¿Qué consecuencias pueden tener para la audición los ruidos tan elevados que producen los juguetes?

La mayoría de los adultos que compran juguetes infantiles no tiene demasiado en cuenta los ruidos que estos producen y si estos pueden tener repercusión en la salud auditiva de los niños. Y sí, según los expertos, tienen una repercusión negativa.
niño tocándose los oídos

Los datos son demoledores, según la Organización Mundial de la Salud, en torno a 34 millones de niños en todo el mundo sufren problemas de audición y la enorme cifra podría reducirse en un 60% si se prescindiera del uso de juguetes que producen sonidos (músicas y ruidos) por encima del máximo de intensidad recomendada.

No nos damos cuenta del nivel de ruido constante y continuo que nos rodea en nuestro día a día como adultos pero parece que tampoco le damos importancia al ruido que rodea el día a día de nuestros hijos e hijas. 

Desde el sonido de la televisión de fondo a los que producen sus propios juguetes, todos ellos afectan en mayor o menor grado a sus capacidades auditivas según ha señalado la Academia Americana de Pediatría.

Porque la exposición continuada a ruidos fuertes ya sabemos que puede provocar daños irreversibles en la audición que en el caso de los niños van a afectar de forma directa a su desarrollo escolar y social.

Cuando elegimos un juguete para los niños pequeños, muchas veces buscamos que tengan luces y sonidos, pero ojo, debemos prestar especial atención al ruido que emiten.

Baja el volumen

Para los autores del informe de la Academia Americana de Pediatría, hay que hacer con urgencia “una llamada de alerta” porque los efectos en la audición y la calidad de vida de los niños y niñas van a afectarlos durante toda su vida.

La OMS establece claramente el límite al que pueden llegar los sonidos que emiten los juguetes de nuestros hijos, nunca deberían superar los 65 dB porque esta organización considera que a partir de este volumen se puede producir daño al sistema auditivo.

Sin embargo, en el mercado encontramos juguetes y juegos que superan este límite legal con crecer, llegando incluso a los 85 dB, cifra que para los médicos supone un claro riesgo para la audición infantil.

Cuanto más fuerte sea el sonido, más rápido será el efecto dañino sobre el sistema auditivo y este daño se mantendrá durante el tiempo que dure la exposición a ese ruido. 

Además, algo que no debemos olvidar es que los efectos del ruido en nuestro oído son acumulativos, por lo que es importante tomar medidas cuanto antes para evitarlos.

Cuidar la salud auditiva

Los ruidos molestos pueden conseguir que el niño o la niña deje de concentrarse en clase, pueden llegar a dañar partes del oído interno que detectan el sonido y envían señales al cerebro.

Los ruidos fuertes pueden provocar pérdidas temporales de la audición y estas pueden llegar a alargarse en el tiempo.

Por todo esto es importante revisar los juguetes antes de comprarlos, leer bien las instrucciones para asegurarnos que no superan los niveles de ruido que marca la OMS y evitar el uso continuado durante mucho tiempo de aquellos juguetes que producen un mayor nivel de ruido.

Para medir el nivel de decibelios que llega a emitir un juguete se puede utilizar un sonómetro que podemos encontrar incluso en aplicaciones descargables en nuestro teléfono móvil.

Amortiguan el ruido excesivo con el objetivo de evitar que este tenga un impacto negativo en la audición del pequeño, pero no existe un consenso definitivo sobre si su uso es recomendable o no.

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