Por qué el hábito de coger en brazos a los bebés sigue siendo una cuestión de debate en la crianza

Los tiempos cambian, pero hay frases que seguimos escuchando a nuestro alrededor. Y la crianza no se libra de ellas. ¿O es que no te han dicho nunca eso de que nunca cojas a tu bebé en brazos “porque se acostumbra”?
bebé brazos

Coger o no coger a los bebés en brazos, esa es la cuestión. Y lo es desde hace muchos años. Los expertos lo tienen claro, pero en la calle todavía hay muchas personas que siguen poniendo en duda lo que la ciencia, y quienes divulgan sobre ella, defienden. Y no hablamos solo de generaciones que criaron recién nacidos hace muchos años, décadas incluso. No es esta una cuestión de abuelos solamente: hay muchos padres que siguen diciendo que no cogen a sus hijos e hijas en brazos “para que no se acostumbren”

Este hábito sigue siendo objeto de debate a pie de calle porque la fuerza del boca a boca y de las tradiciones culturales que pasan de generación en generación tienen más fuerza que el discurso de la divulgación. De otra forma, no se puede explicar que lleven una década, como poco, bombardeándonos psicólogos infantiles, pediatras y hasta docentes con lo beneficioso que es tomar a nuestros bebés en brazos y, sin embargo, sigamos escuchando a muchas personas, no todas mayores ni mucho menos, decir eso de que “se van a malacostumbrar”. Como lo de meterles en la cama.

Ahora que se celebra, entre el 3 y el 9 de octubre, la Semana Internacional de la Crianza en Brazos, es el momento ideal para recordar que la ciencia avala de manera rotunda que cojamos a nuestros niños y niñas pequeñas en brazos.

Voces autorizadas que lo explican

Los recién nacidos son seres inmaduros que tienen una dependencia total de sus adultos de referencia. Sobre todo de la madre, salvo aquellos casos en los que es otra persona, madre, padre o tutor, quien pasa más tiempo con ellos.

En cualquier caso, es indiscutible que nos necesitan muy cerca, cuanto más mejor. Solo tienes que ver cómo se calman los bebés cuando oyen las voces de sus padres. Pero es que, además, son múltiples los beneficios de cogerles en brazos. El único contra, si lo hay, es que si tu bebé es grande, puede que alguna mala postura haga que te duela la espalda. O si hace mucho calor porque es verano, que sudes un poquito más de la cuenta. Pero tanto para ti como, sobre todo, para el peque, es muy positivo que le tomes en brazos.

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Ya en el año 2015, hace 8 años, la doctora Lucía Bertrand, ‘Lucía mi pediatra’, se refería a este hábito de criar en brazos. “Soy implacable. Siempre digo lo mismo”, avisaba. “Mira, tu bebé NO acaba de nacer. Tú bebé no tiene 15 días de vida. Tu hijo lleva 9 meses viviendo dentro de tu barriga, escuchando tu corazón, tus tripitas al hacer la digestión. Flotando desnudo en unas aguas calentitas, oyendo la voz de mamá, a veces, a lo lejos la de papá y sintiéndose protegido y feliz. Y así como te lo describo lleva TODA su vida hasta hace escasamente 15 días. Ponte en su lugar”, afirmaba la pediatra en el texto que publicó entonces.

El frío, el calor, los ruidos, la cabeza tapada, las manos que le tocan, el hambre… Todo son sensaciones nuevas para ellos, que ni siquiera tienen tanto tiempo cerca el ruido del latido del corazón de su madre. “¿Qué puede hacer el bebé en ese momento?”, se pregunta la doctora. “Sólo una cosa: llorar”. Y, como respuesta, tú puedes y debes hacer lo siguiente: “Cogerlo en brazos, achucharle, besarle, susurrarle, abrazarle… Póntelo desnudo sobre tu pecho desnudo. No hay mejor consuelo. No hay mejor calmante”, dice.

Lucía mi pediatra lo tiene clarísimo: “durante las primeras semanas de vida de tu bebé, este sólo tiene dos necesidades vitales y ninguna de las dos se las podemos negar: una es la comida, aliméntale siempre que te lo pida; la otra es afecto: cógelo en brazos, acaríciale, bésale y háblale despacito”, concluye.

Igual de claro lo tienen los psicólogos especializados en la infancia. Por ejemplo, Alberto Soler, que en este vídeo, también de hace unos años, profundizó en la cuestión de coger mucho a los niños en brazos.

“Se puede acostumbrar a que le cogan en brazos. A que le cuiden, a que sus padres atienden sus necesidades rápido cuando las necesita”, reflexiona Soler, que le da la vuelta a la tortilla al concepto, recalcando lo positivo que es que un bebé sepa se acostumbre a que le cojan en brazos. “Es uno de los objetivos que nos deberíamos marcar como padres”, añade Soler, que describe como “normal” nuestro deseo de cogerles porque es nuestro instinto quien nos lo pide. “Solo estamos atendiendo a nuestros hijos”, apostilla.

El consenso entre los expertos es total. Otra voz autorizada es la de Álvaro Bilbao. “Los bebés no manipulan. Los bebés pueden llorar si no están cerca de su mamá y es algo natural y positivo, porque los bebés no pueden sobrevivir si no tienen a su madre cerca. No puede comer, no puede abrigarse, no puede buscar un refugio y no puede defenderse”, expone el neuropsicólogo.

Incide Álvaro Bilbao en que “es bueno que llore, es bueno que esté cerca de su madre, por ejemplo en brazos, y es bueno que los padres estén deseosos de darle sus brazos. No hay nada malo en ello”. Por ello, habla el especialista en el cerebro de los niños y niñas de “mito infundado” cuando se habla de coger en brazos como un hábito negativo.

madre con bebé en brazos

“La realidad es que los brazos ayudan a construir la autoestima y la confianza de los niños. La realidad es que los brazos de los padres activan algunos interruptores genéticos en los niños que les protegen frente a las enfermedades. La realidad es que no se puede mal acostumbrar al amor y al cariño, pero sí a la soledad y al rechazo. La realidad es que si quieres que tus hijos elijan el día de mañana ser queridos por alguien que les de amor y cariño harías bien en acostumbrarles a recibir amor y cariño desde que son bien pequeñitos. La realidad es que los bebés necesitan los brazos de sus papás y sus mamás!!!!! …..y no dejes que nadie te diga lo contrario”, reflexiona a modo de conclusión el neuropsicólogo.

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