Cuidar a los hijos de la realeza británica parece que no es una tarea sencilla y la princesa de Gales, Kate Midleton, está empeñada en que sus hijos tengan no solo la mejor educación como futuros monarcas sino también como personas sensatas y con valores. La niñera española de George, Charlotte y Louis, María Teresa Turrión Borrallo, es una de las personas implicadas en la educación de los pequeños y entre otros aspectos de su labor, hay uno que ha llamado mucho la atención de la opinión pública: hay una palabra con la que nunca se dirige a ellos, ni dentro ni fuera del hogar.
Con once años de experiencia al lado de los príncipes de Gales, Turrión se ha convertido en una figura clave en el día a día de los pequeños y para ello, se centra en aplicar normas estrictas y técnicas avanzadas aprendidas en su formación en el prestigioso Norland College de Bath, en Inglaterra.
Una de las reglas más llamativas que sigue Turrión es evitar usar la palabra "children" (niños) frente a ellos. Aunque este detalle pueda parecer trivial, está respaldado por principios psicológicos que fomentan un desarrollo emocional saludable en la infancia, algo que repercute también en la vida adulta.

Una formación de élite
Nacida en Palencia, España, María Teresa Turrión Borrallo estudió en el exclusivo Norland College, un centro educativo de reconocido prestigio en el que se han preparado a lo largo de los años, numerosas niñeras para familias de alta sociedad y realeza de todo el mundo. En esta institución, las alumnas reciben formación en psicología infantil, desarrollo temprano, seguridad y técnicas de crianza, mediante las que promover un ambiente cálido y afectuoso.
Entre esas técnicas que enseñan, se encuentra la importancia del lenguaje y cómo este puede influir en el desarrollo emocional y social de los niños. Son conocidas por los expertos las consecuencias psicológicas en los niños de tener padres estrictos en lo referente a su educación y lo importante que es el desarrollo emocional de los niños, ambos aspectos se trabajan y se valoran en esta institución de enseñanza también.
Según los principios que se enseñan en esta institución, palabras tan frecuentes como "niños" pueden sonar distantes o impersonales, especialmente en contextos donde se busca construir una relación cercana y afectuosa con los menores. Evitando esta palabra se consigue reforzar la identidad y la autoestima de cada uno de ellos por lo que aunque pueda parecerlo, no es una disciplina que suponga un trato frío o distante con los más pequeños sino todo lo contrario. De hecho se recomienda emplear términos más cariñosos o referirse a los niños directamente por su nombre.

La rutina en casa
Además de la influencia de Turrión, Kate Middleton y el príncipe Guillermo han implementado cambios significativos para garantizar una infancia lo más normal posible para sus hijos. Uno de estos fue mudarse de Kensington Palace a Adelaide Cottage, una residencia más modesta y privada, donde los pequeños pueden disfrutar de una vida más tranquila y alejada de los focos mediáticos.
En este ambiente, las tareas cotidianas son parte de su día a día. Los niños participan en actividades domésticas, fomentando valores como la responsabilidad y la independencia. Esta combinación de disciplina, normalidad y amor es clave para evitar que George, Charlotte y Louis caigan en los excesos que a menudo acompañan la vida aristocrática.
La estricta regla de evitar el uso de la palabra "children" es solo una muestra del meticuloso enfoque que Kate Middleton y su equipo aplican en la crianza de sus hijos. Al integrar técnicas innovadoras de crianza con valores tradicionales, están buscando un equilibrio entre la responsabilidad que implica su posición y la necesidad de que los pequeños príncipes crezcan como individuos seguros y empáticos.
