Hábitos matutinos que te ayudarán a fortalecer el vínculo con tus hijos

Estas rutinas que os proponemos os sirven para empezar el día juntos con una sonrisa y sentiros muy cerca el uno del otro.
padre e hijo desayunando

En ocasiones, los madrugones y las prisas de las primeras horas del día nos impiden darnos cuenta de que ese podría ser un excelente momento para reforzar los vínculos emocionales que nos unen a nuestros hijos.

Merece la pena sustituir el chip de empezar el día corriendo por el objetivo de crear un espacio para compartir momentos íntimos como padres e hijos antes de ir al trabajo o al colegio.

Muchas veces, nos preguntamos, ¿de dónde vamos a sacar ese tiempo de calidad que es tan importante que compartamos con nuestros hijos y que los expertos no se cansan de repetirnos? Pues las primeras horas del día son un  momento perfecto para conseguirlo.

Además, si creas interacciones positivas durante las primeras horas de la mañana, no sólo contribuyes a comenzar un buen día, sino que además vas a reforzar la relación con tu hijo compartiendo esos momentos de calidad.

Las investigaciones demuestran que para que una relación sea sana y feliz y esté preparada para sobrellevar los conflictos (que inevitablemente van a surgir), la clave está en que se produzcan cinco interacciones positivas por una negativa.

Como afirman los psicólogos de la web “Una mente maravillosa”, crear interacciones positivas con nuestros hijos no sólo mejoran su educación y desarrollo emocional sino que también revierten en nuestro propio beneficio y nos facilitan nuestra labor como padres.

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¿Cómo revierten las interacciones positivas en nuestro propio beneficio? Pues muy sencillo, estas interacciones positivas van a ayudar a crear una relación con nuestros hijos fuerte y dulce a la vez y esto hace que nuestra labor educativa sea más fácil.

Esta conexión contribuye a que los niños sigan voluntariamente nuestros límites y reglas pues a un niño que se siente fuertemente conectado a sus padres, no le cuesta cooperar: “Cuando confían en nosotros para entender y sienten que estamos a su lado, se muestran motivados para seguir de forma natural lo que nosotros le marcamos”, explican desde el portal de psicología.

Desde luego, merece la pena adquirir una serie de hábitos simples y sencillos e integrarlos en nuestra rutina diaria porque, como apuntan los mismos expertos, la clave para que las interacciones positivas se tornen efectivas es que sean diarias.

Así, estos hábitos que te proponemos os ayudarán a comenzar bien el día y seguro que tu hijo se va más contento al colegio, porque sabe y siente que tú siempre estás ahí para lo que necesite.

Hábitos matutinos que refuerzan la relación con nuestros hijos

  • Un despertar placentero con besos y abrazos. Nada más levantarse no hace falta hablar: reserva este momento para besarle, acariciarle o abrazarle. Los expertos insisten en resaltar la importancia de los abrazos a nuestros hijos. Según Virginia Safir, necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantenernos y doce, para crecer. Así que ya sabes, empieza el día con abrazos y a sumar…
  • Desayunad juntos: Prepárale un buen desayuno (que le guste y que a la vez sea saludable y nutritivo) y aprovecha para desayunar tú también con él. Dicen los expertos que hay que compartir al menos una comida al día con nuestros hijos, pues esta puede ser una de ellas.
  • Sin pantallas: Lo primero que solemos hacer padres e hijos nada más levantarnos es mirar el móvil. Pues un buen propósito para ambos es marcaros una hora de encendido y no ponerlo en marcha hasta después de desayunar o cuando ya estéis vestidos, listos y preparados.
  • Préstale toda tu atención: Así que, a la hora de desayunar con él, no atiendas asuntos de trabajo mediante whatsapps, e-mails, redes sociales… y hazle sentir importante.
  • Una buena conversación: Ahora sí podéis aprovechar para charlar un ratito y tener una conversación enriquecedora . Es recomendable resaltar los planes agradables que tenga previstos próximamente en el mismo día o durante la semana (un cumpleaños, quedar con sus primos o con sus amigos, ir al cine, un partido…) Esto le motivará para afrontar el día de forma positiva.
  • ¿Tiene un examen o se va a enfrentar a una tarea difícil? Si un día está más nervioso porque tiene un examen o un reto que le resulta difícil (una exposición en público, un partido de competición…) presta atención a sus miedos y dile palabras positivas, muéstrale gestos amables…en definitiva, ofrécele empatía y comprensión.
  • Si amanece enfadado o aparece una rabieta. Esto puede ser normal y no hay que inquietarse por ello. Si ocurre lo mejor es relajarse y dejar lo que estemos haciendo para ayudarle. Ayúdale a descargar su rabia y acompáñale si necesita llorar. Los berrinches de los niños suelen ser señales de angustia y no de desafío.
  • Ríete de sus bromas y gracias: Aunque te parezcan muy simples, reir juntos es de lo mejor que se puede hacer al empezar el día. En el caso de que sus comentarios sean faltas de respeto, explícale de buena forma por qué eso no es gracioso.
  • Escucha todas sus historias con comprensión: Si te cuenta algún problema que tiene en el cole, relacionado con los amigos con el chico o la chica que le gusta no le quites importancia y escúchale atentamente. Escuchar es uno de los hábitos más importantes para fortalecer la relación con los hijos.
  • Besos y abrazos para despediros: Despídete de tus hijos siempre con un beso y/o abrazo (ya sabes, sigue sumando) y deséale un buen día haciendo hincapié en que se divierta.

Son hábitos fáciles, ¿verdad? Y merecen la pena…

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