Muchas familias ya están con los últimos planes de viaje de cara a las próximas vacaciones, en algunos casos puede que tengan serias dudas de si sus hijos van a ser capaces de desconectar digitalmente y pasar más tiempo en familia y es verdad que en demasiados casos no nos dimos cuenta de lo real que es esa atracción que ejerce la pantalla, antes de regalar a nuestro hijo un teléfono móvil.
Son menores de edad y tienen un acceso a internet mucho mayor del que saben gestionar, según la última Encuesta sobre Equipamiento y Uso de la Tecnología de la Información y Comunicación en los Hogares, que elabora el Instituto Nacional de Estadística, estamos hablando de que prácticamente el 95% de los menores de entre 10 y 15 años son usuarios de internet.
Con el móvil en la mano
Según datos oficiales de Naciones Unidas, en el año 2023 un niño se conectó a internet por primera vez cada medio segundo en algún lugar del mundo. Podemos pensar como dice Elsa Punset, que los hemos abandonado en lo digital porque es un campo que tampoco dominamos nosotros, los adultos, sus padres y sus madres.
Pero si tenemos en cuenta la cantidad de horas que se emiten especialmente dirigidas a nuestros hijos e hijas, es casi imposible que dejen de sentirse atraídos por lo que les ofrecen las pantallas. Es el nuevo “flautista de Hamelín” en formato digital.
Por poner solo un ejemplo muy gráfico, en Instagram se estima por parte de la industria fotográfica, que se están compartiendo 1.300 millones de fotos en un solo día.
El profesor Oliver Serrano, dirige el Máster de Psicología General Sanitaria de la Universidad Europea de Canarias y defiende que “para proteger la salud mental de los jóvenes se deben implementar medidas que fomenten el uso consciente de las redes sociales, educar sobre su impacto psicológico, establecer límites de tiempo y promover una cultura digital más saludable.”
Ideas para que suelten el móvil
Para Sonia López, psicopedagoga, maestra y especialista en educación emocional y adolescencia, en lo primero en lo que debemos enfocarnos los adultos es en “analizar si hemos tenido en cuenta en la programación del viaje a nuestro adolescente”.
Ya no son los niños pequeños a los que sentábamos en la silla del coche sin pedir su opinión, se están formando como adultos, están creciendo y necesitan formar parte, “es muy importante que hayamos decidido entre todos los miembros de la familia el destino las actividades que realizaremos en él”, apunta Sonia López a este respecto.
Otro de los puntos en los que hay que esforzarse es en el establecimiento de unos horarios y es una de las pautas de comportamiento más importantes que deberíamos marcar desde el mismo momento en el que ponemos un dispositivo móvil en las manos de nuestros hijos.
Establecer horarios puede ser la clave para evitar el abuso por parte del menor y la forma en la que encuentre tiempo para dedicarlo a otras actividades.
Y esa es precisamente la tercera recomendación, proponle otras actividades, otras opciones de ocio. Siempre insistimos en la lectura por sus innumerables beneficios y sin duda el verano y las vacaciones son el momento perfecto para iniciarse en esta afición.
“No he encontrado mejor antídoto contra la idiotización de las mentes que la lectura”, afirma Michel Desmurget en su último libro “Más libros y menos pantallas, cómo acabar con los cretinos digitales” (Ed. Península) y añade, refiriéndose a la lectura que “se trata de una verdadera máquina de configuración de la inteligencia en su dimensión cognitiva (que nos permite pensar, reflexionar y razonar) y también, y sobre todo, en su dimensión socioemocional (que nos permite comprendernos a nosotros mismo y a los demás, lo que facilita las relaciones sociales).”

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