Las redes sociales no solo están llenas de haters. Entre todo ese ruido y esa niebla que no nos deja ver a nuestro alrededor se esconde un paisaje precioso poblado en este caso por divulgadores de especialidades que comparten su experiencia y conocimientos. Muchos y muchas de estos divulgadores son profesionales vinculados a la crianza y la educación de los niños: psicólogas especializadas en altas capacidades que comparten consejos contra el exceso de empatía en las altas capacidades intelectuales, pediatras como Mar López Sureda, que desaconseja por seguridad estos cuatro hábitos muy habituales en la crianza de los bebés, o psicoterapeutas como Raga Guerrero, que explica cuál es mayor miedo de los niños. También hay maestros como Manu Sánchez, experto en la enseñanza a través de lo juegos.
En esta pieza nos detenemos precisamente en la educación y el aprendizaje a través del juego, una metodología que cada vez cuenta con más profes adeptos que la ponen en práctica en sus clases. Ahora que la vuelta al cole es protagonista, son fechas inmejorables para reivindicar las virtudes de esta forma de aprender (y de enseñar).
La metodología en cuestión se llama Aprendizaje Basado en Juego y es también conocida por sus siglas, ABJ. Desde hace ya tiempo, más de una década incluso, esta forma de enseñar y de aprender ha ido ganando espacio en los colegios gracias al convencimiento de profesores y profesoras como el citado divulgador Manu Sánchez.

El autor del libro ‘En clase sí se juega’, además de creador de literatura infantil y juegos de mesa, tiene uno de los perfiles más interesantes en Instagram de los dedicados en castellano a esta metodología educativa activa. Es decir, una forma de aprender en la que el alumnado toma parte de su proceso de aprendizaje; participa en las actividades que se realizan en el aula y no es solo un mero espectador de lo que ocurre en el método tradicional de enseñanza, la llamada clase magistral. Es, en definitiva, un método de enseñanza que potencia la capacidad de aprender de tu hijo.
Los maestros que aplican la metodología Aprendizaje Basado en Juegos en clase defienden que “el juego es el lenguaje universal del aprendizaje”, y recuerdan a menudo que jugar es un derecho reconocido, de ahí que sea totalmente compatible con la educación en los colegios y, por supuesto, en casa.
Pero para que cualquier aprendizaje basado en juegos funcione, Manu Sánchez destaca cuatro normas básicas o claves que, en su opinión, los niños y niñas deben aprender en el juego y también en la vida. Son cuatro aspectos esenciales, cuatro lecciones, que aplican al juego y la vida que el maestro invita a enseñar a nuestros hijos e hijas.

Estas son las cuatro lecciones esenciales que el maestro experto en aprendizaje basado en juegos y en juegos de mesa aconseja enseñar a los niños y niñas en la vida y en el juego:
- “Si la broma molesta, no es una broma”
Como todo en la vida, también en el juego el respeto a los demás es la base de la convivencia. Y esta es también una norma elemental en el ámbito educativo para maestros como Manu Sánchez.
- “Si el juego excluye a alguien, no es divertido”
El maestro pone en valor aquellos juegos y actividades que sean inclusivas y que, por lo tanto, fomenten el respeto y abracen la diversidad, sin dejar a nadie fuera ni a nadie atrás.
- “Si no quieres que te toquen, tienes que decirlo”
En este punto, el maestro puntualiza que es algo cíclico, por lo que también lleva implícito que “si quieres tocar, pide permiso”.
- “Si alguien hace trampas, nunca gana realmente”
Una lección que implica que el resultado en todo lo que se hace en la vida no es lo más importante, sino que es el camino, la forma en la que se consiguen o se intentan conseguir los objetivos, lo que más trascendencia tiene. Esta es una de las esencias de las metodologías activas.