El cerebro de los niños con altas capacidades crece de forma distinta

Es uno de los detalles claves en el estudio de las altas capacidades que la ciencia ha descubierto en los últimos años: el cerebro se desarrolla de manera distinta en la alta capacidad.
Nombres de niño que empiezan por D

La ciencia y la inversión en investigación ha permitido avanzar de forma sobresaliente en el campo de las altas capacidades en los últimos años. En concreto, los descubrimientos de la neurociencia han posibilitado que hoy conozcamos mucho mejor cómo funciona el cerebro en las distintas etapas de la vida, y también cómo lo hace un cerebro de un niño con altas capacidades en comparación con un cerebro de una persona que no las presenta.

Por ejemplo, la ciencia ha demostrado que en los cerebros con altas capacidades se produce “una fuerte activación de la red fronto-parietal que se da durante tareas de razonamiento, particularmente en la corteza parietal posterior, demostrando una vez más, que dichas localizaciones podrían ser los correlatos neuronales de la inteligencia superior”, explican desde el gabinete psicológico Diversia. Esto explica que los cerebros con alta capacidad presenten “ una actividad más específica y simultánea de las redes selectivamente activadas y una mayor eficiencia”, añaden.

Traducido a un lenguaje menos técnico, lo que la ciencia ha mostrado es que el cerebro de los niños con altas capacidades destaca por características como “la precocidad, profundidad y complejidad, rapidez y eficacia, mayor comprensión, estilo abstracto, predilección por el pensamiento creativo y establecimiento de conexiones inusuales”, detallan desde el gabinete psicólogico Diversia.

En la misma línea se expresa en este estudio los investigadores Sylvia Sastre-Riba y Tomás Ortiz: “Las evidencias neurocientíficas mediante electroencefalografía u otras técnicas de imaginería mental muestran que el cerebro, como correlato estructural de la alta capacidad intelectual, tiene mayor eficiencia neural, interconectividad y diferencias en la citoarquitectura”. En el estudio, denominado Neurofuncionalidad ejecutiva: estudio comparativo en las altas capacidades, los dos autores explican que el cerebro con altas capacidades “es un cerebro que captura, comprende e interpreta la realidad de forma cualitativamente diferente”, y esto se debe a que “las diferencias neuronales son estructurales y la alta capacidad intelectual emerge de su plasticidad funcional”. 

Niño jugando con letras

También crece diferente

Otra de las cuestiones más interesantes que conocemos del cerebro de altas capacidades gracias a los avances de la investigación científica es que no solo es distinto y funciona distinto al cerebro común, sino que también se desarrolla de una forma diferente a este.

En un estudio publicado hace unos años en la revista Nature, profesionales del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos y la Universidad de Montreal (Canadá) demostraron por primera vez que el cerebro crece de forma distinta en los niños con altas capacidades.

La investigación se prolongó durante 17 años, entre 1989 y 2006, y siguió a 307 niños de Bethesda, Maryland (Washington) durante todo ese tiempo. A los niños de la muestra se les sometió a distintos escáneres cerebrales con periodicidad regular. El estudio concluye que las altas capacidades están relacionadas con el desarrollo morfológico del cerebro y su configuración morfológica final.

A grandes rasgos, y por no entrar en detalles muy técnicos, lo que mostró la investigación es que el córtex desarrolla un mayor grosor a medida que el menor crece y luego disminuye. En concreto, según el estudio, son mayores algunas zonas del lóbulo frontal del córtex en las personas con mayor coeficiente intelectual. Sin embargo, en la infancia, el córtex era más delgado en los niños con inteligencia superior que en los que tenían una inteligencia media. En estos últimos, el grosor máximo del córtex se alcanzó alrededor de los 7 u 8 años y en los niños de inteligencia superior incluidos en la muestra del estudio, el córtex siguió creciendo hasta alcanzar el grosor máximo a los 13 años.

Niño escribiendo

En este artículo divulgativo, Marta Iglesias Martín, psicóloga experta en altas capacidades, disecciona el estudio que demostró por primera vez cómo el cerebro de niños con altas capacidades crece de un modo distinto al de los peques que no las tienen.

Sin embargo, todo lo que la ciencia ha demostrado sobre el cerebro de las personas con altas capacidades hasta la fecha no garantiza que se pueda exprimir el potencial que dichos cerebros tienen. Esto es, tener un cerebro de altas capacidades no garantiza la excelencia académica, por ejemplo. El motivo, del que ya hemos hablado en otras piezas, es que el desarrollo de las altas capacidades depende también de multitud de factores ambientales.

Lo exponen, a modo de conclusión, también en su estudio Neurofuncionalidad ejecutiva: estudio comparativo en las altas capacidades los investigadores Sylvia Sastre-Riba y Tomás Ortiz. “Es un cerebro preparado para una mejor regulación ejecutiva que no siempre guarda relación directa con la excelencia y la eminente manifestación de su potencialidad porque precisa de otros condicionantes como la motivación, la organización del conocimiento, rasgos personales de temperamento o perfeccionismo, y condicionantes exógenos”, concluyen.

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