Consejos prácticos para ayudar a tus hijos cuando se mudan de ciudad

Mudarse de ciudad puede traer consecuencias negativas para nuestros peques si no se maneja adecuadamente. ¿Cómo podemos ayudarlos a superar este cambio de hogar? En el siguiente artículo te lo contamos.
mudanza

Sin duda que mudarse de ciudad o país es de esas experiencias que nos obligan a echar mano de recursos que ni sabíamos que teníamos. Pero a veces nos olvidamos de que cuando nos mudamos, nuestros hijos también se mudan. Ellos también se separan y despiden y, necesitan que los acompañemos en su proceso.

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Los niños sienten tristeza, alegría o enfado. Pero sobre todo, antes, durante o incluso un tiempo después de la mudanza, pueden sentirse desconcertados. ¿por qué? Pues porque están lejos de su espacio seguro, en donde conocen las reglas y la forma de relacionarse, lejos de sus afectos.

¿Cómo puede afectar el cambio de ciudad a un peque?

La mudanza de ciudad puede tener un impacto significativo en un niño, ya que implica un cambio importante en su entorno, rutina y relaciones sociales. Pero, exactamente, ¿cuáles pueden ser las consecuencias de esta situación?

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  • Desequilibrio emocional. La mudanza puede generar emociones intensas en los niños, como ansiedad, miedo, tristeza o incluso excitación. Pueden sentirse inseguros por dejar atrás lo conocido y enfrentar lo desconocido.
  • Problemas de adaptabilidad. Los niños pueden tener dificultades para adaptarse a su nueva casa, escuela y comunidad. Pueden extrañar a sus amigos anteriores y sentirse aislados hasta que puedan hacer nuevos amigos.
  • Disminución del rendimiento académico. Un cambio de escuela puede afectar el rendimiento académico del niño si la transición no se maneja adecuadamente. Esto es porque es posible que enfrenten desafíos para ponerse al día con el nuevo plan de estudios o para ajustarse a diferentes métodos de enseñanza. Además, si el niño presenta desequilibrio emocional por la mudanza, también puede ser un factor que afecte su desempeño en la escuela.
  • Dificultades en las relaciones sociales. La mudanza puede interrumpir las amistades cercanas del niño y, en algunos casos, esto puede llevar a la sensación de soledad y dificultades para establecer nuevas amistades.
  • Aumento de estrés familiar. La mudanza puede ser estresante para toda la familia. Los padres pueden estar ocupados con la reubicación, lo que puede afectar la disponibilidad emocional y el apoyo que pueden brindar al niño.
 
  • Dificultades al cambio de ambiente y actividades. Los niños pueden extrañar las actividades o lugares a los que estaban acostumbrados en su ciudad anterior, lo que puede afectar su sentido de pertenencia y bienestar emocional.
  • Posibles problemas de identidad y sentido de pertenencia. Un niño puede sentir que pierde parte de su identidad al dejar su lugar de origen y puede llevar tiempo para que se identifique con su nueva ciudad.

Por eso, queremos dejarte 6 herramientas que te permitan acompañar a tu hijo en la llegada al nuevo lugar, y facilitar su proceso de adaptación:

1. En primer lugar, cuida las comparaciones. Criticar el nuevo lugar sus costumbres o su forma de hablar o, desvalorizar características propias de su ciudad o país de origen, interfiere con la adaptación del niño. Ambos lugares y sus características forman parte de quien ahora es tu hijo.

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2. Intenta mantener algunas cosas estables: hábitos, partes de su rutina. No introduzcas grandes cambios, el chupete podrá dejarlo más adelante. También te sugiero llevar algún objeto que lo haya acompañado antes. Esa manta, juguete o ese cuadro que estaba en su habitación anterior, sirve como transición de lo viejo a lo nuevo, le hará sentir algo de continuidad y seguridad en el nuevo lugar.

3. Sin obligar, ni forzar, facilita el que se pueda mantener el contacto con la familia de origen. Hablar juntos por videollamada o enviarles fotos de su nueva casa, son formas de transmitir a los niños que la relación con las personas que quiere, no se ha terminado, pero sí ha cambiado.

4. ¿Te preguntas qué tradiciones y fiestas celebrar? Mantener las propias permite reforzar su identidad, validar lo que ha sido y lo que conoce hasta este momento. Pero celebrar también también las nuevas ayuda a sentirse parte del nuevo lugar. Ambas celebraciones serán importantes para que este gran cambio se lleve de la mejor manera.

5. ¿Recuerdas ese momento que representó un reto para tu hijo, y que resolvió favorablemente? Cuéntaselo, recuérdale esas habilidades que ha utilizado en otros momentos complejos para que pueda usarlas nuevamente, por ejemplo cuando conozca a sus nuevos compañeros de clase.

 

6. Permítele expresar sus sentimientos, compartan temores y alegrías, conversen sobre lo mejor y lo peor que vivió cada uno durante la semana. o invítalo a dibujar su casa, su cole, el viejo y el nuevo. Hablen sobre el dibujo. Echa mano de cuentos o películas que hablen sobre mudanzas o cambios. Saber que no es el único que ha vivido esto y se siente como se siente, ayudará a tu hijo a hacer frente al cambio.

Cada niño atraviesa un proceso para adaptarse a estos grandes cambios, con sus adelantos y retrocesos. Pero, si te preocupas porque tu hijo está irritable, llora con frecuencia, no duerme o come como solía hacerlo, rechaza el colegio y parece no disfrutar eso que usualmente le gustaba, es posible que necesite la ayuda de un psicólogo para atravesar este momento.

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