Elsa Punset, en muchas de sus charlas y conferencias ha definido la tecnología como “el fast food de la mente” y por eso anima a buscar otras alternativas de ocio para niños y adultos.
A través de sus libros, la divulgadora y escritora, trata de enseñar el universo de las emociones a los más pequeños, porque tiene la sensación de que “en las últimas décadas hemos pretendido asegurar que la vida no es difícil y la vida es intrínsecamente difícil, para empezar porque somos mortales”. Ese afán que nos achaca, por negar la realidad a nuestros hijos, supone en su opinión, que no les estamos enseñando a reconocer ni a gestionar sus emociones.
Por todos esos motivos, se propuso escribir para los más pequeños toda una serie de libros para ayudarlos a aprender sobre inteligencia emocional y para ayudarnos a nosotros, a sus padres y sus madres, a afrontar esta área de la educación de los niños que a veces queda un tanto olvidada.
Desarrollar su creatividad
Alexia, Tasi, Rocky y Flor son los nombres de los protagonistas de las historias escritas por Elsa Punset en las que dan rienda suelta a su creatividad buscando solución a muchos de los problemas o dilemas que pueden tener los niños en su día a día. Unos personajes que como madre que se ha leído alguno de estos libros con sus hijos, llevan de la mano a los niños por distintas emociones de una forma entretenida, divertida en ocasiones y al mismo tiempo sutil.
Las aventuras de "Los Atrevidos" incluso pueden ayudar a los niños y a las niñas, a gestionar el miedo y aprender a ser valientes que no es lo mismo que no sentir miedo sino saber controlarlo y razonar sobre lo que significa esa sensación.
Trabajar en equipo y mejorar sus relaciones con los demás a través de ideas y propuestas cooperativas, son aspectos en los que prima la creatividad y la imaginación y son aspectos que conviene trabajar con nuestros hijos cada día.

Evitar la hiperconectividad
En uno de sus últimos libros de Los Atrevidos, Elsa Punset directamente plantea la necesidad de “ver más allá del dispositivo móvil y usar los cinco sentidos” para vivir plenamente el momento. Algo en lo que prácticamente todas las familias andamos trabajando de continuo.
Para nuestros hijos es importante no solo lo que les decimos, como señala la propia Elsa Punset, “no hay que olvidar que para ellos no es lo que dices, sino lo que haces. También tenemos que reeducarnos junto a ellos y aprender en familia” a la hora de dar protagonismo excesivo a los teléfonos móviles cuando estamos conviviendo.
Por eso creo que este tipo de libros es una gran ayuda para abordar estos temas con nuestros hijos, con mis hijos incluso cuando eran más pequeños. Por lo mismo que también es importante explicarles una serie de normas antes de regalar a nuestro hijo un teléfono móvil y tratar de ser conscientes de a qué se enfrentan los niños en las redes sociales a través de la tecnología que ponemos en sus manos.
Según los datos de la Asociación Española de Pediatría, el 75% de la población de los 7 a los 17 años presenta un claro déficit de contacto con la naturaleza, lo que está afectando negativamente tanto a su salud física como a su salud mental e incluso emocional.
Elsa Punset no habla nunca de prohibir el acceso de los niños a la tecnología, porque como ella misma comenta “la tecnología puede tener un efecto estimulante en los niños pero solo 30 minutos al día y determinados programas”, siempre es mejor disponer de herramientas de control parental antes que prohibir el uso de dispositivos electrónicos a nuestros hijos.
Gestionar la frustración
Es otro de los aspectos que encuentras en los libros infantiles escritos por Elsa Punset a la hora de educar a los niños en la inteligencia emocional y la gestión de sus propias emociones.
Los protagonistas de Los Atrevidos, aprenden que no se puede ganar siempre, que hay que aprender a ganar como hay que aprender a perder, igual que hay que aprender a vivir los momentos tristes o menos alegres y ayudar a los demás cuando vemos que no están pasando por su mejor momento, aprender a disfrutar de los pequeños placeres y las pequeñas alegrías y a compartir los pequeños momentos de felicidad que a veces dejamos pasar casi sin darnos cuenta.

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