Cómo podemos dar semillas a los niños

Al igual que otros grupos de alimentos saludables, es recomendable que los peques prueben variedades con una enorme riqueza nutricional como la linaza, que además es un alimento superversátil.
Cómo podemos dar semillas a los niños

Hemos hablado en alguna ocasión sobre cómo introducir en la dieta de los niños alimentos saludables desde edades tempranas y también de cómo cocinarles dulces saludables aprovechando que su paladar no está tan entrenado a este sabor como el de un adulto. Sin embargo, nunca hemos tratado cómo se les puede dar otro grupo de alimentos de moda, sobre todo en la alimentación healthy: las semillas.

La linaza, la quinoa y el sésamo son tres de las semillas más extendidas en las dietas de alimentación contemporáneas. De las tres, la más sencilla de introducir en la alimentación de los peques es la quinoa. Esta semilla, propia de la región andina, se ha extendido por todo el mundo por sus propiedades nutritivas, ya que tiene una proteína completa porque contiene los nueve aminoácidos esenciales. 

Es distinto el caso del sésamo y el lino, semillas que en general se toman tal cual se venden, sin necesidad de cocinarlas. Dado que son muy pequeñas y duras, conviene esperar un poco hasta que el niño haya adquirido madurez para masticar, tragar y digerir alimentos para proporcionarle sin triturar los dos tipos de semillas referidos.

Esto no quiere decir que no se le puedan introducir en la dieta desde muy pequeños siempre y cuando se trituren. Y para conseguirlo, es ideal añadir un puñadito de unas u otras en el puré salado del pequeño o aprovechar una de las formas más atractivas para los niños, los batidos de frutas. Y, por supuesto, también se puede incluir en las papillas de cereales de los más pequeños siempre y cuando se pasen muy bien por la batidora.

La mejor manera de introducirlas en su alimentación

Basta con añadir un puñado de lino molido a alguna de las mezclas batidas con piezas enteras de fruta y leche o bebida vegetal (o agua) que hagáis en casa o en la mencionada papilla de cereales casera para que el niño se pueda aprovechar de las enormes propiedades nutritivas del lino. No en vano tienen un alto poder proteico y son una fuente de fibra magnífica.

Una vez que el niño ya ha alcanzado la madurez suficiente como para avanzar en la alimentación sólida, es cuando más y mejor se pueden explotar las virtudes de las semillas en la cocina, siendo las más versátiles y nutritivas las de lino, a cuyos beneficios ya nos hemos referido anteriormente.

Cómo usar semillas en la cocina

Lo mejor que tiene una variedad de semillas como el lino es su versatilidad en comparación con otros tipos. El sésamo, por ejemplo, que también es relativamente polivalente, puede incluirse en panes -en bagels, por ejemplo- y bollos caseros, también en platos salados como las ensaladas , pero no funciona igual de bien que la linaza en recetas dulces como los muffins.

Da igual el sabor y el tipo, más o menos saludables, si añades una pizca de semillas de lino a la receta le estarás sumando el aporte nutricional al muffin de la linaza, que además tiene un sabor suave y rico, que no va a disgustar a los peques. De hecho, también les encantarán las galletas caseras con semillas de lino, receta de la que hay múltiples versiones en la red, y también los panqueques que incluyan en la masa un poquito de esta semilla tan saludable.

En cambio, si tenéis limitado el dulce en casa pero os gustaría que los niños de la casa puedan tomar semillas en desayunos y meriendas, nuestra recomendación al respecto es incorporar una cucharadita de semillas de lino -pueden ser de otros tipos, pero insistimos en la linaza por su altísimo valor nutricional y su sabor, mucho más agradable en boca por ejemplo que la chía- a la mezcla ya clásica en muchos hogares de yogur natural (o griego) con fruta. Pueden ser una variante a los cereales, o convivir con ellos si al peque le gusta añadir también un puñado de estos a esta combinación con base de yogur.

Por otro lado, si lo que queréis es incluir semillas de lino en platos salados, apunta dos recomendaciones más allá de las citadas ensaladas inspiradas en las propuestas de Linwoods, firma especializada en productos elaborados a partir de linaza: añadir un puñado a los guisos tradicionales de carne junto a las verduras y hierbas habituales que uséis, o incorporar una pizca en alguna sopa original para que no sea el típico consomé con fideos de toda la vida.

Eso sí, al introducir cualquier alimento nuevo en la dieta de un niño, también las semillas, se deben seguir las pautas recomendadas por la Asociación Española de Pediatría en materia de alimentación complementaria: hay que hacerlo de uno en uno o dos en dos a lo sumo y dejar tiempo suficiente para comprobar si hay algún tipo de reacción negativa a los alimentos ingeridos, entre otras pautas.

Recomendamos en