Así influye el empleo de la madre en la salud del bebé: estudio demuestra cómo impacta durante el embarazo y tras el parto

Un nuevo estudio revela cómo la ausencia de permiso laboral tras el parto afecta la lactancia y salud emocional de madres cuyos bebés necesitan hospitalización prolongada.
El permiso laboral tras el parto no es solo una cuestión de conciliación, sino que se trata de una cuestión de salud (Midjourney-RG)
El permiso laboral tras el parto no es solo una cuestión de conciliación, sino que se trata de una cuestión de salud (Midjourney-RG) - El permiso laboral tras el parto no es solo una cuestión de conciliación, sino que se trata de una cuestión de salud

¿Qué ocurre cuando una madre no puede tomarse un tiempo de descanso por baja laboral después del parto? Afortunadamente, este es un escenario casi erradicado por completo en España —la ley lo ampara, pero poco se habla, por ejemplo, de la dificultad de conciliar baja posparto y trabajo por cuenta propia—, pero sigue siendo un contexto real en otros países. Por eso, para valorar el hito alcanzado y defender ese derecho adquirido, debemos seguir escuchando qué dice la ciencia al respecto. Sobre todo, por el impacto que tiene la baja laboral de la madre tras dar a luz en la salud del bebé. Especialmente, como lo demuestra un nuevo estudio, en bebés con la salud delicada. 

Para muchas mujeres, especialmente aquellas con bebés ingresados en el hospital, el empleo puede convertirse en una barrera que condiciona directamente el bienestar del recién nacido. No solo para quienes no dispongan de un permiso de maternidad amplío, sino también para quienes lo tengan garantizado pero se alargue en el tiempo la hospitalización del menor. 

En nuestro país existen coberturas que cubren la baja laboral por cuidado de un menor hospitalizado. Pero no es así en todos los países del mundo. Y, aunque lo fuera, es esencial disponer de pruebas que demuestran el gran impacto que supone para la salud del bebé (y de la madre) poder dejar a un lado el trabajo y centrarse al 100% en el cuidado y acompañamiento de su bebé enfermo. 

En este sentido, un nuevo estudio liderado publicado en Child Development Perspectives confirma una realidad que muchas madres ya intuían: el permiso laboral tras el parto no es solo una cuestión de conciliación, sino que se trata de una cuestión de salud. Y, como suele ocurrir, no todas las familias acceden a este derecho en igualdad de condiciones.

Una mujer trabajando
Las madres sin permiso fueron un 66 % menos propensas a iniciar la lactancia y un 62 % menos a mantenerla al mes del parto (Midjourney-RG).

Así impacta el permiso laboral de la madre en el bebé

La investigación, basada en datos del CDC (PRAMS) entre 2016 y 2021, analizó a 2.622 madres cuyos bebés fueron hospitalizados más de 14 días tras el nacimiento. Comparó tres tipos de escenario con respecto al permiso laboral para las madres: remunerado, no pagado y un tercer contexto en el que no dispone de permiso la madre. 

Los investigadores midieron tres indicadores: inicio de lactancia, duración mínima de 4 semanas, y síntomas de depresión postparto.

Las diferencias fueron claras, y por ende, las conclusiones del estudio son rotundas: las madres sin permiso fueron un 66 % menos propensas a iniciar la lactancia y un 62 % menos a mantenerla al mes del parto. 

En términos de salud emocional, también se observó un mayor porcentaje de síntomas depresivos entre quienes no accedieron a ningún tipo de licencia.

Fig. 1 Marco conceptual que vincula el trabajo durante el embarazo con la salud materna e infantil.
Fig. 1 Marco conceptual que vincula el trabajo durante el embarazo con la salud materna e infantil.

Además, aunque la depresión postparto no mostró diferencias estadísticamente significativas en todos los casos, el impacto del permiso laboral sí queda reflejado en la salud del bebé porque menos tiempo de lactancia materna, o ni siquiera llegar a iniciarla, afecta directamente al desarrollo, sobre todo en casos de nacimientos prematuros o complicaciones médicas, señala la investigación.

Por otro lado, el estudio también refleja una gran desigualdad: las madres blancas, con estudios superiores e ingresos más altos, acceden más al permiso pagado. Las madres racializadas o con menos recursos no solo tienen mayor riesgo de complicaciones obstétricas, sino también menos acceso a medidas que podrían aliviar sus efectos.

¿Y el trabajo materno durante el embarazo también afecta al bebé?

Un análisis complementario en la investigación propone un modelo más amplio que analiza cómo el empleo materno durante el embarazo puede influir en la salud del bebé, tanto a corto como a largo plazo. 

Según este marco conceptual, el trabajo puede afectar de forma directa o indirecta a través de:

  • Exposición a riesgos físicos o químicos.
  • Estrés materno.
  • Ingresos y acceso a seguros médicos.
  • Comportamientos de salud como la dieta o el uso de sustancias.

No olvidemos que la salud mental de la madre es clave en el desarrollo del bebé, y disponer o no de permiso de materndiad influye directamente en lo primero.

El estrés crónico por exigencias laborales o precariedad está relacionado con un mayor riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y problemas cognitivos o emocionales en la infancia. Además, la inseguridad laboral o el desempleo pueden deteriorar la salud mental materna e influir negativamente en el vínculo madre-hijo.

Una mujer embarazada de paseo
El estudio la necesidad de desarrollar políticas públicas que garanticen el cuidado de los bebés tras el embarazo (Midjourney-RG)

Las políticas pueden marcar la diferencia

En el contexto descrito, y teniendo en cuenta que en España existen coberturas sociales que amparan el cuidado de menores hospitalizados, el estudio destaca el papel transformador de las políticas de apoyo, como ocurre con Estados Unidos con la Pregnant Workers Fairness Act (PWFA), que exige condiciones laborales adaptadas durante el embarazo. 

Además, también subraya la relevancia de los permisos familiares y médicos pagados (Paid Family and Medical Leave, PFML), vinculados con menores tasas de prematuridad y mortalidad infantil.

Estas políticas permiten que las madres se retiren del trabajo cuando es necesario, accedan a atención médica o extiendan la lactancia, que a su vez se relaciona con mejor salud física y mental en la infancia.

Demuestra, por lo tanto, la necesidad de desarrollar políticas públicas que garanticen el cuidado de los bebés tras el embarazo, por una cuestión de salud emocional y física de ambas partes, madre y bebé. 

En definitiva, el empleo no es enemigo de la salud perinatal, pero sí lo es la falta de condiciones dignas y de protección institucional. Asegurar permisos y adaptaciones no es solo una cuestión laboral: es invertir en el desarrollo saludable de la próxima generación.

Referencias

  • Pilarz, A. R., & Pac, J. How does work during pregnancy affect maternal and infant health and development? Child Development Perspectives, 2025. DOI: 10.1111/cdep.12523

Recomendamos en