Ser creativos es una singularidad del ser humano que se relaciona directamente con el progreso y el bienestar social porque nos permite cambiar las cosas, nuestro entorno a través de la creación, la resolución de los grandes o pequeños retos que se nos presentan a todos cada día.
Si queremos que nuestras hijas e hijos se desarrollen como personas independientes en su modo de pensar, que puedan y sepan asimilar correctamente las situaciones que viven, que sepan razonar y cuestionar y que sean sensibles a su entorno, es imprescindible que potenciemos en ellos su creatividad, para que aprendan de ese modo a conocerse a sí mismos y sus capacidades.

Beneficios de fomentar la creatividad infantil
Si tenemos en cuenta que la creatividad es una cualidad indispensable para nuestra existencia, una llave que puede aplicarse a cualquier aspecto y momento de la vida humana, entendemos que su importancia es vital.
¿Cuáles son los principales beneficios que van a obtener nuestros hijos si fomentamos su creatividad a cualquier edad? Según algunos de los autores más importantes que han investigado en este campo, estos serían los mayores beneficios:
- Mejora su desarrollo cognitivo: Porque la creatividad estimula el pensamiento divergente o lateral, lo que permite encontrar múltiples ideas o soluciones ante un problema.
- Mejora su desarrollo emocional: Proporciona una forma de expresión emocional que les ayuda a comprender y sobre todo, manejar sus propios sentimientos.
- Mejora su desarrollo social: Al ser más creativos pueden aprender a colaborar, a compartir ideas, a participar de manera constructiva en actividades en grupo.
- Mejora su autoestima: Al ver que sus ideas y propuestas son valoradas y apreciadas aunque no siempre sean las más idóneas se sienten más seguros de sí mismos.
- Desarrolla la capacidad de resolución de problemas: Incrementan sus habilidades para resolver problemas o retos en el día a día, una capacidad que les será muy útil en su vida diaria cuando lleguen a la edad adulta.
- Desarrolla sus habilidades motoras: Actividades como dibujar, pintar o modelar entre otras, ayudan a desarrollar la psicomotricidad fina en los niños más pequeños, al mismo tiempo que trabajan su creatividad.
- Potencia la imaginación y el pensamiento abstracto: Y permite a los niños y niñas explorar ideas, conceptos y mundos imaginarios a través de los que van desarrollando habilidades de pensamiento crítico y creativo, de gran utilidad tanto en la infancia como en la edad adulta.
- Afianza la autenticidad y el autoconcepto: Porque les permite expresar su individualidad y su originalidad, les ayuda a desarrollar un sentido propio de sí mismos y a defender su propia autenticidad, su personalidad única.
Cómo fomentar la creatividad infantil
Realmente todo lo que nuestros hijos e hijas necesitan para desarrollar su propia creatividad es libertad y compañía, como también señala el método de educación basado en la filosofía de María Montessori.
Se trata de facilitar que sean ellos mismos por lo que podemos fomentar su creatividad proponiendo actividades en las que puedan expresar su individualidad con libertad.
En este sentido, el trabajo de E. Paul Torrance sobre la naturaleza de la creatividad tiene mucha importancia ya que él insistía en la enseñanza explícita de la misma, la definía como una habilidad que requiere una instrucción para desarrollarse.
Reconocido a nivel internacional como “el padre de la creatividad”, definió los cuatro elementos de la creatividad y la necesidad de desarrollarlos y trabajarlos mediante propuestas específicas.
Algunas de esas propuestas son tan sencillas como:
- Que participen en la decoración de su dormitorio. Esto lo podemos plantear prácticamente a cualquier edad, desde la más tierna infancia hasta la adolescencia. De hecho, con el paso del tiempo, la habitación va modificando sus usos hasta convertirse en el entorno seguro de los adolescentes, por eso que ellos y ellas se encarguen de hacer confortable su entorno es algo en lo que van a poder desarrollar su vena más creativa con facilidad.
- Un safari fotográfico. En cualquier rincón de la casa, del jardín, en el parque más cercano, en un museo o incluso durante la comida en un restaurante. La fotografía, sobre todo para adolescentes que ya disponen de teléfono móvil de forma habitual, es un ejercicio en el que desarrollar su creatividad de forma ilimitada que afecta muy positivamente a distintos aspectos de su desarrollo, desde fomentar su capacidad para expresarse a mejorar su capacidad de analizar en contexto y el entorno.
- Las manualidades. Quizás más enfocadas a los más pequeños, son actividades que nos pueden acompañar a lo largo de toda su infancia, desde pinturas a cuentas de colores, pasando por cartulinas y pegamento o plastilina. Hacer manualidades puede ayudarle a conocerse mejor a través del desarrollo de su creatividad.
- Los juegos de mesa. Los que se enfocan más en la colaboración que en la competición, son los que fomentan habilidades como la estrategia y la concentración, así como la creatividad para resolver problemas. Una tarde de juegos de mesa para todos puede dar mucho de sí y ser un entorno amable y constructivo para el aprendizaje.
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