La lactancia en diferido: sacarse la leche y dársela al bebé en biberón no siempre es la solución

Podemos pensar que es fácil extraerse la leche para dársela al bebé, pero la realidad es que puede haber algunas dificultades para mantener esta situación durante mucho tiempo. Te contamos cuáles son y cómo puedes superarlas.
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Decimos que una madre realiza una lactancia diferida completa cuando la madre no amamanta en ningún momento al bebé directamente al pecho, o solamente lo hace con intención no nutritiva, y el alimento que recibe el bebé es leche materna extraída en su totalidad.

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Este tipo de lactancia normalmente se realiza en situaciones en las que hay dificultades para la lactancia directa. Por ejemplo: bebés prematuros que no son capaces aún de succionar del pecho, bebés que tienen problemas para agarrarse, madres con grietas que presentan dolor…

La lactancia diferida sí que se puede conseguir, y se puede mantener durante mucho tiempo, pero puede ser complicada, ya que pueden surgir algunas dificultades. 

¿Cómo se hace una lactancia en diferido?

Si has decidido dar lactancia en diferido, lo primero es elegir un buen extractor de leche. Hay muchos tipos de extractores en el mercado. Para una lactancia diferida, lo ideal sería contar con un extractor eléctrico y doble, ya que de esta forma las extracciones son más eficientes. Los extractores más potentes son los de grado hospitalario, y existe la posibilidad de alquilarlos; muchas mamás que realizan lactancia en diferido alquilan este tipo de sacaleches durante el tiempo que dure su lactancia.

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A continuación, debes plantear una rutina de extracciones diarias, que “imite” aproximadamente el patrón de tomas que haría un bebé. Cada situación es diferente y el ritmo dependerá del bebé y de la madre; hay algunas madres que necesitan realizar 5-6 extracciones y otras 8-9, algunas incluso más.

Es importante que conozcas bien cómo extraer, manipular y conservar la leche adecuadamente para que esta sea siempre segura para el bebé. También debes asegurar la correcta higiene del extractor, y mantenerlo en las mejores condiciones reemplazando las piezas cuando sea necesario.

Lo más práctico puede ser ofrecer la leche recién extraída al bebé, y disponer de una pequeña cantidad de reserva en la nevera/congelador para “emergencias”, por ejemplo, si el bebé tiene más hambre.

¿Qué dificultades me puedo encontrar?

- Miljan Zivkovic

La principal dificultad en una lactancia en diferido es mantener la producción de leche suficiente para alimentar al bebé. Esto se debe a que un sacaleches no estimula el pecho igual que un bebé: los bebés son mucho más efectivos para extraer la leche y estimular la glándula mamaria. Por eso, cuando prolongamos en el tiempo una lactancia diferida, podemos encontrarnos en la situación de que la producción no sea bastante para la demanda del bebé.

Para intentar superar este problema, hay que aumentar la estimulación del pecho aumentando el número de extracciones al día o aumentando un poco el tiempo de cada extracción. Existen técnicas de extracción poderosa diseñadas para aumentar la producción en poco tiempo. Pueden ser útiles en estos casos, pero suelen requerir bastante esfuerzo por parte de la madre.

En una lactancia en diferido también podemos enfrentarnos a dificultades emocionales: extraer leche tantas veces al día durante mucho tiempo es un proceso que puede producir un desgaste importante en la madre. La crianza ya es de por sí agotadora, y es posible que se encuentre en algún momento sobrepasada y sienta que invierte demasiado tiempo en extraer.

En estos casos es necesario que analice estos sentimientos y sopese si desea continuar como hasta ahora o realizar algún cambio. El apoyo del entorno es indispensable para estas mamás

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