reflexionar sobre cómo las madres pueden priorizar su bienestar integral. En palabras de la doctora Esteve: “Más allá de los dientes blancos y alineados, una sonrisa saludable es un reflejo de bienestar integral”.
En este sentido, es crucial fomentar espacios donde las madres puedan hablar abiertamente sobre sus desafíos emocionales y físicos. Incorporar prácticas como yoga o meditación en su rutina diaria podría ser clave para reducir los niveles de estrés y mejorar tanto su calidad de vida como su salud dental. La doctora Irene Esteve propone estrategias sencillas pero efectivas para mitigar los efectos del estrés en la salud dental:
- Mindfulness bucal: Dedica cinco minutos diarios a una limpieza consciente y relajada.
- Las técnicas de respiración o algunas de las técnicas científicas para cultivar la calma, también ayudan a reducir la tensión mandibular provocada por el bruxismo.
- Chequeos preventivos: Visitar al dentista cada seis meses no debería ser visto como una obligación sino como un acto de amor propio.
Además, adoptar hábitos saludables como mantener una dieta equilibrada y evitar sustancias perjudiciales (tabaco o alcohol) puede marcar una diferencia significativa en la prevención de enfermedades bucales relacionadas con el estrés e incluso, aprender técnicas planteadas por distintos expertos, para tratar en la medida de lo posible, de evitar el estrés del tiempo en la crianza.
Referencias
- Monica Macrì, Giuseppe D’Albis, Vincenzo D’Albis, Anna Antonacci, Antonia Abbinante, Riccardo Stefanelli, Francesco Pegreffi, Felice Festa. 2024. “Periodontal Health and Its Relationship with Psychological Stress: A Cross-Sectional Study”. Journal of Clinical Medicine. https://doi.org/10.3390/jcm13102942
- Sapanpuneet Kaur, Jaskiran Nain. 2019. "Effect of Stress on the Oral Health." Journal of Advanced Medical and Dental Sciences Research. https://jamdsr.com/uploadfiles/29STRESSDENTALHEALTHpp118-122.20190511055928.pdf
- A Vasiliou, K Shankardass, R Nisenbaum, C Quiñonez. 2016. "Current stress and poor oral health". DOI: 10.1186/s12903-016-0284-y

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