De pizarras a pantallas: cómo la digitalización transforma la educación

Las pantallas ganan espacio frente a las pizarras en los colegios, mientras expertos y padres debaten sobre el impacto de la digitalización escolar.
Niño en un pupitre escolar usando una tablet mientras toma apuntes en un cuaderno.
Un niño utiliza una tablet en clase junto a sus cuadernos, reflejando la convivencia entre lo digital y lo tradicional en la educación. Midjourney-RG

En muchos colegios las pantallas ya superan en tamaño y protagonismo a las pizarras tradicionales. La digitalización escolar avanza rápido en España, mientras algunos expertos y familias se preguntan si este cambio beneficia realmente a los niños o si, por el contrario, se está introduciendo la tecnología demasiado pronto.

En los colegios, las pantallas digitales empiezan a reemplazar a las pizarras tradicionales. La incorporación de proyectores, tablets y pizarras interactivas refleja el avance de la digitalización escolar, un cambio que plantea beneficios en el aprendizaje, pero también retos relacionados con el uso responsable de la tecnología.

Sin embargo, tras un acelerón inicial desregulado, sin un marco legal que sirviera para canalizar esta evolución, las instituciones se han tomado en serio el impacto de la tecnología en la educación. Por ello, se está ralentizando ligeramente el cambio mientras se dan forma y entran en vigor los marcos normativos que regulan el uso de pantallas y dispositivos móviles en las aulas.

Dos alumnos de Primaria comparten una tablet en clase, en un contexto de nuevas normas que limitan su uso.. Midjourney-RG

La transformación digital en las aulas españolas

La transformación tecnológica en las aulas es ya una realidad en España. Cada vez más centros incorporan recursos digitales como pizarras interactivas, proyectores o dispositivos personales para los alumnos. Y ocurre lo mismo con la inteligencia artifical, que ya impacta en la educación. Estas herramientas permiten integrar vídeos, animaciones y contenidos multimedia que enriquecen la enseñanza y favorecen la participación.

La digitalización también responde a la necesidad de preparar a los estudiantes para un futuro donde la competencia tecnológica será esencial. Aprender a manejar herramientas digitales desde edades tempranas se considera una ventaja en un mundo cada vez más conectado.

Sin embargo, esta transición no está exenta de desafíos. Uno de los principales debates gira en torno a la edad más adecuada para introducir las pantallas en la enseñanza. Expertos en educación coinciden en que la tecnología debe complementar, y no sustituir, otros métodos de aprendizaje como la escritura manual, la lectura en papel o el juego libre.

Otro aspecto clave es la formación del profesorado. Para aprovechar realmente el potencial de las pizarras digitales y los dispositivos en el aula, es fundamental que los docentes reciban preparación específica que les permita adaptar sus métodos pedagógicos a estos nuevos entornos.

La convivencia entre pizarras y pantallas refleja un proceso de transición educativa que aún está en marcha. El objetivo es encontrar un equilibrio que combine la innovación tecnológica con las bases tradicionales del aprendizaje, garantizando así un desarrollo integral de los alumnos.

Un aula de un colegio vacía (foto: RG)
Un aula de un colegio vacía (foto: RG)

La regularización del uso de pantallas en las aulas

¿Por qué los gurús digitales crian a sus hijos sin pantallas? Como curiosidad, en los colegios de Silicon Valley, donde estudian los hijos de los directivos de marcas como Apple o Google, la digitalización está totalmente prohibida en las aulas. Son los propios creadores de estas tecnologías los que conocen sus beneficios, pero también sus peligros, sobre todo en las edades más vulnerables. Es algo parecido a lo que ocurre con los grandes gurús tecnológicos, que suelen huir del smartphone y demás dispositivos digitales con conexión a internet...

El sistema educativo sueco, referente mundial, ha paralizado también la inmersión de las nuevas tecnologías en los centros escolares. Cada vez hay más estudios que relacionan los trastornos mentales infantiles y adolescente con el uso excesivo de dispositivos digitales.

Y en España, tras la prohibición de los móviles en los colegios de Países Bajos, que siguió el camino de Francia y que también ha seguido recientemente Portugal, ya han entrado en vigor las primeras normas que regulan el uso de las pantallas en las aulas.

No parece casualidad esta tendencia hacia la regularización del universo digital en la educación, si bien la realidad señala que lo lógico es que tradición y vanguardia (tecnología) convivan.

Una profesora en clase
Una profesora dando clase. Fuente: Midjourney / E. F.

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