La maternidad es una de las decisiones más significativas en la vida de muchas personas, y en España, esta elección no deja de retrasarse, la llamada maternidad madura o tardía es cada día más frecuente. Es algo habitual vivir el embarazo después de los 40 años, cada día se conocen nuevos tratamientos que rompen con las barreras biológicas de la edad para conseguir el embarazo deseado. Pero no hay que olvidar que el retraso de la maternidad es una decisión cada vez más influida por factores sociales, culturales y científicos.
Tras un 2024 con los datos de natalidad más bajos desde que se tienen registros, según el Instituto Nacional de Estadística, en 2025 el panorama de la natalidad y los tratamientos de reproducción asistida adquieren una mayor relevancia, especialmente en un país como el nuestro en el que cada año las técnicas de fertilidad juegan un papel clave ante una maternidad se retrasa cada año un poco más, como demuestran las cifras que señalan que en 2023 el 40% de los nacimientos han sido de madres de más de 35 años.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la edad media de las mujeres para tener su primer hijo en España es de 31,5 años, alcanzando los 32,18 años entre las mujeres nacidas en el país. Este fenómeno refleja cambios en las prioridades personales y profesionales, así como el contexto económico y social. Muchas mujeres optan por estabilizar sus carreras y vidas antes de afrontar el reto de la maternidad, una tendencia que, si bien es comprensible, también supone retos biológicos.
El retraso de la maternidad tiene consecuencias directas en la fertilidad, ya que la reserva ovárica y la calidad de los óvulos disminuyen con la edad. Este hecho impulsa a muchas parejas y mujeres solteras a buscar alternativas en la medicina reproductiva, destacándose como una solución eficaz para cumplir el sueño de ser padres y decidiendo por ejemplo entre fecundación in vitro o inseminación artificial, valorando sus pros y sus contras.

El retraso de la maternidad y la reproducción asistida
Según datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), el 11% de los niños nacen gracias a tratamientos de fertilidad, y esta cifra sigue en aumento cada año.
Las razones por las que se toma la decisión de acudir a la ciencia para poder tener un bebé son varias, aunque, “predominan los casos en los que la edad materna es avanzada y la búsqueda de embarazo no se consigue tras muchos meses de intentos entre la pareja o, lógicamente, también situaciones en las se quiere iniciar un tratamiento de maternidad en solitario o como pareja de mujeres”, indica la doctora Andrea Bernabeu, que es directora médica del Instituto Bernabeu, especializado en tratamientos de reproducción asistida.
La doctora Andrea Bernabeu destaca que la demanda de tratamientos de fertilidad puede aumentar hasta un 30% en los primeros meses del año porque, como ella misma señala, "el inicio del año es un momento de reflexión y nuevos propósitos, lo que lleva a muchas personas a priorizar su proyecto reproductivo".
El aspecto emocional juega un papel determinante en la decisión de recurrir a la medicina reproductiva. Según Natalia Romera, psicóloga responsable de la Unidad de Apoyo Emocional del Instituto Bernabeu, "el cambio de año es un detonante común para replantearse metas personales", incluida la meta de la maternidad.

La reproducción asistida en España
España se ha consolidado como un referente mundial en reproducción asistida, gracias a una combinación de legislación avanzada que permite, por ejemplo congelar sus óvulos en la sanidad pública a las mujeres gallegas de 30 a 35 años; y también por la calidad de sus profesionales y clínicas. Este liderazgo no solo es un reconocimiento a la excelencia médica, sino también a la accesibilidad de los tratamientos, que permiten a personas de todo el mundo confiar en España para cumplir su sueño de ser padres.
Si bien los avances en medicina reproductiva han permitido que muchas personas logren tener hijos incluso en edades avanzadas llegando a conseguirse el embarazo natural a los 46 años de edad, es fundamental recordar que la fertilidad no es ilimitada. Actuar a tiempo puede marcar una gran diferencia en el éxito de los tratamientos y en la experiencia general del proceso.
La doctora Andrea Bernabeu enfatiza que la prevención y la información son herramientas clave: "Es importante que las mujeres conozcan su estado de fertilidad y las opciones disponibles, especialmente si planean retrasar la maternidad".
