El Colegio Reggio, en Encinar de los Reyes, en Madrid, ha sido elegido como uno de los cinco mejores edificios europeos candidatos a llevarse el Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, que se otorga cada dos años y con el que se reconoce y recompensa la calidad de la producción arquitectónica en Europa.
El jurado irá visitando cada uno de los cinco edificios clasificados que son: el Colegio Reggio, en España; el Plato Contemporany Art Gallery, en la República Checa; el Pabellón de Estudios del Campus de la Universidad Técnica de Braunschweig, en Alemania; el Renacimiento del Convento Saint-François en Sainte-Lucie-de-Tallano, en Francia y Häge en Lund, en Suecia. Para decidir el próximo día 25 de abril, cuál de ellos es el edificio ganador del Premio Mies van der Rohe.
El año pasado, el nuevo edificio del Colegio Reggio se llevó el premio FAD de arquitectura ex aequo, junto con la Biblioteca Gabriel García Márquez de Barcelona.
El responsable de este edificio, el arquitecto Andrés Jaque, reconocía la relación entre el entorno y la pedagogía del centro porque, como comentaba a los medios de comunicación, “son pedagogías que reconocen esa participación de lo arquitectónico en las labores de aprendizaje.”
Aprender en todos los rincones
Esa es la base del centro, que el aprendizaje se debe fomentar en todos los rincones, como si fuera un único espacio en el que no hay diferencias entre alumnos y profesores y donde se promueve la experiencia cotidiana como fuente pedagógica.
La arquitectura más tradicional de los centros educativos está vertebrada a partir de la vigilancia del alumnado y su homogeneización, en este sentido Andrés Jaque apostó por una arquitectura diferente en la que los niños y las niñas puedan desarrollar su propia forma de interactuar, que ganen en relaciones sociales y en una apreciación medioambiental, material y cultural del mundo que les rodea.
El centro se organiza desde una progresión vertical, de abajo hacia arriba. La planta inferior es la más vinculada al suelo y aquí se han ubicado las aulas de los alumnos más pequeños, que según van creciendo y progresando en su educación, van desplazándose hacia los pisos superiores del edificio.
Las instalaciones en conjunto del Colegio Reggio, la gestión de los recursos e incluso el almacenaje imprescindible en cualquier centro educativo, se han integrado como parte de los procesos a los que la nueva arquitectura del centro da acceso.
Se trata de que los niños que forman parte durante muchos años de esta comunidad escolar, crezcan y evolucionen integrando los procesos de los que en definitiva, dependen y dependerán también sus propias vidas en el futuro.
TAMBIÉN LEE: