Los cristales de urato o infarto úrico del recién nacido son una condición muy común que se manifiesta como manchas de color rojo o anaranjado en el pañal, por lo que supone una preocupación importante para los padres, que confunden estas manchas con sangre. En este artículo te explicamos cuáles son las causas y en qué circunstancias es preciso consultar con el pediatra de tu hijo.

¿Qué son esas manchitas naranjas? ¿Nos vamos corriendo a Urgencias?
Tranquilidad: si tu recién nacido tiene menos de una semana de vida, entra dentro de la normalidad que aparezcan estas manchas en el pañal.
El ácido úrico es una sustancia que se produce sobre todo en el hígado. La excreción de sales de ácido úrico en forma de cristales en la orina es lo que produce estas manchas en el pañal. Los cristales se forman porque los primeros días de vida, la orina de los recién nacidos es más concentrada. También se cree que puede tener relación con la toma del calostro. El calostro es la primera leche que produce la mujer para el recién nacido, y es el alimento más completo para él. Debido a sus propiedades, el calostro puede hacer un poco más ácida la orina y provocar que el ácido úrico precipite y forme los cristales de urato o infarto úrico.
Entonces, ¿qué hacemos?

Si tu bebé tiene menos de una semana de vida, no hay que hacer nada. Tan solo continuar ofreciendo el pecho a demanda (o fórmula, en caso de que no se haya optado por lactancia materna) para asegurar que el bebé mantenga un adecuado estado de hidratación. Si todo va bien, dejaréis de ver estas manchitas en unos días y ya está.
¿Cuándo debo consultar a mi pediatra?
En caso de que el bebé tenga más de una semana de vida, estas manchas anaranjadas pueden indicar cierto grado de deshidratación, y puede hacernos sospechar que el bebé no esté recibiendo suficiente leche. Otros signos de deshidratación en un recién nacido son que haga poco pipí, que esté poco reactivo o pase muchas horas durmiendo o que esté irritable. También podemos observar mucosas secas (labios o mucosa oral) y que el bebé no gane peso de forma adecuada. En todos estos supuestos, debemos consultar con nuestro pediatra para indagar en las causas de esta posible deshidratación y asegurar la adecuada ingesta del bebé.
En la mayoría de casos de lactancia materna en los que el bebé no recibe suficiente leche, el problema no suele estar en la producción materna si no en otros factores, como por ejemplo el agarre, una mala técnica, ofrecer el pecho con horarios… Por eso también es importante la valoración por un profesional experto en lactancia materna para estudiar el problema a fondo.
¿Y si veo que tiene sangre en el pañal?

Hay otra condición frecuente en las recién nacidas niñas, que es que se produzca una pequeña menstruación o sangrado por la vagina, debido a la exposición del bebé durante el embarazo a las hormonas maternas. A esto se le llama menarquia neonatal. Este sangrado suele ser muy escaso y dura poco tiempo. En caso de duda, siempre deberemos consultar con el pediatra para poder distinguirlo de otras causas de sangrado genital.