¿Por qué no lo hacemos con un adulto pero sí con un niño? Nos chocaría mucho que alguien nos pidiera que le diéramos un beso a una tercera persona y sin embargo, desde siempre se ha hecho con los niños. Es el momento de aprender a no hacerlo, a no pedir besos a los niños, tal y como apunta Carmen Esteban, psicóloga sanitaria especializada en la etapa perinatal.
“Dar besos y abrazos no es una habilidad social, es algo que hacemos desde el amor y no siempre nos apetece”, comenta Carmen Esteban psicóloga especializada en la etapa perinatal, infantil y adolescencia, quien recientemente ha sacado al mercado un cuento titulado “Con sentimiento. El cuerpo solo se toca con permiso”, en el que ofrece una guía para educadores y familias con la que plantearse la educación a partir del respeto y la consciencia.
Ser educado no es dar besos
Los besos y los abrazos, las muestras de cariño no son habilidades sociales, son gestos que hacemos desde la confianza, el amor y el cariño, no siempre ni con todo el mundo nos apetece hacer estos gestos y da igual la edad que tengamos, esto es así.
Para Carmen Esteban, la educación y el contacto físico no deberían estar asociados. Debemos enseñar a los niños a saludar cuando llegan a un sitio, o cuando llega alguien donde ellos están, y a despedirse cuando se van pero no tiene que ser a través del contacto físico obligatoriamente.
“Debemos aprender a escuchar nuestros sentimientos y pensamientos para actuar acorde a ellos”, señala Carmen Esteban. Y por eso mismo debemos enseñar a los niños y a las niñas a escuchar sus sentimientos y pensamientos, incluso cuando son emociones desagradables ante una situación o una persona porque “esa emoción desagradable no es mala, sino que le está alertando y seguramente, protegiendo de algún peligro”, añade esta conocida psicóloga que ofrece consejos e ideas a las miles de personas que la siguen a través de su perfil de Instagram.
Chantajes emocionales nunca
Uno de los motivos por los que las personas nos sentimos mal con nosotras mismas, según señala Carmen Esteban, es porque la armonía entre lo que pensamos, lo que sentimos y cómo actuamos, no existe.
A veces sin darnos cuenta podemos estar haciendo un chantaje emocional a un niño que le está dando una información que realmente no estamos valorando en su totalidad, ella misma señala que “cuando chantajeamos a un niño estamos pidiéndole que desconecte de sus emociones y que actúe como nosotros queremos” porque si no lo hace vamos a hacer que se sienta mal porque “le haremos sentirse menos querido”. Aunque no lo hagamos es lo que le estamos diciendo y esto va a afectar a su auto respeto, ya que “aprende a que lo que los demás esperan o quieren de él (o de ella) es más importante que sus necesidades”.
Enseñar a decir NO
También es importante, por lo que comenta Carmen Esteban, tanto en sus redes sociales como en el último libro que ha publicado, la enseñanza del “no” a los niños y a las niñas porque “la asertividad es una habilidad social que consiste en saber decir “no” respetando al otro.”
Ella distingue perfectamente entre lo que es egoísmo y lo que es auto respeto, de hecho, en este cuento que ha publicado, se ha incluido una actividad descargable para familias y educadores con la que poder enseñar a los niños y a las niñas lo que es la asertividad y cómo trabajarla.

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