Por si te lo preguntas, esto es lo que dice la ciencia sobre si existe el instinto paternal

Aunque los primeros meses depende sobre todo de la madre, el bebé también necesita a papá.
Un padre con el instinto paternal a flor de piel
Un padre con el instinto paternal a flor de piel (RG)

El embarazo y el nacimiento de un hijo causan en la mujer una serie de cambios hormonales que favorecen ese amor infinito hacia su bebé. Sin embargo, hasta hace poco nadie se había planteado si en el organismo de los padres se producía también algún cambio. Investigaciones recientes han demostrado que sí. No son cambios comparables a la revolución hormonal que el embarazo y el parto provocan en la mujer, pero existen.

Aún más importante que este dato es el hecho de que los padres de hoy están demandando culturalmente un papel diferente en la crianza de sus hijos. Ya no quieren ser figurantes ni actores secundarios. Quieren ser protagonistas, junto con la madre, a su lado, compartiendo todo tipo de decisiones relacionadas con el bebé.

Desde que el test de embarazo da positivo surge en el hombre un instinto de protección. Durante los nueve meses de espera, cuidar de su hijo será sinónimo de proteger a su pareja. Y tras el parto, hay muchas cosas que hacer. Aunque, ojo, no todos los hombres se lo toman igual, como puedes leer en la pieza ¿Cómo se siente él? "Mi experiencia como padre primerizo".

Evidentemente, el papel de la madre seguirá siendo central en la vida de su hijo durante algunos meses. Pero el día es muy largo y el cuidado de un bebé, muy cansado. El padre puede aligerar el trabajo de su pareja, asumir tareas para que la madre esté más tranquila, al mismo tiempo que propicia esa unión tan especial entre él y su hijo.

En esta pieza profundizamos en el papel tras el parto del padre primerizo, cuyo cerebro 'encoge' tras tener un hijo, según la ciencia.

Un padre abraza y protege a su hijo
Un padre abraza y protege a su hijo (RG)

¿Qué puede hacer?

La lactancia crea un vínculo entre la madre y su hijo difícil de describir e imposible de igular. Pero hay otros muchos cuidados del bebé que el papá puede hacer suyos: por ejemplo, el baño, la rutina de sueño. Ese rato de relax al final del día es muy placentero para el niño y a esas horas la madre suele estar cansada después de un día agotador.

Para favorecer ese vínculo tan especial entre padre e hijo es preciso superar algunos tabúes. Los padres de antes se escapaban en cuanto oían la palabra pañal, asociándolo con algo sucio y maloliente. Hoy no es así. La mayoría no quiere perderse ese momento tan especial en el que el bebé se siente limpio y nos dedica algunas de las mejores sonrisas del día. Las cosquillas, las risas y las pedorretas que propicia la higiene del culete harán las delicias del chiquitín. Y del padre.

Por otro lado, hay pocas cosas en la vida más agradables que ver a tu hijo dormir plácidamente en tus brazos. Y esto no tiene por qué ser un privilegio exclusivo de la madre. Un recién nacido duerme muchas veces al día, alguna de ellas el padre puede encargarse de mecerle y cantarle hasta que se quede dormido. Sí, coger a los bebés en brazos sigue estando a debate, pero son mayoría lass voces que te animan a hacerlo. De hecho, lejos de malcriar, es bueno dormir a tu bebé en brazos.

Padre e hijo, junto al mar
Una madre disfruta en paz con su hija (RG)

Los bebés necesitan muy poco

Es frecuente que ya desde el embarazo el hombre se obsesione con trabajar más para ganar dinero, cuando lo que necesitan tanto su hijo como su mujer es su compañía.

Si los bebés pudieran hablar, seguro que nos dirían que prefieren que su padre vuelva a las cinco y media y les lleve un ratito al parque, que a las nueve y tener una cuna último modelo.

De hecho, es importante que, de vez en cuando, el padre cuide solo al bebé para que construyan una relación sólida e independiente de la madre. No tiene que envidiar el vínculo madre-hijo, sino crear el suyo propio. Aquí tienes algunos consejos de Álvaro Bilbao para construir momentos de calidad con tus hijos.

¿Y por qué no dar un paseo los dos solos? Si el trabajo no lo permite a diario, el fin de semana, mientras la madre duerme la siesta, padre e hijo pueden dar una vuelta. Si se utiliza una mochila o bandolera, el niño disfrutará no solo de los estímulos externos, también del contacto y el calorcito del cuerpo de papá.

Una familia feliz en el sofá de casa
Una familia feliz en el sofá de casa (RG)

Haciéndose un hueco en la vida del pequeñín

Algunos padres se quejan de que su mujer acapara al bebé, que no deja espacio para que él se relacione con su hijo, que quiere controlar todo lo que atañe al pequeño.

El cambio en la actitud de los padres era algo que las mujeres venían demandando desde hace mucho tiempo y por fin empieza a hacerse realidad. Pero no se puede olvidar que el bebé ha estado dentro de su madre durante nueve meses.

El padre irá buscando su espacio en la vida de la criatura. Pronto lo encontrará y entre los dos, padre e hijo, irán agrandando ese espacio hasta que papá y mamá sean igual de importantes en la vida del niño.

Durante el embarazo, el bebé y su madre son uno solo. Y durante algunos meses esto seguirá siendo así. Los bebés no son conscientes de que son un ser distinto a su madre hasta el octavo o noveno mes de vida, etapa en la que pasan una ligera crisis que se denomina “angustia de la separación”, una de las claves de la crianza con apego.

Descubrir que mamá es otra persona y que el niño tendrá que ir poco a poco ganando su propia independencia supone un momento duro en la vida del hijo y de la madre. Pero ahí estará papá, para apoyarles a ambos al mismo tiempo que recupera su sitio en la vida de su pareja y encuentra un nuevo lugar en la de su hijo.

Retrato familiar
Retrato familiar (RG)

¿Existe el instinto paternal?

Todavía está en pañales una teoría que demuestre la existencia del instinto paternal. Sin embargo, sí se ha podido constatar que, al convivir con una embarazada y tras el nacimiento de un hijo, algunos hombres presentan un descenso del nivel de testosterona, una hormona masculina, y un aumento del estradiol, una hormona femenina, implicada en cómo el embarazo transforma el cerebro de la madre, una adaptación única para la maternidad.

Esto último fue demostrado por un estudio publicado en 2001 por la revista Mayo Clinic Proceedings. El estudio se titula ‘Cambios en los niveles de testosterona, cortisol y estradiol en los hombres que se convierten en padres‘.

Además, un estudio de la doctora Anne Storey, de la Universidad de Newfoundland en Canadá, ha demostrado que los prepapás sufren un aumento de las cantidades de prolactina, hormona involucrada en el desarrollo de la capacidad de amamantar en las mujeres. El estudio se titula ‘Respuestas de la prolactina a las señales de los bebés en hombres y mujeres: efectos de la experiencia parental y del contacto reciente con el bebé’.

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