Hay juguetes que pasan de generación en generación de abuelos y padres a hijos. Son una pequeña selección de productos que han trascendido a su época hasta convertirse en marcas conocidas a nivel mundial. Le pasa a Barbie, sin ir más lejos, y también a las fichas de construcción más conocidas del planeta, los Lego.
Si bien han virado de rumbo en los últimos años hacia construcciones basadas en películas y series populares, algunas de ellas de creación propia como Lego Friends o Ninjago, con los Lego se puede seguir jugando como toda la vida. Su línea clásica sigue siendo uno de los mejores recursos para enseñar y aprender de forma lúdica conceptos matemáticos y también creativos, dado que permiten a los más pequeños (y a los mayores) dar rienda suelta a su imaginación.
Pero es que, además de ser un elemento de ocio ideal con independencia de la edad de los peques de la casa, las fichas de Lego son un recurso perfecto para enseñar cálculo a los más pequeños, que pueden aprender jugando con fichas que adoran.
Por ejemplo, se pueden aprovechar los “ladrillos” de Lego para crear dinámicas sencillas que permitan a los niños más pequeños practicar el cálculo a base de contar fichas. Una opción es invitarles a hacer una construcción libre con diez fichas. O bien, retándoles a justo lo contrario: pedirles que desmonten una construcción de Lego y cuenten cuántas piezas tiene.
A partir de aquí, la dinámica se puede complicar en número de piezas y formato de juego. Por ejemplo, podéis utilizar la misma base para practicar conceptos matemáticos propios del cálculo como la mitad o el doble. ¿Cómo? Dándoles 10 piezas y diciéndoles que tienen que construir algo con el doble.
Al fin y al cabo, son dinámicas de aprendizaje lúdico que no se diferencian de lo que se puede hacer con legumbres, por ejemplo, pero con una ventaja extra: les estimula mucho el poder complementar el ejercicio de cálculo con una construcción, trabajando así, además, su creatividad.

Sucesiones de piezas
Otra dinámica para practicar cálculo con piezas de Lego es la construcción de sucesiones sencillas de piezas Lego. Las famosas “series” que dicen los peques cuando aprenden matemáticas sencillas.
Para ello, solo tenéis que proponerles que utilicen varios colores y creen ellos sus propios patrones. O bien podéis jugar a que los peques copien un patrón base que les dais vosotros. Depende de la edad y de los objetivos concreto que queráis trabajar a través de las piezas de Lego.
Estas dinámicas sencillas, como decíamos antes, se pueden ir complicando con la edad. Pero, al mismo tiempo, dan mucho más juego, y eso ayudará para generar curiosidad y motivación en los niños y niñas a medida que crecen. Incluso en los adultos: ¿o es que no te apetece picarte contigo a ti también si te proponemos construir una figura con 100 fichas, por ejemplo? Y si le ponemos tiempo límite al juego, todavía te motiva más, ¿verdad?
Es lo que tiene Lego, que es un recurso lúdico educativo muy versátil, que se puede ajustar a todos los gustos, edades y objetivos. De hecho, también puedes aprender y enseñar cálculo a través de las simetrías, otra idea más para que puedas utilizar los “ladrillos” de Lego con tus hijos si quieres que practiquen cálculo y mates desde el juego.