No hace falta que haya una playa cerca para encontrar un lugar idílico donde refrescarnos del calor veraniego, aunque estemos en algún pequeño pueblo del interior de nuestro país.
Que está genial irse de vacaciones a Tenerife en familia para disfrutar de todas sus propuestas y su oferta, como también es genial disfrutar de Andalucía con los niños más allá de la playa o hacer un recorrido por algunos de los más espectaculares parques acuáticos de España este verano.
Además de todas esas ideas y propuestas nos quedan otras muchas por descubrir, una de ellas son las piscinas naturales que tenemos repartidas por España gracias al capricho de la naturaleza. Piscinas naturales en las que disfrutar con los amigos o la familia y escapar por unas horas del calor propio del verano mientras que conseguimos que los niños conecten con la naturaleza y aprovechamos para escapar de las pantallas en verano.
Piscinas naturales para un cálido verano
Son un alivio al calor en zonas de interior o por lo menos más alejadas de la costa pero además de eso, al estar ubicadas en entornos naturales, ofrecen muchas más actividades relacionadas con la naturaleza, podemos descubrir los beneficios de montar en bicicleta en familia para acceder a alguna de estas piscinas además de organizar excursiones o paseos por el entorno. Algunas de ellas están cerca de pequeños pueblos perfectos para ver las estrellas, así que quizás podríamos organizar una escapada con noche mirando al cielo incluida.
Huesca. Salto de Bierge. En la comarca de Somontano, en el entorno del río Alcanadre.
Tiene un aforo limitado a 220 bañistas cada día, para evitar aglomeraciones que pudieran ser peligrosas para los visitantes y que dañara este magnífico entorno natural.

Entre Teruel y Castellón. Font de la Rabosa y L'Assut. Hablamos de la comarca del Matarraña, para algunos es “la Toscana española”. Un entorno natural de tipo mediterráneo de una belleza impresionante. Hay que llegar a las piscinas naturales en las que sí está permitido el baño que no son todas, por lo que habrá que estar atentos a las indicaciones.

Guadalajara. Área Recreativa Los Ceños. Está cerca del municipio de Ocentejo, en el Parque natural del Alto Tajo, es increíble para muchos visitantes que este paraje natural se encuentre en pleno centro de la península. Piscinas naturales, pozas y cascadas en un entorno boscoso, lejos del bullicio y perfecto para estimular el cerebro de los niños.

Zamora. El Lago de Sanabria. Playas artificiales de arena y piedra en un entorno natural espléndido, entre robles y vegetación, donde pasar el día nadando en el lago, buceando, paseando o descansando un fin de semana de vacaciones en plena naturaleza.

Cuenca. Las Chorreras. En plena Serranía de Cuenca encontramos el municipio de Enguídanos y sus cinco ríos, en uno de ellos, en el Cabriel están Las Chorreras donde además de unas espectaculares piscinas naturales vas a encontrar cascadas, gargantas e incluso rápidos para los más atrevidos, siempre respetando las indicaciones y tomando las medidas de seguridad necesarias.

Cáceres. Los Pilones. El nombre asusta al principio, la Garganta de los Infiernos pero eso es lo más terrible que tiene, el nombre porque una vez en el Valle del Jerte, estas piscinas naturales, Los Pilones, son un auténtico lujo que nos ha regalado la erosión del agua sobre la roca a lo largo del tiempo.

Tarragona. La Fontcalda. De las frías aguas del Jerte pasamos a unas piscinas naturales junto al Santuario de la Fontcalda, distintas por completo a las seis anteriores porque en estas el agua alcanza los 38º. Son famosas por llevar sulfato magnésico, cloruro sódico y carbonato cálcico, lo que las convierte en unas piscinas muy recomendables e incluso, sorprendentes.

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