Mar Romera ha escrito distintos libros sobre educación, infancia y escuela. Además de dar numerosas charlas y conferencias en las que ha compartido ideas tan sensatas y a veces tan disruptivas como cuando señala que “no damos a los niños permiso de equivocarse, de vivir o de fracasar, los obligamos al éxito” y así, no les estamos enseñando a “ser” que es lo que deberíamos hacer como sociedad.
Ella añade, en una de esas charlas que ha compartido con profesoras, maestras y alumnos que “esta sociedad piensa que cuanto más contenido os demos, mucho mejor os preparamos y sin embargo, os preparamos muchísimo mejor cuantas más estrategias para el fracaso os podamos dar.”
Enseñar a SER
Para Mar Romera el maestro y la maestra son educadores, “lo que significa hablar del desarrollo integral de la persona” y sin embargo, en la actualidad no se enfoca en ese desarrollo integral sino más bien en la acumulación de conocimientos.
Los profesores y profesoras están obligados a enseñar a sus alumnos y alumnas a saber más y no a ser más o a ser mejor aunque Romera deja claro que “el maestro no es un terapeuta, cuando hay una dificultad real o un trauma hay que tratar con un terapeuta”.
Pero sí es conveniente ir enseñando al niño y a la niña, tanto en la escuela como en la familia lo que ella define como un “entrenamiento emocional” que en la actualidad parece que nos hemos olvidado, “primero perderé en una partida de parchís, después una amiga no me invitará a su cumple,... si me has evitado todo el proceso de adaptación y entrenamiento emocional no estoy preparado” cuando por ejemplo llega un desengaño amoroso en la adolescencia o hay que afrontar la pérdida de un ser querido.
“Lo hacemos porque los amamos de una forma incondicional y los sobreprotegemos, pero no podemos evitarles las caídas. Necesitamos someterlos a la caída para hacerlos fuertes levantándose y no levantándolos nosotros.”
Mar Romera preside la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci y es la autora del modelo pedagógico denominado “Educar con tres Ces: Capacidades, Competencias y Corazón.”
Para ella “la vida es un gran regalo y no es más divertida porque no dejamos que lo sea” y eso va muy en consonancia a la necesidad que ella plantea de “entrenamiento emocional” que necesitan nuestros hijos e hijas para crecer y ser felices.
Aprender a SER
Romera critica que a “estas generaciones la escuela sigue empeñada en enseñarles a leer pero ¿quién les enseña a vivir?”
Refiriéndose a nuestras hijas e hijos ella señala que “viven en un campo de concentración de ricos” en el que se les aisla de todos los sentimientos menos cómodos o más ingratos y según puntualiza Mar Romera “por apuntes no se puede enseñar a vivir.”
La realidad de las familias ha cambiado y no puede negarse la evidencia “hoy los padres necesitamos a la escuela para que enseñen a vivir y no tanto para que enseñen a leer. No les damos el permiso de equivocarse, de vivir, de fracasar. Les obligamos al éxito, al aplauso fácil y a poco que sopla el viento se nos vienen abajo.”
Su consejo para todos los padres y las madres sería claramente “permíteles que vivan para que se equivoquen” porque es la única forma de que aprendan a ser personas completas desde que son niños.

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