Pese a que hay experiencias malas, los grupos de WhatsApp de los padres del cole son útiles si se usan de esta forma
Con los grupos de WhatsApp de padres hay término medio y lo peor es que no sabes en cada curso qué te va a tocar vivir, si el cielo o el infierno. Esta es mi experiencia personal con ellos durante este curso.
Este año soy delegado de la clase de mi hija pequeña. Tiene cuatro años. Y el nuestro es un cole que fomenta mucho, muchísimo, la participación de las familias en la vida del centro. Vamos, que me paso el día enviando “comunicados” al grupo de WhatsApp de las familias. Una herramienta con la que tengo dos experiencias, porque tengo otra hija mayor y también formo parte del grupo de WhatsApp. Lo curioso es lo diferente que puede ser el funcionamiento de la misma cosa en función de las personas.
Si has leído algún otro tema escrito por mí en primera persona vas a pensar que es un personaje inventado el mío, o bien mi vida, pero pongo la mano en el fuego porque todo lo que comparto es verídico. Tanto las experiencias con las altas capacidades de mi hija mayor como cualquier otra cuestión relacionada con la paternidad y la crianza sobre la que haya compartido mi experiencia en Ser Padres.
Aclarado esto, vamos al grano con los grupos de WhatsApp de padres. Hemos venido a mojarnos. Y por eso, empiezo por el final, con un espóiler: el problema no es de la herramienta, es de cómo se usa. Es decir, el grupo de WhatsApp de padres me gusta cuando se utiliza de una forma adecuada.

Un padre con el teléfono móvil
Con respeto y sin convertirlo en una barra de bar
¿Y qué es adecuada? Con respeto y en su justa medida. El respeto es el punto fundamental de esta cuestión, porque veo demasiado a menudo comentarios faltones hacia el personal docente, por ejemplo. La segunda clave es no usarlos para bombardear con mensajes que sobran en un foro así, o para conversaciones que rápidamente pasan de tener un interés general a ser personales. Se tarda un segundo en continuar la conversación por privado.
Mi experiencia es contrapuesta, pero lo bueno de esto es que también es enriquecedora al mismo tiempo porque estoy comprobando al mismo tiempo que el grupo de WhatsApp de padres del cole puede funcionar de maravilla o puede ser todo lo contrario.
Cuando funciona de manera eficaz, es una genial herramienta porque es superresolutivo. Para comunicaciones del cole, para pedirnos favores entre familias, para compartir dudas sobre la dinámica de clase o qué tienen que llevar mañana a la excursión, para organizar las fiestas de cumpleaños, y también para optimizar los recursos y esfuerzos cuando hay que llevar algo clase que tienen que comprar igual todos. Si hay que llevar un sello para enviar una carta, por citar un ejemplo, siempre hay una mamá o un papá que se ofrece a comprar todos. Y todos los demás se lo agradecemos… y se lo pagamos por Bizum. Es un grupo de WhatsApp modélico. De verdad, no creo que pueda funcionar mejor.
En cambio, cuando se utiliza para criticar al cole o los profes, incluso cuando hay otros profes del cole en el grupo porque también son mamás y papás, cuando se desencadenan hilos de conversación eternos que solo importan a una minoría del grupo y cuando la solidaridad brilla por su ausencia, el grupo de WhatsApp de padres es inútil. Solo sirve para pillar cabreos.

Consultando el teléfono móvil
Extremos opuestos
No sé si os habrá pasado como a mí en este curso, pero estoy experimentando los dos extremos al mismo tiempo. Y eso me dificulta mucho ponerme del lado de quienes están a favor o quienes están en contra de los grupos de WhatsApp.
Yo me considero optimista por naturaleza así que, aunque me consta que las experiencias suelen ser negativas más que positivas, como estoy viendo con mis propios ojos que puede ser superútil, me declaro defensor de los grupos de WhatsApp de padres del cole.
Eso sí, sí veis que la cosa se va de madre, nunca mejor dicho, hay que cortar drásticamente. Y antes que cerrar el canal de comunicación directa que es este grupo, se pueden limitar las respuestas, por ejemplo. Que solo se use por los delegados para enviar comunicaciones. Esta es una solución intermedia para no tener que clausurar el grupo antes de que acabe trasladándose el conflicto entre familias del plano digital al físico.