El contacto piel con piel inmediato entre madres y bebés prematuros ha sido promovido como una estrategia clave para fortalecer el apego y el desarrollo neurológico. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en JAMA Network Open pone en duda parte de estos beneficios esperados. La investigación, realizada en tres hospitales de Noruega, muestra que dos horas de contacto piel con piel tras el nacimiento no mejoraron el desarrollo cognitivo de los bebés a los 2-3 años.
La práctica, también conocida como “cuidado canguro”, ha sido respaldada por organismos como la OMS por su impacto en la salud neonatal, especialmente en contextos de bajos recursos. Pero hasta ahora, pocos estudios habían evaluado de manera rigurosa su efecto a largo plazo en bebés muy prematuros nacidos entre las semanas 28 y 31 de gestación. Este ensayo clínico aleatorizado ofrece nueva evidencia sobre sus verdaderos alcances.
Más allá de los hallazgos sobre neurodesarrollo, los autores destacan un resultado igualmente importante: los bebés que recibieron contacto piel con piel tuvieron tasas significativamente más altas de lactancia exclusiva y prolongada, lo que sugiere beneficios concretos para la salud infantil en sus primeros meses de vida.

¿Qué investigó el estudio y cómo se diseñó?
El ensayo clínico evaluó a 108 recién nacidos prematuros entre 2014 y 2020 en Noruega. Todos los bebés tenían más de 1.000 gramos de peso y no requerían ventilación inmediata o cuidados intensivos avanzados.
Los neonatos fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: uno recibió dos horas de contacto piel con piel inmediato en la sala de partos, mientras que el otro fue trasladado directamente a la unidad neonatal en incubadora.
Los investigadores usaron la Escala Bayley de Desarrollo Infantil y del Lactante (BSID-III) para medir el desarrollo cognitivo a los 2-3 años de edad. Esta herramienta evalúa funciones como el lenguaje, la motricidad y la capacidad de resolución de problemas. Se consideró que una diferencia significativa en el puntaje permitiría atribuir efectos positivos al contacto temprano con la madre.
De los 108 bebés, 81 completaron la evaluación cognitiva. No se observaron diferencias significativas entre ambos grupos: los puntajes fueron casi idénticos, y el riesgo de presentar retrasos en el desarrollo fue similar (alrededor del 50%) en ambos casos. Esto sugiere que el contacto inmediato no ofrece un beneficio adicional en términos de neurodesarrollo medido a mediano plazo.
Impacto positivo en la lactancia materna
Aunque los beneficios cognitivos fueron nulos, el estudio reveló una mejora clara en las tasas de lactancia en el grupo que recibió contacto piel con piel. Al momento del alta hospitalaria, el 84% de los bebés en ese grupo estaban siendo amamantados, frente al 67% del grupo estándar.
Además, la duración de la lactancia exclusiva fue mayor en los bebés que recibieron el contacto directo inmediato, aunque la diferencia no alcanzó significación estadística.
Esto respalda la idea de que el contacto temprano puede facilitar el inicio y la continuidad de la alimentación al pecho.
Los investigadores destacan que el contacto piel con piel puede tener beneficios emocionales, de regulación térmica y de vinculación que no siempre se reflejan en pruebas cognitivas estándar, pero que podrían influir en otros aspectos de la salud infantil a largo plazo.

Una intervención segura y de bajo costo
Uno de los argumentos más sólidos a favor del contacto piel con piel inmediato es su viabilidad. Se trata de una práctica sencilla, sin costo y fácil de implementar incluso en contextos hospitalarios con recursos limitados, siempre que los recién nacidos estén clínicamente estables.
Los autores señalan que, pese a la falta de impacto en el desarrollo cognitivo, vale la pena promover el contacto piel con piel por sus beneficios en la lactancia y el vínculo madre-hijo, sobre todo considerando que pocos hospitales facilitan su aplicación sistemática tras partos prematuros.
El mensaje final del estudio no es abandonar esta práctica, sino enfocarse en implementarla como parte del cuidado neonatal integral, más allá de las expectativas en términos de desarrollo neurológico a mediano plazo.

Implicaciones para la práctica clínica neonatal
Los resultados de este ensayo contribuyen al debate sobre las mejores prácticas en el cuidado de recién nacidos prematuros. Aunque no se observaron mejoras cognitivas, el contacto inmediato demostró ventajas importantes en la lactancia, lo que podría tener efectos positivos acumulativos a largo plazo.
Los autores sugieren que futuras investigaciones no se enfoquen únicamente en evaluar el impacto cognitivo, sino que consideren también variables relacionadas con el apego, la salud emocional y el bienestar familiar.
La ciencia avanza no solo al confirmar hipótesis, sino también al refinar nuestras expectativas sobre qué esperar de cada intervención.
En resumen, el contacto piel con piel inmediato sigue siendo una herramienta valiosa. Aunque no transforme el desarrollo cerebral a los dos años, sí fortalece un comienzo de vida más humano, cálido y cercano.
Referencias
- Kristoffersen L, Støen R, Bergseng H, et al. Immediate Skin-to-Skin Contact in Very Preterm Neonates and Early Childhood Neurodevelopment: A Randomized Clinical Trial. JAMA Netw Open. (2025). doi:10.1001/jamanetworkopen.2025.5467