"Y nuestras dignas sucesoras cantarán al ser mayores: ¡por fin, vota la mujer!" Así aparece por primera vez en escena la Señora Banks en el clásico de Disney, Mary Poppins, al llegar de una marcha sufragista por las calles de Londres, abriéndose paso así el feminismo entre las princesas Disney de la década de los 60.
Una de las mejores películas para sacar el tema del Día Internacional de la Mujer con nuestros hijos e hijas, que posiblemente lleven ya varios días trabajando la efeméride en el colegio y recibiendo información al respecto a través de distintos formatos audiovisuales. Winifred Banks es una madre de dos hijos inmersa en la lucha feminista de la época, enfocada en conseguir el derecho al voto de las mujeres. Un gran recurso para acercarles el hecho de que, no hace tanto tiempo, las mujeres carecíamos de derechos tan básicos como el de votar o tener cuenta bancaria, para poner en valor lo conseguido hasta la fecha y el trabajo de las mujeres que han trabajado para ello.

De la madre de Jane y Michael llama la atención no sólo la cercanía con la que le habla a sus criadas, algo impropio en mujeres de su estatus, a quienes anima a sumarse a su lucha, espetando: ""Por la igualdad en el vivir y en el vestir también, tenemos todas que luchar en guerra sin cuartel. No más humillaciones ni más sufrir" Sino también el hecho de atreverse a ser tachada como mala madre al dejar a sus hijos en casa para salir a la calle a luchar por los derechos fundamentales de ella y de sus compañeras.
Un hombre que justifica esa lucha
El antagonista de esta historia, que da sentido a la lucha de su mujer y a la de toda una generación, es el Señor Banks, banquero conservador, hombre de su casa, puntual y de costumbres, recto y distantes con sus hijos, quien en su intervención musical esboza a toda una generación: ""Ser hombre en Inglaterra bella cosa es. El hombre aquí lo es todo. ¡El jefe! ¡El rey! A los vasallos, sirvientes, mujer, niños... trato firme, pero cortés". Aquí es donde, espero, nuestros hijos aprecien la evolución de los hombres en general y los padres en particular en la sociedad y la crianza.
Mary Poppins, una mujer libre que desafía los cánones de la época
Por su parte, el personaje que da nombre al largometraje de Robert Stevenson, ideado originalmente por la escritora P. L. Travers en 1934, representa a una mujer que se atreve a desafiar la norma, independiente y autónoma. Sin esposo ni hijos, pero sí un amigo, el deshollinador Vert, a quien además, para desconcierto del público, no le une ninguna relación amorosa. Una mujer que conquistó los corazones y la imaginación de toda una generación sin encajar con el ideal de mujer de la época, pero con unas habilidades únicas y genuinas, y como ella se autoproclamaba en un significativo acto de amor propio, a la par que se medía con una cinta métrica: "prácticamente perfecta en todo".

En general, en Mary Poppins podemos encontrar diversos recursos para tratar con nuestros hijos no sólo la evolución del feminismo en la sociedad, sino también cuestionar aquellas cosas que no han cambiado tanto. Un pretexto ideal para contextualizar aquello que se reivindica en un día como hoy, 8 de marzo, apoyándonos en un elenco bastante ilustrativo: un machista de libro, una madre revelada y una mujer independiente y correcta que desafía la creencia de que los sexos apuestos no pueden tener relaciones de amistad verdadera.
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