La maternidad es uno de esos momentos vitales que supone un antes y un después en la carrera profesional de millones de mujeres, independientemente de su trabajo y del país en el que vivamos. Todas tenemos aciertos y errores como madres y estamos muy lejos de la supuesta “madre perfecta” porque realmente es una invención, es una quimera que no existe. Algo que además está muy relacionado con el hecho de que las madres se sienten más culpables que los padres, precisamente por no llegar a esa supuesta perfección a la hora de criar a los hijos.
Centrada en ese aspecto de la maternidad, hace solo unos días y antes de recibir el Goya de Honor por su magnífica trayectoria como actriz, Aitana Sánchez-Gijón se sentaba delante de los micrófonos del podcast Carne Cruda y comentaba con toda naturalidad, lo que ella piensa y siente de esas construcciones sociales del rol de buena madre que tenemos en Occidente, ese mito de “la madre perfecta” que lo da todo por todos y que cuando han pasado los años se encuentra con que no le queda nada para sí misma.
Aitana Sánchez-Gijón es madre de dos hijos, Teo y Bruna. A Teo le pudimos ver el pasado sábado en la Gala de los Goya acompañando a su abuela, la madre de Aitana, en el momento de la entrega del premio a su trayectoria profesional, el Goya de Honor, de manos de su amiga de la infancia prácticamente, la también actriz Maribel Verdú.

La trampa de la madre perfecta
“El mito de la madre en el altar a la que llevamos flores el día de la madre y vamos a visitar por Navidad, las madres abnegadas, la generosidad de las madres,... Todo eso está muy bien pero en realidad nos hace un flaco favor a las mujeres”, señalaba Aitana Sánchez-Gijón en esta entrevista junto al periodista Javier Gallego, para añadir a continuación que “las madres somos seres humanos complejos y las maternidad son complejas y esos claroscuros es fundamental indagar ahí porque muchas veces de ahí viene todo lo demás”.
La perfección no existe, ni en la maternidad ni en cualquier otro aspecto de la vida y ahí es donde la conocida actriz ve la trampa porque “un hombre se va de casa, se ausenta, da el portazo y no vuelve, y lo toleramos, lo aceptamos como algo que forma parte de la naturaleza masculina” al menos así ha sido históricamente, siendo un comportamiento criticable, ella señala que se entiende que algunos hombres es que son así.
“No es que lo defienda en absoluto, tanto el padre como la madre tienen una responsabilidad con sus criaturas que sino, no haberlas tenido, habértelo pensado, pero vamos a meternos en esos pozos para ver qué nos pasa”, apunta Aitana Sánchez-Gijón a este respecto.

Romper el molde
No hay una única forma de sentirse realizada como mujer aunque durante años se nos ha convencido de que sí, de que solo de una manera la vida de las mujeres tenía sentido, tenía una razón de ser.
“Hay tantas mujeres que han entrado en ese molde casi sin plantearse que hubiera otra posibilidad” señalaba la actriz en un momento de la entrevista y añadía que “naces, creces, puedes estudiar un rato si quieres, pero luego llega el momento de casarte y tener hijos ¡cuántas generaciones de mujeres han aceptado eso como inevitable, como lo único posible, hasta lo han convertido en lo único deseable y de repente, se han encontrado ahí y se han dado cuenta de que no, que no era eso!”.
La idea de la maternidad y la familia como el único mundo para miles de mujeres a lo largo de la historia, es una idea que poco a poco se va superando pero no al cien por cien, para muchas mujeres en todo el mundo sigue siendo la única opción a la que pueden aspirar.
Aitana Sánchez-Gijón, hace el ejercicio de ponerse en la piel de esas mujeres a las que no se las dejó otra opción que la maternidad dentro de la familia convencional y lo comenta de forma muy fácil de entender hablando de la sensación de frustración y de desilusión que ve en algunas mujeres. “Me casé, me creí esta historia romántica, crié a los hijos, te crié a ti también y ahora os largais todos de casa, me dejáis aquí sola ¡me habéis estafado! Es esa sensación de estafa la que veo en muchas mujeres.”
La maternidad, como todo en la vida, no puede seguir siendo una imposición para nadie, incluidas por supuesto las mujeres, tal y como señala la actriz Aitana Sánchez-Gijón.

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