Mi hijo solo dice NO a todo, ¿cómo debo actuar?

La famosa fase de negación suele ser un gran desafío para todos los padres. ¿Cómo hacer frente a una situación en donde la respuesta de nuestros hijos siempre es un “no”? Te lo contamos en el siguiente artículo.
niño hablando con su madre

Si tu hijo está en una fase de negación a todo, donde no se quita el “no” de la boca, no te agobies más de la cuenta porque es una situación que se puede dar a menudo en distintos tramos de edad. Puede ocurrir hacia los dos o tres años, también en la adolescencia e incluso en torno a los siete, ocho o nueve años. Por lo tanto, no es extraño que ocurra esta situación desesperante por momentos. Lo importante para no llegar a tal extremo es saber cómo actuar para ayudar a tu hijo a cambiar de actitud, lo cual te ayudará también a ti a nivel mental.

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¿Qué es una fase de negación? Es una etapa del desarrollo en la que los niños muestran una tendencia a negar o a resistirse a las indicaciones, peticiones o instrucciones de los adultos. Durante esta fase, los niños suelen utilizan el “no” como respuesta automática, incluso a veces sin tomar en cuenta lo que se les dice. Y ¿por qué? La negación es una forma de expresar una necesidad de autonomía y de establecer límites. 

Los niños pueden utilizar el “no” como una forma de afirmar su propia voluntad y explorar su capacidad de toma de decisiones. También puede ser una manera de dar a conocer lo que piensa y separarse de las expectativas y demandas de los adultos. Así pues, con la negación los niños pueden experimentar el poder y la influencia que tienen sobre los demás: se dan cuenta de que decir “no” les da cierto control.

La fase de negación no es necesariamente un comportamiento inadecuado, si no una etapa natural en el desarrollo… Pero, ¿cuánto dura? suele ser temporal. No debe ser motivo de alarma, de hecho, si se maneja de una manera adecuada, los niños suelen superar esta fase rápidamente.

Amaya de Miguel Sanz dedica un capítulo en su libro Relájate y educa a esta cuestión. La autora insiste en la comunicación, la empatía y la reflexión entre otras claves para revertir la situación. Esta última, para pensar si algo no se está haciendo bien en casa en lo que respecta a la organización, el reparto de tareas, etcétera. La comunicación, porque es la forma más eficaz de propiciar un cambio de chip en el peque si ya tiene edad para hablar las cosas -alrededor de los ocho años-, y la empatía, porque entender bien lo que les pasa ayuda a tener más paciencia y, en consecuencia, a acompañarles en caso de que esto pueda ayudarles a cambiar el “no” por el “sí”, aunque sea a regañadientes al principio.

Anticipación y comunicación 

También es recomendable utilizar la previsión porque, como explica Amaya de Miguel, suele ayudar el hecho de avisarles de lo que tendrán que hacer en los próximos minutos, por ejemplo cuando se acabe el capítulo que están viendo o la partida que están jugando.

Utiliza menos el "no"

 

Sara Tarrés, psicóloga y madre de dos hijos, también aborda en su blog las claves para intentar desbloquear un contexto en el que un niño dice “no” a todo. Además de recomendar que los adultos utilicemos menos el “no” como respuesta -deja que hagan determinadas cosas que no pasa nada por permitir y reemplaza la negación por una respuesta en la misma línea pero menos rotunda: “ve más despacio, por favor” en vez de “no corras”, por ejemplo-, Tarrés recomienda reducir las preguntas al dirigirnos a ellos que se responden con un sí o un no. “De este modo acotamos, restringimos el uso sistemático del no a todas las preguntas que le formulamos”, dice, y pone como ejemplo el siguiente caso: “Así podemos decir: «¿Cuánta leche quieres, mucha o poca?» en lugar de preguntar «¿Quieres leche para merendar?”. En este sentido, también recomienda evitar el “no” a la hora de incitarles a que dejen de hacer algo concreto. Por ejemplo, en lugar de “No mires la televisión tan cerca" cámbialo por un "ven a sentarte a mi lado”.

No te enfades

niño enfadado - Getty Images

Otros consejos de Sara Tarrés que pueden funcionaros si vuestro hijo solo dice “no” es no enfadarnos con ello ni tampoco reírnos de ello porque solo puede empeorar la situación, y también insiste en que prestemos más atención a los “sí” e ignoremos determinados “no” que sabéis que no tienen recorrido porque finalmente acabará haciendo aquello a lo que se ha negado. “Si reaccionamos positivamente ante sus afirmaciones y elogiamos su respuesta diciéndole algo similar a "¡Cómo me gusta oírte decir sí!" o "Me alegra mucho que me contestes con un sí" nuestros hijos irán aprendiendo, poco a poco, a decirnos que sí en lugar de contestarnos con un no a todo”, explica la psicóloga y madre.

Cambia el foco

Por último, Sara Tarrés aconseja permitir el “no” para luego trabajar en la reorientación de su conducta. “Podemos hacerles saber que entendemos su negativa pero que lo que les estamos mandando es importante, por ejemplo podemos decirles “Entiendo que estás cansado porque llevas todo el día en el cole sin parar, pero ahora es hora de bañarse, después podrás ver los dibujos”, concluye. De hecho, de esta manera animaremos al peque a expresar sus sentimientos y opiniones de manera más calmada y evitaremos que siempre se refugie en la negación. Si un niño se siente escuchado, comprendido, sin ser juzgado por sus emociones o pensamientos, comenzará a tener una comunicación más abierta y respetuosa con los adultos.

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