5 hábitos para conectar más con tus hijos y regañar menos

El estrés del día a día nos hace, en ocasiones, perder la visión global de nuestra forma de comunicarnos con los niños.
5 hábitos para conectar más con tus hijos
5 hábitos para conectar más con tus hijos. - Freepik/prostooleh

De vez en cuando no está de más hacer una visión global de cómo es nuestro día a día y cambiar eso que no nos gusta. Porque la rutina nos hace perder la perspectiva, y acabamos viviendo en piloto automático sin plantearnos si lo que hacemos es realmente lo que queremos hacer. Nos pasa mucho en la crianza. Es común que, por ejemplo, entremos en un bucle de reproches y regaños con los niños. ¡No toques eso! ¡Ven! ¡Deja a tu hermana! ¡Qué haces! ¡Qué te había dicho! Y así pasan los días, y acabamos agotados y agotadas (y los niños también).

¿Qué podemos cambiar en nuestra crianza del día a día para que todos estemos más felices?

1. Menos reproches y más reflexión

Cuando los niños hacen algo, la primera reacción de muchos padres suele ser reñirles. Sin embargo, los reproches solo generan frustración y estrés, por lo que en su lugar deberías incitar a tu hijo a reflexionar sobre lo sucedido o darle la oportunidad de repararlo si ha sucedido algo. En estos casos, debes asumir que lo que hizo ya forma parte del pasado, y buscar las causas que lo llevaron a comportarse así, intentar ayudarlo a reparar el daño y evitar que esa conducta se repita en el futuro. De esta manera, le estarás enseñando que todos nos equivocamos, pero que lo más importante es aprender de los errores para no volver a cometerlos.

2. Confiar más en ellos y asumir menos sus responsabilidades

Muchos padres piensan que resolviendo los problemas de sus hijos y planificándoles la vida, les facilitan su futuro. En parte es cierto, les ayudamos al inicio, pero al final solo conseguimos limitar sus oportunidades para que desarrollen sus habilidades y aprendan a valerse por sí mismos. Si siempre le solucionas los problemas a tu hijo y estás encima de todas sus responsabilidades, terminará convirtiéndose en una persona insegura o demandante. Al contrario, si realmente quieres hacerle un regalo que te agradecerá enormemente en el futuro, debes dejar que cometa sus propios errores y encuentre su propia manera de hacer las cosas. Esto pasa mucho con los grupos de WhatsApp del colegio, que los papás y mamás acaban quitando autonomía a los niños.

Una crianza más relajada es posible. - Freepik

3. Límites, pero solo los necesarios

Como regla general, a los niños no les gustan los límites, pero es importante que existan normas en sus vidas ya que estas les permiten sentirse seguros y crecer en un ambiente más organizado. Es probable que mientras tu hijo sea pequeño no lo entienda, pero a medida que crezca se irá dando cuenta que esos límites le enseñaron a ser más disciplinado, seguro y confiado. Por eso, es importante que desde pequeño establezcas algunas normas en casa, las necesarias para que tu hijo sepa qué está permitido y qué no. Pero no hay que poner límites por poner, también hay que darles un margen para que exploren.

4. Escúchale siempre

Los padres tienen la tendencia a pensar que los niños no tienen preocupaciones y que sus problemas son intrascendentes. Por eso, a veces no les prestan suficiente atención ni les escucha de forma activa, lo cual hace que los niños se distancien y terminen perdiendo la confianza en ellos. Sin embargo, si quieres crear un vínculo especial con tu hijo y lograr que acuda a ti cuando lo necesite, es importante que establezcas una comunicación abierta y fluida para que sepa que siempre podrá contar con tu ayuda.

5. Bríndale mucho amor

No reprimas tus emociones pensando que te hará parecer más débil. Dile cuánto le quieres y cuán importante es para ti. Así no solo te ganarás su cariño sino que también estarás criando un niño más feliz que no tiene miedo a amar ni a expresar sus sentimientos. También es importante que evites condicionar tus muestras de amor a sus buenos comportamientos o sus éxitos, hazle saber que le quieres de manera incondicional. Y demuéstraselo cada vez que tengas la oportunidad.

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