Durante décadas, la creencia popular ha sostenido que los padres son los principales arquitectos de la personalidad de sus hijos. Esta idea, ampliamente difundida en la cultura popular y respaldada por algunas teorías psicológicas, ha llevado a muchos padres a sentir una enorme presión por criar "correctamente" a sus hijos para garantizar su bienestar futuro. Sin embargo, investigaciones recientes están cuestionando esta noción, sugiriendo que la influencia parental en la formación de la personalidad podría ser menos determinante de lo que se pensaba.
La teoría del apego, desarrollada por John Bowlby en los años 50, ha sido durante mucho tiempo un pilar fundamental en la comprensión del desarrollo infantil. Esta teoría postula que el vínculo emocional establecido entre un bebé y su cuidador principal durante el primer año de vida servirá como modelo para todas sus relaciones futuras. Sin embargo, a pesar de su popularidad, esta teoría ha sido objeto de crecientes críticas y cuestionamientos por parte de la comunidad científica.
Más factores que influyen: la genética y el entorno
Estudios recientes han puesto en duda la validez universal de la teoría del apego. Por ejemplo, el psiquiatra Michael Fitzgerald señala que ya en 1952, la doctora Hilda Lewis no pudo demostrar una conexión clara entre la separación temprana de un niño de su madre y un patrón particular de comportamiento infantil. Además, investigaciones posteriores han revelado que el comportamiento y los vínculos emocionales de una persona varían significativamente según el contexto, contradiciendo la idea de un patrón de apego único y estable a lo largo de la vida.
La ciencia actual sugiere que el desarrollo de la personalidad es el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos y ambientales. Si bien los padres forman parte del entorno del niño, no son el único factor influyente aunque también se ha encontrado influencia de la genética de los padres en el comportamiento de sus hijos.
El psicólogo y divulgador Ramón Nogueras cita a Jerome Kagan, quien en su libro "The Human Spark" argumenta que las respuestas de los bebés en situaciones experimentales se explican mejor por variables temperamentales innatas que por la relación con su madre.
El temperamento, que tiene una fuerte base genética, parece jugar un papel más significativo en el desarrollo de la personalidad de lo que se pensaba anteriormente. Alan Sroufe, inicialmente defensor de la teoría del apego, después de 30 años de investigación, concluyó que el comportamiento de los padres durante el primer año de vida tiene menos influencia en el futuro del niño de lo que se creía, y que el temperamento del niño es un factor más determinante.

Cómo influyen las madres y los padres
A pesar de estos hallazgos, sería erróneo concluir que los padres no tienen ninguna influencia en el desarrollo de sus hijos. La crianza sigue siendo un factor importante, pero su impacto puede ser más sutil y menos determinista de lo que se pensaba.
Los estudios sobre estilos de crianza, como los realizados por Diana Baumrind, sugieren que diferentes enfoques parentales pueden influir en ciertos aspectos del desarrollo infantil. Por ejemplo, un tipo de crianza autoritario puede llevar a niños más sumisos y con dificultades en la autorregulación emocional, mientras que un estilo permisivo puede resultar en niños con alta autoestima pero con problemas para aceptar límites.
Crecer en un ambiente familiar positivo y equilibrado puede proporcionar numerosos beneficios a lo largo de la vida del niño. Sin embargo, es importante entender que esto no garantiza un resultado específico en términos de personalidad o éxito futuro.
La resiliencia humana y la capacidad de adaptación juegan un papel crucial en el desarrollo, permitiendo que incluso niños criados en entornos menos favorables puedan desarrollarse de manera saludable.
Estos hallazgos científicos tienen importantes implicaciones para la forma en que abordamos la crianza en la actualidad. En lugar de centrarse en técnicas de crianza específicas como garantía de éxito, los expertos sugieren un enfoque más equilibrado y flexible.

La búsqueda del equilibrio
Los padres pueden contribuir al bienestar de sus hijos proporcionando un ambiente seguro y afectuoso, pero también permitiendo que los niños desarrollen su propia individualidad. La clave está en ofrecer apoyo emocional y guía, mientras se respeta la autonomía y las inclinaciones naturales del niño.
Comprender que la personalidad de los hijos no está completamente determinada por las acciones de los padres puede aliviar mucha de la ansiedad asociada con la crianza. Esto permite a los padres enfocarse en crear relaciones positivas y disfrutar del proceso de crianza, en lugar de obsesionarse con cada decisión como si fuera crucial para el futuro del niño.
La ciencia actual nos invita a adoptar una visión más matizada de la influencia parental en el desarrollo de la personalidad infantil. Si bien los padres desempeñan un papel importante en la vida de sus hijos, no son los únicos arquitectos de su futuro. La personalidad se forma a través de una compleja interacción entre genes, entorno y experiencias individuales.
Esta perspectiva más equilibrada puede ser liberadora tanto para padres como para hijos. Permite a los padres criar con menos ansiedad y más disfrute, mientras que reconoce la individualidad inherente de cada niño. En última instancia, la crianza efectiva no se trata de moldear la personalidad del niño según un ideal preconcebido, sino de proporcionar un ambiente de apoyo en el que los niños puedan desarrollar su potencial único.
Al alejarnos del mito de la crianza todopoderosa, podemos adoptar un enfoque más realista y saludable de la paternidad, uno que celebre la diversidad de personalidades y reconozca la resiliencia y adaptabilidad innatas de los seres humanos. Este cambio de perspectiva no solo beneficia a los padres, sino que también permite a los niños crecer y desarrollarse de manera más auténtica y libre.
Referencias
- Ana Ramírez-Lucas, Mercedes Ferrando y Ana Sainz, Universidad de Murcia. “¿Influyen los Estilos Parentales y la Inteligencia Emocional de los Padres en el Desarrollo Emocional de sus Hijos Escolarizados en 2o Ciclo de Educación Infantil? https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1578-908X2015000100007

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