La crianza de los hijos es un desafío único, lleno de aprendizajes y momentos de reflexión. Aunque no existen padres perfectos, los "buenos padres" suelen compartir dos enfoques fundamentales que les permiten criar niños seguros, bien adaptados y emocionalmente saludables siempre teniendo en cuenta que la forma de educar a tus hijos está condicionada también por tu infancia. Los enfoques que permiten criar niños seguros y emocionalmente saludables, están explicados por la psicóloga infantil Becky Kennedy y pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo de los pequeños.
Becky Kennedy es una conocida psicóloga infantil, doctorada en psicología clínica por la Universidad de Colombia en Estados Unidos, es madre de tres hijos y directora de un podcast muy popular sobre crianza llamado “Good Inside”. Ella no apuesta por ser un padre o una madre perfectos porque es algo imposible, lo que apunta es la necesidad de ser un padre o una madre presente, dispuestos a crecer y sobre todo, a aceptar los desafíos de la crianza como lo que son, oportunidades de aprendizaje para toda la familia y no solo para los niños.
Criar niños seguros y bien adaptados no es una tarea que se logre de la noche a la mañana. Requiere compromiso, paciencia y, sobre todo, un enfoque en el aprendizaje continuo tanto de los padres como de los hijos. Es crucial valorar la importancia de la paciencia a la hora de educar a tus hijos.
Reflexionar sobre nuestras acciones, liderar con curiosidad y construir conexiones basadas en el respeto y la empatía son pasos esenciales para fortalecer los lazos familiares, crear momentos de felicidad con tus hijos y fomentar el desarrollo emocional de los niños.

Crecimiento personal: El punto de partida para una crianza efectiva
Según Becky Kennedy, el primer paso para ser un buen padre o una buena madre es enfocarse en el propio crecimiento personal. Este compromiso no solo implica mejorar como padre o madre, sino también como individuo.
La autoevaluación y el autoconocimiento permiten comprender mejor nuestras emociones, expectativas y reacciones como adultos. Al reflexionar sobre cómo nuestras propias experiencias y patrones influyen en la crianza, podemos tomar decisiones más conscientes y menos impulsivas. Esto también ayuda a distinguir entre nuestras expectativas como padres y las necesidades reales de nuestros hijos.
Por ejemplo, cuando tu hijo enfrenta dificultades, detenerse a reflexionar sobre tus reacciones puede marcar la diferencia. Pregúntate: "¿Estoy reaccionando desde la empatía o desde mis propios miedos y frustraciones?". Este enfoque fomenta una relación más auténtica y cercana con los hijos.
Curiosidad sin juzgar
Otro principio esencial para criar niños emocionalmente saludables es reemplazar el juicio con curiosidad. Kennedy señala que un enfoque inquisitivo permite a los padres comprender el comportamiento de sus hijos en lugar de etiquetarlo o criticarlo.
Imagina que tu hijo pequeño se mete en problemas constantemente en la escuela por pegar a otros niños. Es fácil caer en la tentación de pensar que es "malo" o que has fallado como padre. Sin embargo, detrás de ese comportamiento puede haber factores emocionales o situaciones que tu hijo no sabe expresar.
La clave está en plantearte preguntas abiertas: "¿Qué puede estar molestando a mi hijo?", "¿Hay algo en su entorno que lo haga reaccionar así?". Este cambio de perspectiva no significa ignorar las malas conductas, sino abordar su causa raíz de manera más efectiva. Además, fomenta un entorno de confianza y conexión emocional entre padres e hijos, mientras se establecen límites claros y consistentes.

Firmeza y conexión
La crianza efectiva requiere combinar autoridad y calidez. Los límites son esenciales para enseñar a los niños a responsabilizarse de sus acciones, pero deben ir acompañados de empatía y validación emocional. Como explica Kennedy, ser el "líder más firme" no implica ser autoritario, sino construir un equilibrio entre estructura y apoyo emocional.
Por ejemplo, si un niño se comporta de forma irrespetuosa, establecer un límite claro puede ser algo como: "Entiendo que estás molesto, pero no está bien que grites. Vamos a encontrar una solución juntos". Este enfoque refuerza el respeto y la seguridad emocional, mientras enseña habilidades sociales fundamentales.
Comprender y aceptar
Un aspecto crucial del crecimiento personal en la crianza es aprender a ver a los hijos como personas independientes, con sus propios intereses, personalidades y necesidades. La psicóloga infantil Tovah Klein destaca que aceptar a los niños tal como son es esencial para ayudarlos a convertirse en adultos seguros y autónomos.
Esto implica liberar expectativas irreales y apoyar a los hijos en el desarrollo de su identidad, en lugar de imponerles un modelo de lo que "deberían ser". Cuando los niños sienten que son aceptados y valorados por quienes son, desarrollan una autoestima más sólida y una confianza interna que les ayudará a enfrentar los desafíos de la vida.
