En las últimas semanas, España ha registrado un aumento significativo en los casos de norovirus, una de las principales causas de gastroenteritis viral, de hecho en gran medida, este incremento es una de las razones que ha colapsado tres hospitales madrileños en las últimas semanas. Este incremento de pacientes ha encendido las alarmas en centros de salud y ambulatorios, especialmente por su impacto en la población infantil. Según datos del Sistema de Vigilancia Epidemiológica, los casos han aumentado un 25 % respecto al mismo periodo del año pasado, ha habido un claro repunte de infecciones respiratorias en Navidad, relacionadas con el incremento de reuniones sociales y la movilidad de la población en estas pasadas fechas llenas de eventos, celebraciones y reuniones de amigos y familia.
La experta Patricia Guillem, catedrática en Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Europea, explica que el norovirus es altamente contagioso, afectando tanto a niños como a adultos y señala que se trata de un virus que “se transmite principalmente a través del contacto con superficies contaminadas, agua o alimentos infectados”.
Qué es el norovirus y por qué nos preocupa
El norovirus, conocido coloquialmente como gripe estomacal, no tiene relación con el virus de la gripe tradicional. Se trata de un virus que causa inflamación en el estómago e intestinos, provocando síntomas como vómitos, diarrea, náuseas y dolor abdominal. Aunque no suele ser grave, su capacidad para propagarse rápidamente y su impacto en los niños pequeños, especialmente en menores de 5 años, lo convierten en una preocupación de salud pública.
El Dr. Raúl Salmerón, del Grupo de Trabajo de Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), destaca que este año su consulta ha registrado un 20 % más de casos en comparación con años anteriores.
La prevención es clave para frenar la propagación del norovirus. En ausencia de tratamientos específicos, la prevención es nuestra mejor herramienta, es mejor evitar infectarse que lidiar con los síntomas.
Tanto Patricia Guillem como otros expertos destacan la importancia de medidas higiénicas simples pero efectivas de cara a la prevención del posible contagio:
- Lavado de manos frecuente con agua y jabón, especialmente antes de comer y después de ir al baño.
- Desinfección de superficies con productos a base de cloro.
- Manipulación segura de alimentos, lavando frutas y verduras y cocinando bien mariscos.
- Evitar el contacto con personas infectadas y mantener a los niños enfermos en casa para evitar brotes en guarderías y colegios.

Síntomas del norovirus en niños
Los síntomas del norovirus suelen aparecer entre 12 y 48 horas después de la exposición y, en los niños, pueden incluir:
- Vómitos frecuentes e intensos.
- Diarrea acuosa, sin sangre.
- Dolor abdominal o calambres.
- Fiebre leve y cansancio extremo.
- Signos de deshidratación, como boca seca, llanto sin lágrimas y disminución de orina.
Es crucial estar atentos a estos síntomas, ya que la deshidratación puede desarrollarse rápidamente, especialmente en niños pequeños. El brote de norovirus en España pone de manifiesto la importancia de conocer sus síntomas y cómo actuar ante ellos, especialmente en niños pequeños.
Como apunta Patricia Guillem, "la prevención es nuestra mejor herramienta". Lavarse las manos, desinfectar superficies y garantizar una hidratación adecuada son acciones esenciales para proteger a los más vulnerables frente a esta infección.

Cómo manejar el norovirus en casa
No existe un tratamiento antiviral específico para el norovirus. Según Patricia Guillem, el enfoque debe estar en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones como la deshidratación.
Hidratación constante: Ofrecer agua en pequeñas cantidades y de forma frecuente, usar soluciones de rehidratación oral pediátricas y evitar bebidas azucaradas o carbonatadas, que pueden agravar la diarrea.
Alimentación adecuada: Una vez que el niño tolere líquidos, introducir poco a poco una dieta blanda basada en alimentos como arroz, plátano, puré de patata, evitando siempre los alimentos grasos, picantes y lácteos hasta que no veamos que la recuperación es total.
Medicamentos y reposo: Usar antitérmicos como paracetamol en caso de fiebre, pero evitar antidiarreicos sin prescripción médica y asegurar suficiente descanso para favorecer la recuperación.
Cuándo buscar atención médica
Es fundamental acudir al pediatra si el niño presenta: Signos de deshidratación severa, como ojos hundidos o letargo extremo, incapacidad para retener líquidos, una diarrea persistente de más de tres días y por supuesto fiebre alta (mayor a 39 °C) o vómitos con sangre.
Aunque el norovirus suele resolverse en 1 a 3 días, el riesgo de deshidratación hace que los niños sean especialmente vulnerables. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el norovirus es responsable de más de 685 millones de casos de gastroenteritis aguda y 200,000 muertes anuales en todo el mundo, muchas de ellas en menores.
Luis Buzón, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas, subraya que, gracias a los avances en diagnóstico, hoy en día es posible identificar casos con rapidez mediante pruebas como PCR, lo que ayuda a tomar medidas preventivas oportunas.
Los expertos en salud de la Universidad de Harvard señalan que un dolor de garganta en niños puede ser una emergencia en determinados casos por lo que siempre conviene estar atentos a la evolución de cualquier proceso catarral o vírico en el que estén inmersos nuestros hijos.

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